/ domingo 2 de agosto de 2020

Seguridad Alimentaria

“Hay gente tan hambrienta en este mundo, que Dios no puede aparecer frente de ellos salvo en forma de pan.” Mahatma Gandhi.

“Mi niña”, susurró Danssain Lanizou, conteniendo las lágrimas mientras hacía a un lado la frazada que cubría el cuerpo en extremo desnutrido de su hija, El hambre acecha la vida de Haboue Solange que ahora pesa la mitad de los 2.5 kilos que tenía al nacer un mes antes. El coronavirus le quitó a su madre, que no tiene leche suficiente para dar el pecho, sus precarias ventas de fruta y verdura que tenía en Burkina Faso, pequeño país sin acceso al mar en el occidente de África de 20 millones de habitantes, donde la esperanza de vida, a pesar de haber aumentado en la última década es de 60 años.

La pandemia de Covid-19, conlleva además, otras calamidades paralelas que afectan la economía, el sustento diario de alimentos y la educación. Aumentará el número de desempleados y por consiguiente el número de pobres. En el mes de abril, David Beasley, director del Programa Mundial de Alimentos (WFP) de la ONU, alertó que la economía afectada por el coronavirus provocaría hambrunas de “proporciones bíblicas” detallando las etapas de lo que se conoce como seguridad alimentaria. Se declara la hambruna cuando, junto a otras mediciones, el 30 por ciento de la población sufre marasmo.

Latinoamérica, Asia y África subsahariana están ante un futuro incierto de alimentos, lo advirtió la ONU, donde la Covid-19 provocará la muerte de las de 10 mil niños al mes. La educación es otra víctima. Ante el reclamo del pago de colegiaturas atrasadas en una escuela particular, una madre de esta ciudad -omito su nombre y el del plantel- se acercó a la directora: “estimada miss, soy consciente de mi adeudo pero primero tengo que darles de comer a mis hijos”. En nuestro sufrido país, donde las instituciones productivas no reciben estímulos del gobierno de la 4T como en prácticamente todos los países del mundo, muchos padres de familia han dado de baja a sus hijos de escuelas particulares lo que colapsará la educación que proporciona el Estado.

“Trabajar con otros para combatir la pobreza y el sufrimiento” es el lema de OXFAM la confederación internacional de estructuras no gubernamentales que realizan labores humanitarias en 90 países. De acuerdo a un informe divulgado por esta noble institución con sede en Oxford, Reino Unido, refiere que la pandemia no es igual para todos. Si bien está en aumento el número de pobres, también está incrementando fortunas de unos cuantos en países en vías de de4sarrollo y en grandes corporaciones de países ricos.

Desolador panorama que hay que enfrentarlo con entereza y la verdad. Use cubrebocas por favor.

“Hay gente tan hambrienta en este mundo, que Dios no puede aparecer frente de ellos salvo en forma de pan.” Mahatma Gandhi.

“Mi niña”, susurró Danssain Lanizou, conteniendo las lágrimas mientras hacía a un lado la frazada que cubría el cuerpo en extremo desnutrido de su hija, El hambre acecha la vida de Haboue Solange que ahora pesa la mitad de los 2.5 kilos que tenía al nacer un mes antes. El coronavirus le quitó a su madre, que no tiene leche suficiente para dar el pecho, sus precarias ventas de fruta y verdura que tenía en Burkina Faso, pequeño país sin acceso al mar en el occidente de África de 20 millones de habitantes, donde la esperanza de vida, a pesar de haber aumentado en la última década es de 60 años.

La pandemia de Covid-19, conlleva además, otras calamidades paralelas que afectan la economía, el sustento diario de alimentos y la educación. Aumentará el número de desempleados y por consiguiente el número de pobres. En el mes de abril, David Beasley, director del Programa Mundial de Alimentos (WFP) de la ONU, alertó que la economía afectada por el coronavirus provocaría hambrunas de “proporciones bíblicas” detallando las etapas de lo que se conoce como seguridad alimentaria. Se declara la hambruna cuando, junto a otras mediciones, el 30 por ciento de la población sufre marasmo.

Latinoamérica, Asia y África subsahariana están ante un futuro incierto de alimentos, lo advirtió la ONU, donde la Covid-19 provocará la muerte de las de 10 mil niños al mes. La educación es otra víctima. Ante el reclamo del pago de colegiaturas atrasadas en una escuela particular, una madre de esta ciudad -omito su nombre y el del plantel- se acercó a la directora: “estimada miss, soy consciente de mi adeudo pero primero tengo que darles de comer a mis hijos”. En nuestro sufrido país, donde las instituciones productivas no reciben estímulos del gobierno de la 4T como en prácticamente todos los países del mundo, muchos padres de familia han dado de baja a sus hijos de escuelas particulares lo que colapsará la educación que proporciona el Estado.

“Trabajar con otros para combatir la pobreza y el sufrimiento” es el lema de OXFAM la confederación internacional de estructuras no gubernamentales que realizan labores humanitarias en 90 países. De acuerdo a un informe divulgado por esta noble institución con sede en Oxford, Reino Unido, refiere que la pandemia no es igual para todos. Si bien está en aumento el número de pobres, también está incrementando fortunas de unos cuantos en países en vías de de4sarrollo y en grandes corporaciones de países ricos.

Desolador panorama que hay que enfrentarlo con entereza y la verdad. Use cubrebocas por favor.