REGRESANDO…
Con la salvedad de algunas entidades del país y como consecuencia de la visita de huracanes y tormentas, los escolares del país están regresando a eso que hemos dado en llamarle nueva normalidad.
Después de 18 meses de la confusión adicional que trajo la pandemia para todas las familias de la nación Mexicana parece que estamos regresando a la vida institucional en los centros educativos y en la gran mayoría de ellos, especialmente los que son responsabilidad administrativa de las autoridades gubernamentales, sin cambio alguno, tal vez más deterioradas, sin mantenimiento, la misma imagen, las mismas carencias físicas, pero ya se encontraron con sus compañeros, algunos de ellos están conociéndolos en vivo después de tres semestres de escolaridad a través de las pantallas, mensajes, videos y otras alternativas digitales.
Si el escenario lo advertimos desde la perspectiva de las oportunidades, 18 meses de aprendizaje obligado de herramientas digitales para encontrarse con el conocimiento global, transversal, espontáneo, sistémico, repetible, escalable…
Por los contenidos de aprendizaje lo que hay es un nuevo mundo de oportunidades para ingresar de lleno al universo digital, a la visión global, con una capacidad de estar próximo al conocimiento y asociarlo a nuevos términos para describir fenómenos que aún no nos dejan satisfechos en sus dinámicas de comprensión.
¿Qué estamos aprendiendo? Nuevos conocimientos, nuevos procesos, nuevos fundamentos, nuevos métodos... ¿y los que estamos desaprendiendo...?
Hay intentos de estudiar estos nuevos escenarios de aprendizaje pero parece que tomará algunos meses en que se encuentren modelos de investigación que ayuden a plantear, describir, fundamentar... nuevas variables. Creo que se estarán poniendo a prueba desde las teorías de desarrollo del Dr. Piaget, las tesis de Erikson y los modelos de aprendizaje del Dr. Ardila… la radicalidad interpretativa como adjetivo de la nueva realidad que vivimos estarán despertando la imaginación y nuevas propuestas de conocimiento.
Imagino lo que estará pensando estimado lector.
¿Que estará pasando con los niños y jóvenes que se salieron del proceso educativo? ...con los que de plano tenían que buscar primero el sustento, los que perdieron a la persona que era el sostén de la familia y ahora hay que sustituirlo de la manera que se pueda, los que entraron en crisis emocional, los que están pasando por momentos desesperados o por violencia intrafamiliar…
No estoy tratando de construir un andamiaje de drama... es el escenario en el que nos encontramos con miles de familias que viven una crisis de salud que va en su tercera ola, con más de seis cientos mil muertos y que por las proyecciones estadísticas podríamos esperar un nuevo repunte, estacional, por la proximidad del invierno, esperemos de menor intensidad.
Parece que estamos saliendo de la tercera ola, seguimos sin confiar en las decisiones (mejor dicho, por la ausencia de decisiones por parte del gobierno federal.)
El hecho es que estamos en un escenario de brecha sociológica, generacional y que crispa las relaciones entre sectores socioeconómicos especialmente por la polarización que propicia el gobierno mexicano y que parece obedecer a los objetivos políticos en riesgo para el MORENA y no representa mayor importancia para efecto de una convivencia solidaria y con visión de construcción de estructuras sociales armónicas.
El daño se agrava ante la insistente manipulación del mensaje polarizante, repetitivo, cargado de mentiras y sin una propuesta constructiva en la comunicación de las autoridades con la sociedad, especialmente por los contenidos en las redes sociales.
Lamentablemente los prismas de interpretación del momento que vive el país, son de una izquierda trasnochada, referida a momentos de la vida política del país que pasaron tras décadas, fracasaron y volvieron a fracasar y como si no hubieran leído nada más en casi cuatro décadas, por parte de izquierdistas que nada tienen que ver con El Progreso, por más que insistan en llamarse “progres”.
Las metodologías de interpretación de la realidad, las que hacen que prevalezca el pensamiento dialéctico y los modelos de imitación de la espiral dialéctica gramsciana, seguirán llegando tarde a la interpretación de la realidad.
Para llegar al fondo de la brecha generacional la propuesta es partiendo de la persona como el centro de la reflexión y de las decisiones que propicien progreso, permitan crecer en la libertad y construir nuevas relación entre las sociedades a partir de un compromiso solidario para facilitar el progreso a todos, especialmente a quienes las crisis les han dificultado su desarrollo.
Hasta la próxima PROSPECTIVA.
José Gerardo Mosqueda Martínez,
Presidente del Instituto de Administración Pública de Guanajuato
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