/ martes 5 de enero de 2021

Propósitos 2021

El año 2021 acaba de nacer; aún no nos visitan Melchor, Gaspar y Baltazar, luego, aún es el momento oportuno de hacer referencia a nuestros propósitos que habremos de cumplir antes de que finalice el año que corre. Los propósitos son distintos a los deseos, pues estos se tratan de aspiraciones y anhelos, en tanto que aquellos se tratan de intenciones, motivaciones y ánimos de hacer o no hacer determinada acción, es decir, los propósitos pueden traducirse en metas u objetivos alcanzables, por lo que se requiere un plan y acciones concretas para hacerlo.

Tradicionalmente los propósitos de año nuevo se orientan a obtener resultados individuales: dejar de fumar, bajar de peso, hacer ejercicio, estudiar una maestría, pero valdría la pena intentar un cambio de coordenadas para que, de lograrlos, incidan en la esfera colectiva que todos tenemos, afectando para bien la vida pública. En ese orden de ideas, propongo una línea de arranque: que en este 2021 desarrollemos la solidaridad, la sororidad, fortalezcamos nuestra resiliencia y ampliemos nuestro margen de tolerancia.

La propuesta tiene su fuente en los acontecimientos que tenemos la certeza de que ocurrirán, al menos, en el inicio del ciclo anual, así como en su fase media: clases a distancia, teletrabajo, proceso electoral para renovar, en Guanajuato, al congreso local y a los ayuntamientos, así como para elegir a nuestros diputados federales, la consulta popular impulsada por el presidente de México, entre otros.

Arriba mencioné que, para lograr los propósitos, hay que realizar acciones, las cuales han de ser cotidianas y constantes; ¿qué tal si comenzamos hoy mismo? Podemos comenzar por la tolerancia, aceptando la diversidad de pensamientos, posturas y visiones que hacen que tengamos pluralidad de perspectivas de la realidad, tanto individual como social. Aceptando la premisa previa, no pretenderemos imponer nuestro punto de vista a otros y, en consecuencia, opinaremos con razones y no con denuestos, pues estos generan violencia.

La consecución y el ejercicio del poder, aunque impacte en nosotros de manera indirecta -o hasta nula- es materia de razones y pasiones, luego, propongo también que nuestras decisiones públicas, en general, y electorales, en lo particular, las realicemos sustentadas más en las primeras que en las segundas. El electorado mexicano ha tomado decisiones atendiendo a sus pasiones y a sus deseos, más que a las razones; así, se ha votado por la ola democrática, por la continuidad, por la aparente eficacia y por el cambio de régimen. Cada elector podrá sacar conclusiones en torno a su estatus, a efecto de calificar si hizo bien en votar en el sentido en que lo hizo.

Propongo, finalmente, adoptar como principio, la idea de Kalimán, expresada cuando se encontraba frente al peligro o ante alguna situación incómoda: «serenidad y paciencia», pues como señalaba el ingenioso hidalgo, Don Quijote de la Mancha, recientemente recordado en una de las redes sociales del diputado Juan Carlos Romero Hicks: «Sábete Sancho que todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas; porque no es posible que el mal y el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca.».

Sea cual sea su propósito para este recién nacido 2021 -o si no formuló alguno- recuerde que es deseable buscar la felicidad y contribuir a la obtención del bien común.

germanrodriguez32@hotmail.com

El año 2021 acaba de nacer; aún no nos visitan Melchor, Gaspar y Baltazar, luego, aún es el momento oportuno de hacer referencia a nuestros propósitos que habremos de cumplir antes de que finalice el año que corre. Los propósitos son distintos a los deseos, pues estos se tratan de aspiraciones y anhelos, en tanto que aquellos se tratan de intenciones, motivaciones y ánimos de hacer o no hacer determinada acción, es decir, los propósitos pueden traducirse en metas u objetivos alcanzables, por lo que se requiere un plan y acciones concretas para hacerlo.

Tradicionalmente los propósitos de año nuevo se orientan a obtener resultados individuales: dejar de fumar, bajar de peso, hacer ejercicio, estudiar una maestría, pero valdría la pena intentar un cambio de coordenadas para que, de lograrlos, incidan en la esfera colectiva que todos tenemos, afectando para bien la vida pública. En ese orden de ideas, propongo una línea de arranque: que en este 2021 desarrollemos la solidaridad, la sororidad, fortalezcamos nuestra resiliencia y ampliemos nuestro margen de tolerancia.

La propuesta tiene su fuente en los acontecimientos que tenemos la certeza de que ocurrirán, al menos, en el inicio del ciclo anual, así como en su fase media: clases a distancia, teletrabajo, proceso electoral para renovar, en Guanajuato, al congreso local y a los ayuntamientos, así como para elegir a nuestros diputados federales, la consulta popular impulsada por el presidente de México, entre otros.

Arriba mencioné que, para lograr los propósitos, hay que realizar acciones, las cuales han de ser cotidianas y constantes; ¿qué tal si comenzamos hoy mismo? Podemos comenzar por la tolerancia, aceptando la diversidad de pensamientos, posturas y visiones que hacen que tengamos pluralidad de perspectivas de la realidad, tanto individual como social. Aceptando la premisa previa, no pretenderemos imponer nuestro punto de vista a otros y, en consecuencia, opinaremos con razones y no con denuestos, pues estos generan violencia.

La consecución y el ejercicio del poder, aunque impacte en nosotros de manera indirecta -o hasta nula- es materia de razones y pasiones, luego, propongo también que nuestras decisiones públicas, en general, y electorales, en lo particular, las realicemos sustentadas más en las primeras que en las segundas. El electorado mexicano ha tomado decisiones atendiendo a sus pasiones y a sus deseos, más que a las razones; así, se ha votado por la ola democrática, por la continuidad, por la aparente eficacia y por el cambio de régimen. Cada elector podrá sacar conclusiones en torno a su estatus, a efecto de calificar si hizo bien en votar en el sentido en que lo hizo.

Propongo, finalmente, adoptar como principio, la idea de Kalimán, expresada cuando se encontraba frente al peligro o ante alguna situación incómoda: «serenidad y paciencia», pues como señalaba el ingenioso hidalgo, Don Quijote de la Mancha, recientemente recordado en una de las redes sociales del diputado Juan Carlos Romero Hicks: «Sábete Sancho que todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas; porque no es posible que el mal y el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca.».

Sea cual sea su propósito para este recién nacido 2021 -o si no formuló alguno- recuerde que es deseable buscar la felicidad y contribuir a la obtención del bien común.

germanrodriguez32@hotmail.com