/ jueves 16 de junio de 2022

Reflejos de Sol | Zanella, el modelo Guanajuato

Desde 1824, el Poder Legislativo de la Federación ha tenido la facultad de fiscalizar el ejercicio de los recursos del Ejecutivo. Antes lo hacía la llamada Contaduría Mayor de Hacienda y en 1995, el presidente Ernesto Zedillo envió una iniciativa al Congreso para crear la Auditoría Superior de la Federación.

No es mala idea que sea el Legislativo el que revise las cuentas de los gobiernos. Lo que sí puede establecer una diferencia es si los auditores van a buscar errores o ilícitos a como dé lugar aunque hayan transcurrido años o si auditar sirve para evitar problemas posteriores.

¿CASTIGAR O PREVENIR?

Periodísticamente, los reportes de las auditorías de los congresos federal y estatales siempre han sido muy interesantes porque se entera uno de los presuntos malos manejos de las dependencias gubernamentales y tanto desde el Ejecutivo como desde el Legislativo siempre ha habido la tentación de utilizar la fiscalización como un mecanismo de presión política.

Sin embargo, en el Congreso de Guanajuato se está cocinando una iniciativa desde la Comisión de Hacienda y Fiscalización del Congreso del estado, presidida por el panista Víctor Manuel Zanella Huerta, que busca crear hacia fin de año un nuevo modelo de fiscalización que esté basado en la prevención, llamado el Modelo Guanajuato.

Si en los municipios no hay la voluntad de realizar actos de corrupción, entonces lo mejor que puede suceder es que la instancia encargada de revisarles las cuentas con lupa desarrollen procedimientos y trabajen junto ellos y con las entidades obligadas (como lo son también los organismos públicos autónomos) para reducir de manera sustancial la posibilidad o el riesgo de ilícitos e irregularidades. Es decir, de “transas”.

La primera beneficiada de corregir en lugar de prevenir sería la población ya que se eliminaría el mal uso o el desvío de los recursos públicos. Pero otra buena consecuencia es que si los municipios demuestran que sus cuentas están claras y el recurso se ejerce con probidad y transparencia, eventualmente eso se traducirá en confianza y certidumbre para los inversionistas y para todo aquel que deseé establecerse en ese territorio.

Así que el Modelo Guanajuato busca prevenir la corrupción en lugar de dedicarse a buscar culpables cuando ya se robaron el dinero.

LA VUELTA A GUANAJUATO EN 80 DÍAS

Y hablando de Víctor Zanella, ayer acaba de cruzar la meta del Maratón. No, no corrió 42 kilómetros sino que en 80 días recorrió los 46 municipios del estado. ¿Y a qué fue? Pues a trabajar, a “arrastrar el lápiz” con los presidentes municipales y los ayuntamientos. Este lunes presentará los resultados de su travesía.

La comisión presidida por Zanella, además de fiscalizar los recursos también es la que aprueba la Ley de ingresos donde cada municipio presenta su plan de cómo y en qué se va a gastar el dinero el año que sigue.

Seguramente Zanella y los diputados de esa comisión legislativa estaban hartos de que algunos municipios les entregaran su propuesta en una servilleta, mal hecha y al cuarto para las doce, así que se puso a recorrer en serio los caminos de Guanajuato.

A cada presidente municipal le hizo una presentación con datos para tomar mejores decisiones. Desde cómo se compone la población del municipio, hasta cuáles son sus ingresos, cuánto dinero pueden pedir prestado si así lo desean, a cuánto ascienden sus participaciones federales, así como la manera en que pueden gestionar y administrar de una mejor manera impuestos como los de alumbrado público, o el predial.

VACAS FLACAS

La salida de su maratón fue en el municipio priista de Ocampo y cruzó la meta ayer en León en el municipio gobernado por Ale Gutiérrez. Más de un presidente municipal quedó feliz y con el ojo cuadrado porque no sabía que tenía derecho a obtener recursos de fuentes que ni se les habían ocurrido.

Estamos en épocas de vacas flacas y la ausencia de recursos de la federación hace necesario que los municipios aumenten la recaudación y vean de dónde pueden obtener dinero para pagar alcantarillado, pavimentación, drenaje, agua potable, recolección de basura, alumbrado público o policía, entre otros servicios.

