/ lunes 4 de octubre de 2021

Retroceso en Papel

“La riqueza de una nación depende de la producción y de la productividad, no de la abundancia o escasez de los metales preciosos” A. Smith

Cuánta razón tenía Adam Smith, en todo sentido y en todos los casos, únicamente intercambiemos metales preciosos por materia prima y de la misma frase se puede deducir uno de los tantos puntos por los cuales la Iniciativa de reforma de la industria eléctrica no tiene sustento alguno Querido lector, si usted no ha tenido la oportunidad de leer sobre esta iniciativa de reforma de la industria eléctrica le adelanto que es un retroceso en todos sentidos.

Probablemente usted tenga esté forjado bajo los ideales del nacionalismo o comparte las ideas de Lázaro Cárdenas, sobre todo de aquella frase que dice:

“Gobierno o individuo que entrega los recursos naturales a empresas extranjeras, traiciona a la patria”. Si es así, déjeme decirle que, como decía Smith, se necesita producir y no únicamente tener para poder tener riqueza. De nada nos sirve tener tantos yacimientos de petróleo, minas de litio, oro, plata, o cualquier recurso natural si “nuestra” empresa paraestatal no tiene el dinero ni para subsistir, menos para invertir en exploración, extracción y producción.

Hablemos pues de esta Iniciativa que, más que eso, es retroceso en papel. Para empezar y de manera resumida: esta reforma dota a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de hacer y deshacer a su antojo en materia energética, como quien dice, le da todo el poder ¿por qué? Porque AMLO pretende que la CFE sea juez y parte, es decir, pretende desaparecer a la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y a la Comisión Reguladora de Energía (CRE), de esta última recordará que AMLO propuso como una terna para ocupar un puesto como comisionados y que, de los candidatos, hubo quienes no sabían ni el significado de las siglas de las comisiones de las que formarían parte.

Segundo punto, ¿recuerdan el Acuerdo de París? Pues en éste, México tiene el compromiso que para el 2024 el 35% de toda la energía generada en nuestro país deberá ser producida mediante tecnologías limpias o verdes, es decir: energía eólica (si, la de los ventiladores que destruyen el paisaje, según AMLO), solar (mediante paneles solares, fotovoltaicos), hidráulica, mareomotriz, entre otras.

Evidentemente, alcanzar ese porcentaje queda descartado, a decir verdad, desde que la ignorancia de AMLO sobre el tema y tomar tan a la ligera esta industria al mandar a sus lacayos sin conocimiento de la materia a un puesto de comisionado dejaban ver que en cuestión de energía limpia no iba a ser el sexenio.

Tercer punto, la extracción de litio bajo el lema: Es de nuestra nación. ¿de qué te sirve tener reservas altísimas de litio o de cualquier otro recurso natural si la empresa encargada no tiene la tecnología, capacidad y recursos para iniciar una exploración? Exacto, no sirve de nada. Mientras PEMEX tiene pérdidas millonarias, costos de exploración y extracción altísimos y, una burocracia del tamaño del mundo, no hay manera para que la empresa de “todos los mexicanos” pueda hacer esta chamba. Asimismo, las ideas nacionalistas de AMLO han hecho que, a ojos de la 4T, la inversión extranjera sea un evento desafortunado.

Cuarto y último punto, esta iniciativa plantea que la CFE tenga el 54% del mercado nacional, dejando únicamente el 46% a la iniciativa privada previamente establecida. Sumémosle la opacidad con la desaparición de los reguladores (CRE y CNH) y estableciendo esos porcentajes evidentemente existen ya preferencias en el sector, lo que entorpece, encarece y desincentiva la inversión privada y, no sólo eso, la CFE, decidirá a quien y como es que compra ese 46% de energía restante, no hay una competencia justa y al final de esto, quienes absorben lo más somos los consumidores, nunca los productores.

Así pues, estos son para mí los cuatro puntos más importantes y negativos de esta iniciativa presentada, no tiene sustento ni razón de ser. Esperemos que no pase, al ser reformas constitucionales requiere una mayoría que, afortunadamente, no tiene en estos momentos ¿será el PRI aliado de AMLO para esta reforma? Ya veremos qué es lo que sucede.

