/ domingo 2 de enero de 2022

Propósitos De Año Nuevo, Y Como Cumplirlos

Ha llegado el inicio de un nuevo año, y con él, es el momento en el que todos nos formulamos propósitos que nos permitan mejorar en varios ámbitos de nuestras vidas.

¿Cuál es su origen?

Se remota a la antigua Babilonia, el pueblo prometía a sus dioses al comienzo de cada año que devolvería los objetos prestados y pagaría sus deudas.

Los romanos comenzaban cada año haciendo promesas al dios Jano, que da nombre al mes de enero.

En la época medieval, los caballeros hacían el "voto del pavo real" al final de la temporada navideña cada año para reafirmar su compromiso con la caballería.

En el cristianismo metodista, la liturgia utilizada para el servicio de noche de vigilia para el Año Nuevo es el Servicio de Renovación de la Alianza.

Es una tradición que tiene muchos otros equivalentes religiosos, y que actualmente la realizamos con el propósito de renovarnos, y crear compromisos con nosotros mismos. El cumplimiento de ellos depende de nuestra decisión o voluntad. Los propósitos más frecuentes suelen ser: hacer deporte, dejar de fumar, comer sano, ahorrar, compartir más tiempo con la familia, viajar, encontrar pareja, conseguir un mejor trabajo.

Pero más que formularnos propósitos, ¿cómo logramos realmente llevarlos a cabo? Un estudio realizado por Richard Wiseman, de la Universidad de Bristol, en el que participaron 3,000 personas, demostró que el 88% de los que se fijan un propósito de Año Nuevo fracasan, por lo que los expertos recomiendan para poder cumplirlos, acudir con un profesional o experto con la finalidad de tener un cumplimiento exitoso, y de una manera gradual que permita formar un hábito. Otro estudio del científico Philippa Lally de la University Collage London- publicado en European Journal of Social Phychology; determinó que para crear un nuevo hábito nos toma un aproximado de 66 días, y después de este periodo el hábito puede mantenerse por años.

La creación de hábitos se produce en una zona del cerebro conocida como ganglio basal, que se estimula por el aprendizaje repetitivo y participa en la adquisición tanto de rutinas como de adicciones. Otro punto significativo es que nuestro cuerpo responde mejor a las recompensas que a los castigos, por lo que habrá que premiarnos más cada día que estemos más cerca de nuestro objetivo en lugar de utilizar castigos que nos alejen.

La clave es realizar propósitos inteligentes, que se puedan medir continuamente, en términos de metas pequeñas y medibles, por ejemplo, "perder medio kilo a la semana" en lugar de "perder peso"; que puedan crecer paulatinamente, hacer ejercicio 10 minutos 3 días a la semana y después aumentar en tiempo y frecuencia, en lugar de ir al gimnasio 2 horas al día.

Definir acciones concretas de estos propósitos para que no solo duren los primeros meses del año, es importante enfocarnos en mejorar nuestra calidad de vida. Si bien cada día es una nueva oportunidad de comenzar, el inicio de año nos da la oportunidad de escribir un nuevo capítulo.


Lilyat55@gmail.com

Facebook: Liliana Arredondo

Ha llegado el inicio de un nuevo año, y con él, es el momento en el que todos nos formulamos propósitos que nos permitan mejorar en varios ámbitos de nuestras vidas.

¿Cuál es su origen?

Se remota a la antigua Babilonia, el pueblo prometía a sus dioses al comienzo de cada año que devolvería los objetos prestados y pagaría sus deudas.

Los romanos comenzaban cada año haciendo promesas al dios Jano, que da nombre al mes de enero.

En la época medieval, los caballeros hacían el "voto del pavo real" al final de la temporada navideña cada año para reafirmar su compromiso con la caballería.

En el cristianismo metodista, la liturgia utilizada para el servicio de noche de vigilia para el Año Nuevo es el Servicio de Renovación de la Alianza.

Es una tradición que tiene muchos otros equivalentes religiosos, y que actualmente la realizamos con el propósito de renovarnos, y crear compromisos con nosotros mismos. El cumplimiento de ellos depende de nuestra decisión o voluntad. Los propósitos más frecuentes suelen ser: hacer deporte, dejar de fumar, comer sano, ahorrar, compartir más tiempo con la familia, viajar, encontrar pareja, conseguir un mejor trabajo.

Pero más que formularnos propósitos, ¿cómo logramos realmente llevarlos a cabo? Un estudio realizado por Richard Wiseman, de la Universidad de Bristol, en el que participaron 3,000 personas, demostró que el 88% de los que se fijan un propósito de Año Nuevo fracasan, por lo que los expertos recomiendan para poder cumplirlos, acudir con un profesional o experto con la finalidad de tener un cumplimiento exitoso, y de una manera gradual que permita formar un hábito. Otro estudio del científico Philippa Lally de la University Collage London- publicado en European Journal of Social Phychology; determinó que para crear un nuevo hábito nos toma un aproximado de 66 días, y después de este periodo el hábito puede mantenerse por años.

La creación de hábitos se produce en una zona del cerebro conocida como ganglio basal, que se estimula por el aprendizaje repetitivo y participa en la adquisición tanto de rutinas como de adicciones. Otro punto significativo es que nuestro cuerpo responde mejor a las recompensas que a los castigos, por lo que habrá que premiarnos más cada día que estemos más cerca de nuestro objetivo en lugar de utilizar castigos que nos alejen.

La clave es realizar propósitos inteligentes, que se puedan medir continuamente, en términos de metas pequeñas y medibles, por ejemplo, "perder medio kilo a la semana" en lugar de "perder peso"; que puedan crecer paulatinamente, hacer ejercicio 10 minutos 3 días a la semana y después aumentar en tiempo y frecuencia, en lugar de ir al gimnasio 2 horas al día.

Definir acciones concretas de estos propósitos para que no solo duren los primeros meses del año, es importante enfocarnos en mejorar nuestra calidad de vida. Si bien cada día es una nueva oportunidad de comenzar, el inicio de año nos da la oportunidad de escribir un nuevo capítulo.


Lilyat55@gmail.com

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