Cuando comencé a introducirme en los temas de bienestar integral, una pieza clave para lograrlo sobre todo a nivel laboral, son los ambientes positivos, y esto no solo tiene que ver con una linda frase a la entrada de la oficina, o un afectuoso saludo por parte del líder, o bien un plan de carrera o desarrollo muy claro, vigente y real, para que los colaboradores aspiren y tengan la certeza de que sucederá, o bien procesos de retroalimentación, conversaciones de desarrollo y comunicación efectiva entre los líderes y los propios colaboradores, que se generen espacios de interacción, donde las personas puedan fomentar amistades, que se promueva la empatía, la solidaridad, el trabajo en equipo, efectivamente el bienestar integral es todo esto y mucho más, pero que pasa en la realidad, necesariamente no todos los días te levantas de buenas, te quedas sin agua caliente para bañarte, de camino al trabajo tienes un percance en el tráfico, se atraviesa el tren o miles de cosas que pueden suceder, aquí el tema es como aprendes a manejar este tipo de situaciones, y el primer paso es entender que no se trata de nada personal, el universo, ni un ser supremo tuvo que ver para que sucedieran estas situaciones, lo segundo es que tengas la capacidad de adaptación, y que aunque lo pueda decir muy fácil, le des vuelta a la página y seguir adelante, es decir no te claves.
Seguramente alguna vez, llegaste a tu empleo y te enfrentaste a una situación compleja, o bien te dieron alguna instrucción que no estabas de acuerdo o que no sabías hacerla, o incluso cambiaron indicaciones, lideres o se tomaron decisiones sin consultarte, así funciona la vida real, no necesariamente es como quisiéramos, pero ahí es donde radica el manejo efectivo de las emociones, y tú puedes seguir siendo una persona positiva, incluso puedes cambiar muchas veces el desenlace de las situaciones, siempre toma un par de minutos, considera todas las supuestas situaciones y analiza cual es la mejor para ese momento, nunca tomes decisiones arrebatadas o por impulso, siempre corazón y mente para hacerlo de la mejor manera. Todos los días es un nuevo comienzo, cada día tienes la oportunidad de reinventarte, de moverte hacia el lado positivo, de florecer, de acercarte con personas que te motiven, que te generen ese bienestar que muchas veces ocupas para salir adelante, piensa y luego actúa, se resiliente y emprende ese ambiente positivo necesario en las organizaciones, comunidades y familias, empieza desde casa, con tu pareja, tus hijos, como dar los espacios de comunicación, de confianza y empatía que hoy más que nunca se requieren. Y recuerda que esto es extensivo, tú tienes la responsabilidad de sacar el potencial de las personas que te rodean, de ahí una parte importante de tu liderazgo, el reconocer el talento de las personas que te rodean y sacar la mejor versión de ellos. Aprovecha y potencializa todas las cualidades de los miembros de tu equipo o comunidad. Nos leemos la siguiente semana.