“La riqueza de una nación depende de la producción y de la productividad, no de la abundancia o escasez de los metales preciosos” A. Smith

Cuánta razón tenía Adam Smith, en todo sentido y en todos los casos, únicamente intercambiemos metales preciosos por materia prima y de la misma frase se puede deducir uno de los tantos puntos por los cuales la Iniciativa de reforma de la industria eléctrica no tiene sustento alguno Querido lector, si usted no ha tenido la oportunidad de leer sobre esta iniciativa de reforma de la industria eléctrica le adelanto que es un retroceso en todos sentidos.

Probablemente usted tenga esté forjado bajo los ideales del nacionalismo o comparte las ideas de Lázaro Cárdenas, sobre todo de aquella frase que dice:

“Gobierno o individuo que entrega los recursos naturales a empresas extranjeras, traiciona a la patria”. Si es así, déjeme decirle que, como decía Smith, se necesita producir y no únicamente tener para poder tener riqueza. De nada nos sirve tener tantos yacimientos de petróleo, minas de litio, oro, plata, o cualquier recurso natural si “nuestra” empresa paraestatal no tiene el dinero ni para subsistir, menos para invertir en exploración, extracción y producción.

Hablemos pues de esta Iniciativa que, más que eso, es retroceso en papel. Para empezar y de manera resumida: esta reforma dota a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de hacer y deshacer a su antojo en materia energética, como quien dice, le da todo el poder ¿por qué? Porque AMLO pretende que la CFE sea juez y parte, es decir, pretende desaparecer a la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y a la Comisión Reguladora de Energía (CRE), de esta última recordará que AMLO propuso como una terna para ocupar un puesto como comisionados y que, de los candidatos, hubo quienes no sabían ni el significado de las siglas de las comisiones de las que formarían parte.

Segundo punto, ¿recuerdan el Acuerdo de París? Pues en éste, México tiene el compromiso que para el 2024 el 35% de toda la energía generada en nuestro país deberá ser producida mediante tecnologías limpias o verdes, es decir: energía eólica (si, la de los ventiladores que destruyen el paisaje, según AMLO), solar (mediante paneles solares, fotovoltaicos), hidráulica, mareomotriz, entre otras.

Evidentemente, alcanzar ese porcentaje queda descartado, a decir verdad, desde que la ignorancia de AMLO sobre el tema y tomar tan a la ligera esta industria al mandar a sus lacayos sin conocimiento de la materia a un puesto de comisionado dejaban ver que en cuestión de energía limpia no iba a ser el sexenio.

Tercer punto, la extracción de litio bajo el lema: Es de nuestra nación. ¿de qué te sirve tener reservas altísimas de litio o de cualquier otro recurso natural si la empresa encargada no tiene la tecnología, capacidad y recursos para iniciar una exploración? Exacto, no sirve de nada. Mientras PEMEX tiene pérdidas millonarias, costos de exploración y extracción altísimos y, una burocracia del tamaño del mundo, no hay manera para que la empresa de “todos los mexicanos” pueda hacer esta chamba. Asimismo, las ideas nacionalistas de AMLO han hecho que, a ojos de la 4T, la inversión extranjera sea un evento desafortunado.

Cuarto y último punto, esta iniciativa plantea que la CFE tenga el 54% del mercado nacional, dejando únicamente el 46% a la iniciativa privada previamente establecida. Sumémosle la opacidad con la desaparición de los reguladores (CRE y CNH) y estableciendo esos porcentajes evidentemente existen ya preferencias en el sector, lo que entorpece, encarece y desincentiva la inversión privada y, no sólo eso, la CFE, decidirá a quien y como es que compra ese 46% de energía restante, no hay una competencia justa y al final de esto, quienes absorben lo más somos los consumidores, nunca los productores.

Así pues, estos son para mí los cuatro puntos más importantes y negativos de esta iniciativa presentada, no tiene sustento ni razón de ser. Esperemos que no pase, al ser reformas constitucionales requiere una mayoría que, afortunadamente, no tiene en estos momentos ¿será el PRI aliado de AMLO para esta reforma? Ya veremos qué es lo que sucede.