/ martes 19 de septiembre de 2023

Prospectiva

Puros cuates...

Para entrar al círculo cercano del Palacio Nacional se colocaron unos brazaletes a los invitados, los consentidos, los leales, los operadores, los acarreadores, es decir, solo pudieron estar cerca del palacio los que garantizaran que no habría un solo grito que no fuera de elogio para el presidente.

Los mexicanos interesados en participar de los festejos del grito y el desfile conmemorativo que no tenían su brazalete, simplemente tuvieron que conformarse con estar detrás de las vallas.

Tampoco tuvieron oportunidad de participar las representantes de los poderes judicial y legislativo, las señoras presidentes de la cámara de senadores, de la cámara de diputados y del poder judicial no fueron invitadas, por ahora solo fue la fiesta del presidente y sus serviles, sus beneficiados, sus chairos, sus operadores, los que decidieron aguantar y los que están “apuntados para trabajar en el segundo piso de la cuarta transformación”. Lo que usted inquieta entender.

Con una logística especialmente preparada para discriminar a todo el que no esté en sus listas de control transcurrió sin otras novedades los festejos de independencia en Palacio Nacional, donde por cierto el presidente gritó: muera la discriminación… era difícil que gritara muera el mal gobierno… aunque en el cinismo casi todo es posible.

El mejor momento para reconocer y conmemorar los doscientos años del colegio militar y el gobierno aprovechó para invitar delegaciones de cadetes de 19 naciones, la mayoría de ellas que padecen a sus poderes ejecutivos de dictadores, mentirosos, autócratas… qué le vamos a hacer; así son los amigos del presidente de México.

En realidad creo que el presidente se esfuerza por congraciarse con las tribus de izquierda con quienes, por ahora, no ha podido armonizar la agenda de sucesión y aunque parezca insistente, tenemos un presidente viejo, de ideas viejas... por ejemplo: viaja a Chile a recordar los cincuenta años del derrocamiento del presidente Allende cuando los chilenos están hoy inmersos en una agenda de trabajo para votar una nueva constitución que reafirme los valores de una nación democrática donde se respeta la libre decisión de los chilenos y los consolide en el centro del desarrollo económico, de la educación de calidad y de una de las democracias mejor desarrolladas en el mundo.

Tal vez pasó por la mente de los estrategas del presidente (quien quiera que sea que como el día estaría muy “militarizado” sería muy oportuno tener una fiesta “muy bien controlada” para que no derivara una fiesta del pueblo de México en una larga lista de acciones de los opositores (por extraño que parezca, a nueve meses de que termine su mandato, el propio presidente se encarga de que no se salga nada de control y parezca que los mexicanos estamos de acuerdo con sus prioridades, con sus calenturas matutinas, con sus aventuras de político del siglo pasado).

Por ahora las fiestas le salieron controladas y con saldo blanco salvo algunas alcaldías de CdMx y municipios que gobierna el Morena donde la sola mención de la cuarta transformación desató rechiflas en contra y considerar que a partir de esta semana estará subiendo de tono la discusión sobre el presupuesto de egresos de la federación para el año 2024; aunque está claro que el tema no tiene nada que ver con las fiestas de los militares, los cadetes y los invitados, en realidad todos vamos a terminar por acordarnos de los militares que ahora representan el factor de defensa de la cuarta transformación, especialmente porque son los militares y marinos quienes están asumiendo todas las ocurrencias del presidente desde las que significan un endeudamiento mayúsculo para los mexicanos hasta las ocurrencias criminales como la de los besos y los abrazos que sigue costando vidas como nunca hubiéramos imaginado.

Son las fuerzas armadas quienes están absorbiendo las consecuencias de los disparates del presidente y los nueve meses que le quedan a este gobierno no es tiempo suficiente para estar preparados a un cambio brusco en la dirección política del país.

¿Veremos en breve giros repentinos de los comandantes de las fuerzas armadas que ya no estén dispuestos a seguir cargando con las ocurrencias del presidente, que ya se empieza a quedar solo en sus maniobras?

Los liderazgos de la oposición que se están agrupando pueden dar la sorpresa en los análisis, lo que es un hecho es que la empatía del frente opositor crece y cada día encuentra mayor acogida entre los ciudadanos interesados en el futuro político del país.

La fórmula es “con liderazgos desde la sociedad” para contar con caras nuevas, actitudes positivas y ganadoras y estrategias que consoliden la propuesta de un México democrático y dispuestos a no perder más tiempo para ocuparse de reconstruir la vida democrática de la nación.

Creo que Xóchitl Gálvez va a ganar las elecciones y hoy es el tiempo de acordar el mayor número de liderazgos reconstruyendo la vida democrática y constitucional, respetando la responsabilidad de los tres poderes y un proyecto de nación que vea desde las prioridades de nuevas generaciones.

Hasta la próxima en PROSPECTIVA.

José Gerardo Mosqueda Martínez, Presidente del Instituto de Administración Pública de Guanajuato

gmg@gerardomosqueda.com.mx

Puros cuates...