Desde 1824, el Poder Legislativo de la Federación ha tenido la facultad de fiscalizar el ejercicio de los recursos del Ejecutivo. Antes lo hacía la llamada Contaduría Mayor de Hacienda y en 1995, el presidente Ernesto Zedillo envió una iniciativa al Congreso para crear la Auditoría Superior de la Federación.

No es mala idea que sea el Legislativo el que revise las cuentas de los gobiernos. Lo que sí puede establecer una diferencia es si los auditores van a buscar errores o ilícitos a como dé lugar aunque hayan transcurrido años o si auditar sirve para evitar problemas posteriores.

¿CASTIGAR O PREVENIR?

Periodísticamente, los reportes de las auditorías de los congresos federal y estatales siempre han sido muy interesantes porque se entera uno de los presuntos malos manejos de las dependencias gubernamentales y tanto desde el Ejecutivo como desde el Legislativo siempre ha habido la tentación de utilizar la fiscalización como un mecanismo de presión política.

Sin embargo, en el Congreso de Guanajuato se está cocinando una iniciativa desde la Comisión de Hacienda y Fiscalización del Congreso del estado, presidida por el panista Víctor Manuel Zanella Huerta, que busca crear hacia fin de año un nuevo modelo de fiscalización que esté basado en la prevención, llamado el Modelo Guanajuato.

Si en los municipios no hay la voluntad de realizar actos de corrupción, entonces lo mejor que puede suceder es que la instancia encargada de revisarles las cuentas con lupa desarrollen procedimientos y trabajen junto ellos y con las entidades obligadas (como lo son también los organismos públicos autónomos) para reducir de manera sustancial la posibilidad o el riesgo de ilícitos e irregularidades. Es decir, de “transas”.

La primera beneficiada de corregir en lugar de prevenir sería la población ya que se eliminaría el mal uso o el desvío de los recursos públicos. Pero otra buena consecuencia es que si los municipios demuestran que sus cuentas están claras y el recurso se ejerce con probidad y transparencia, eventualmente eso se traducirá en confianza y certidumbre para los inversionistas y para todo aquel que deseé establecerse en ese territorio.

Así que el Modelo Guanajuato busca prevenir la corrupción en lugar de dedicarse a buscar culpables cuando ya se robaron el dinero.

LA VUELTA A GUANAJUATO EN 80 DÍAS

Y hablando de Víctor Zanella, ayer acaba de cruzar la meta del Maratón. No, no corrió 42 kilómetros sino que en 80 días recorrió los 46 municipios del estado. ¿Y a qué fue? Pues a trabajar, a “arrastrar el lápiz” con los presidentes municipales y los ayuntamientos. Este lunes presentará los resultados de su travesía.

La comisión presidida por Zanella, además de fiscalizar los recursos también es la que aprueba la Ley de ingresos donde cada municipio presenta su plan de cómo y en qué se va a gastar el dinero el año que sigue.

Seguramente Zanella y los diputados de esa comisión legislativa estaban hartos de que algunos municipios les entregaran su propuesta en una servilleta, mal hecha y al cuarto para las doce, así que se puso a recorrer en serio los caminos de Guanajuato.

A cada presidente municipal le hizo una presentación con datos para tomar mejores decisiones. Desde cómo se compone la población del municipio, hasta cuáles son sus ingresos, cuánto dinero pueden pedir prestado si así lo desean, a cuánto ascienden sus participaciones federales, así como la manera en que pueden gestionar y administrar de una mejor manera impuestos como los de alumbrado público, o el predial.

VACAS FLACAS

La salida de su maratón fue en el municipio priista de Ocampo y cruzó la meta ayer en León en el municipio gobernado por Ale Gutiérrez. Más de un presidente municipal quedó feliz y con el ojo cuadrado porque no sabía que tenía derecho a obtener recursos de fuentes que ni se les habían ocurrido.

Estamos en épocas de vacas flacas y la ausencia de recursos de la federación hace necesario que los municipios aumenten la recaudación y vean de dónde pueden obtener dinero para pagar alcantarillado, pavimentación, drenaje, agua potable, recolección de basura, alumbrado público o policía, entre otros servicios.