/ miércoles 18 de agosto de 2021

¿Quién Construye las Ciudades?

Pirámides fake, el agosto de los tabla roqueros, el testimonio de la 4t, todas ellos conectados por la misma ciudad y aunque no son el mejor ejemplo de la construcción de las ciudades, si demuestra cómo las decisiones que afectan a la ciudadanía y el territorio que ella habita son tomadas en muchas ocasiones desde el escritorio. El padrino favorito que cualquier municipio quisiera tener y otrora ex secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, decía que la batalla del desarrollo sostenible se ganará o perderá en el campo de las ciudades. Cierto.

Después de unos quince días, sin paga, y de haber desarrollado la habilidad de crear una constante lluvia de ideas, analicé un sinnúmero de obras de infraestructura y servicios que los municipios, en especial al mío, Apaseo el Grande, necesitan, y pareciera ser una lista interminable pero que al analizarla puntualmente cada idea carecía o de derecho de vía, de ser socialmente aceptable y técnicamente viable, ya sea por razones financieras, políticas o simplemente de tiempo para llevarlo a cabo en este trienio.

El reto de innovar en la infraestructura de los municipios, no sólo es en cuestiones estéticas o técnicas, conlleva estrategias políticas financieras y sobre todo sociales. Es decir si el proyecto o la idea que se tiene no es socialmente aceptable, seguramente terminará en la congeladora durante algún tiempo. Teorías de la ciudad existen así como existen ciudades, y por ende los proyectos que se pueden hacer son exponencialmente infinitos, bien vale la pena no dejar en manos de una sola perspectiva el destino y el futuro de una ciudad.

Aunque la construcción recaiga en un universo, desde contratistas, planeadores, desarrolladores, individuos, empresas y gobiernos, la responsabilidad urbana recae en las presidencias municipales. Quienes encabecen estas últimas serán los responsables de encausar el proyecto de ciudad, darle un sueño colectivo y hacerla realidad en base a proyectos. La capacidad de ver el árbol en la semilla y construir para las próximas generaciones y no para las próximas elecciones, estas virtudes harán que las ciudades gobiernen el mundo.

La responsabilidad de no vender la ciudad a ningún postor, cuidarle y protegerla, entendiendo que las fronteras de la ciudad ahora es el mismo mundo y que la competitividad de las ciudades se basa en la atracción de talento, permitirán a cualquier gobierno local, posicionarle junto a su ciudad como un ejemplo a nivel nacional o internacional. Hoy la identidad más que una nacionalidad es un tema local, en donde se es de una ciudad por encima de un país. Generemos los proyectos idóneos para los municipios, considerando una perspectiva global, entendiendo a los usuarios y previendo que el territorio es de todos los que lo usamos.

Pirámides fake, el agosto de los tabla roqueros, el testimonio de la 4t, todas ellos conectados por la misma ciudad y aunque no son el mejor ejemplo de la construcción de las ciudades, si demuestra cómo las decisiones que afectan a la ciudadanía y el territorio que ella habita son tomadas en muchas ocasiones desde el escritorio. El padrino favorito que cualquier municipio quisiera tener y otrora ex secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, decía que la batalla del desarrollo sostenible se ganará o perderá en el campo de las ciudades. Cierto.

Después de unos quince días, sin paga, y de haber desarrollado la habilidad de crear una constante lluvia de ideas, analicé un sinnúmero de obras de infraestructura y servicios que los municipios, en especial al mío, Apaseo el Grande, necesitan, y pareciera ser una lista interminable pero que al analizarla puntualmente cada idea carecía o de derecho de vía, de ser socialmente aceptable y técnicamente viable, ya sea por razones financieras, políticas o simplemente de tiempo para llevarlo a cabo en este trienio.

El reto de innovar en la infraestructura de los municipios, no sólo es en cuestiones estéticas o técnicas, conlleva estrategias políticas financieras y sobre todo sociales. Es decir si el proyecto o la idea que se tiene no es socialmente aceptable, seguramente terminará en la congeladora durante algún tiempo. Teorías de la ciudad existen así como existen ciudades, y por ende los proyectos que se pueden hacer son exponencialmente infinitos, bien vale la pena no dejar en manos de una sola perspectiva el destino y el futuro de una ciudad.

Aunque la construcción recaiga en un universo, desde contratistas, planeadores, desarrolladores, individuos, empresas y gobiernos, la responsabilidad urbana recae en las presidencias municipales. Quienes encabecen estas últimas serán los responsables de encausar el proyecto de ciudad, darle un sueño colectivo y hacerla realidad en base a proyectos. La capacidad de ver el árbol en la semilla y construir para las próximas generaciones y no para las próximas elecciones, estas virtudes harán que las ciudades gobiernen el mundo.

La responsabilidad de no vender la ciudad a ningún postor, cuidarle y protegerla, entendiendo que las fronteras de la ciudad ahora es el mismo mundo y que la competitividad de las ciudades se basa en la atracción de talento, permitirán a cualquier gobierno local, posicionarle junto a su ciudad como un ejemplo a nivel nacional o internacional. Hoy la identidad más que una nacionalidad es un tema local, en donde se es de una ciudad por encima de un país. Generemos los proyectos idóneos para los municipios, considerando una perspectiva global, entendiendo a los usuarios y previendo que el territorio es de todos los que lo usamos.