Para entrar al círculo cercano del Palacio Nacional se colocaron unos brazaletes a los invitados, los consentidos, los leales, los operadores, los acarreadores, es decir, solo pudieron estar cerca del palacio los que garantizaran que no habría un solo grito que no fuera de elogio para el presidente.

Los mexicanos interesados en participar de los festejos del grito y el desfile conmemorativo que no tenían su brazalete, simplemente tuvieron que conformarse con estar detrás de las vallas.

Tampoco tuvieron oportunidad de participar las representantes de los poderes judicial y legislativo, las señoras presidentes de la cámara de senadores, de la cámara de diputados y del poder judicial no fueron invitadas, por ahora solo fue la fiesta del presidente y sus serviles, sus beneficiados, sus chairos, sus operadores, los que decidieron aguantar y los que están “apuntados para trabajar en el segundo piso de la cuarta transformación”. Lo que usted inquieta entender.

Con una logística especialmente preparada para discriminar a todo el que no esté en sus listas de control transcurrió sin otras novedades los festejos de independencia en Palacio Nacional, donde por cierto el presidente gritó: muera la discriminación… era difícil que gritara muera el mal gobierno… aunque en el cinismo casi todo es posible.

El mejor momento para reconocer y conmemorar los doscientos años del colegio militar y el gobierno aprovechó para invitar delegaciones de cadetes de 19 naciones, la mayoría de ellas que padecen a sus poderes ejecutivos de dictadores, mentirosos, autócratas… qué le vamos a hacer; así son los amigos del presidente de México.

En realidad creo que el presidente se esfuerza por congraciarse con las tribus de izquierda con quienes, por ahora, no ha podido armonizar la agenda de sucesión y aunque parezca insistente, tenemos un presidente viejo, de ideas viejas... por ejemplo: viaja a Chile a recordar los cincuenta años del derrocamiento del presidente Allende cuando los chilenos están hoy inmersos en una agenda de trabajo para votar una nueva constitución que reafirme los valores de una nación democrática donde se respeta la libre decisión de los chilenos y los consolide en el centro del desarrollo económico, de la educación de calidad y de una de las democracias mejor desarrolladas en el mundo.

Tal vez pasó por la mente de los estrategas del presidente (quien quiera que sea que como el día estaría muy “militarizado” sería muy oportuno tener una fiesta “muy bien controlada” para que no derivara una fiesta del pueblo de México en una larga lista de acciones de los opositores (por extraño que parezca, a nueve meses de que termine su mandato, el propio presidente se encarga de que no se salga nada de control y parezca que los mexicanos estamos de acuerdo con sus prioridades, con sus calenturas matutinas, con sus aventuras de político del siglo pasado).

Por ahora las fiestas le salieron controladas y con saldo blanco salvo algunas alcaldías de CdMx y municipios que gobierna el Morena donde la sola mención de la cuarta transformación desató rechiflas en contra y considerar que a partir de esta semana estará subiendo de tono la discusión sobre el presupuesto de egresos de la federación para el año 2024; aunque está claro que el tema no tiene nada que ver con las fiestas de los militares, los cadetes y los invitados, en realidad todos vamos a terminar por acordarnos de los militares que ahora representan el factor de defensa de la cuarta transformación, especialmente porque son los militares y marinos quienes están asumiendo todas las ocurrencias del presidente desde las que significan un endeudamiento mayúsculo para los mexicanos hasta las ocurrencias criminales como la de los besos y los abrazos que sigue costando vidas como nunca hubiéramos imaginado.

Son las fuerzas armadas quienes están absorbiendo las consecuencias de los disparates del presidente y los nueve meses que le quedan a este gobierno no es tiempo suficiente para estar preparados a un cambio brusco en la dirección política del país.

¿Veremos en breve giros repentinos de los comandantes de las fuerzas armadas que ya no estén dispuestos a seguir cargando con las ocurrencias del presidente, que ya se empieza a quedar solo en sus maniobras?

Los liderazgos de la oposición que se están agrupando pueden dar la sorpresa en los análisis, lo que es un hecho es que la empatía del frente opositor crece y cada día encuentra mayor acogida entre los ciudadanos interesados en el futuro político del país.

La fórmula es “con liderazgos desde la sociedad” para contar con caras nuevas, actitudes positivas y ganadoras y estrategias que consoliden la propuesta de un México democrático y dispuestos a no perder más tiempo para ocuparse de reconstruir la vida democrática de la nación.

Creo que Xóchitl Gálvez va a ganar las elecciones y hoy es el tiempo de acordar el mayor número de liderazgos reconstruyendo la vida democrática y constitucional, respetando la responsabilidad de los tres poderes y un proyecto de nación que vea desde las prioridades de nuevas generaciones.

Hasta la próxima en PROSPECTIVA.

José Gerardo Mosqueda Martínez, Presidente del Instituto de Administración Pública de Guanajuato

gmg@gerardomosqueda.com.mx