/ martes 24 de agosto de 2021

Sindicalismo E Internacionalismo

El trabajo, entendido como la actividad humana, personal y subordinada, intelectual o material, que una persona física presta a otra, física o moral, a cambio de un salario, es la fuente de ingresos de millones de familias en el mundo; su regulación, en los términos hoy conocidos, no se entendería sin los movimientos sociales que, a principios del siglo pasado, ocurrieron en México, cuyas demandas fueron incorporadas como derechos humanos de índole social, en la Constitución Política mexicana de 1917, en el artículo 123.

El trabajo, pues, además de dignifica al ser humano y permitirle realizarse para acercarse a la consecución de su felicidad, es útil para abonar en la obtención del bien de la república, del bien común; sin embargo, los trabajadores dependen de los patrones quienes, en algunas ocasiones, suelen presionar, amedrentar y obligar al trabajador a prestar sus servicios en condiciones indebidas. Por tal motivo, surgieron los sindicatos, es decir, las agrupaciones de trabajadores con el objetivo de defender sus intereses profesionales, económicos y laborales de su membresía. Los sindicatos tienen la representación de los trabajadores ante el patrón y ante la autoridad laboral.

La semana pasada Silao de la Victoria estuvo en la vitrina pública, a la expectación nacional y extranjera de lo que ocurriría en una empresa ensambladora automotriz pues, en un hecho inédito, los trabajadores (cerca de seis mil) participaron en un proceso de legitimación del contrato colectivo de trabajo, suscrito por un sindicato perteneciente a la Confederaciones de Trabajadores Mexicanos. Cabe señalar que esta votación obedece a una reposición del procedimiento realizado en abril, pues aquella fue objetada por diversos agentes norteamericanos y trabajadores disidentes, a la luz de Tratado de Libre Comercio México, Estados Unidos y Canadá.

Se trató de un proceso de democracia sindical: participó el Instituto Nacional Electoral con la organización de la elección y la Organización Internacional del Trabajo como observador de la misma. Los trabajadores decidieron no reconocer el contrato suscrito, por tanto, deberá suscribirse otro, el cual deberá ser aprobado por los trabajadores.

Este proceso democrático tiene muchas aristas, dimensiones e intereses. Guste o no Estados Unidos estuvo presente. Veremos qué ocurre en el futuro, no solamente en Silao de la Victoria sino en otras empresas y con otros sindicatos.

Rescato el nuevo sindicalismo en beneficio colectivo. El hecho reportado bien puede calificarse como un hito. Hago votos para que los sindicatos sean realmente representativos y hagan lo que les dicta su naturaleza: trabajar a favor de sus agremiados, pues, ya lo dice el adagio: la unión hace la fuerza.

Esperemos que las condiciones laborales se fortalezcan de manera razonable y sin detrimento económico para el patrón. Es un acto de justicia. Vamos avanzando en la consolidación de la vía civilizada para resolver conflictos, en este caso, en materia del trabajo, mediante el diálogo y el correcto ejercicio de potestades públicas realizado por distintas instituciones.

germanrodriguez32@hotmail.com

El trabajo, entendido como la actividad humana, personal y subordinada, intelectual o material, que una persona física presta a otra, física o moral, a cambio de un salario, es la fuente de ingresos de millones de familias en el mundo; su regulación, en los términos hoy conocidos, no se entendería sin los movimientos sociales que, a principios del siglo pasado, ocurrieron en México, cuyas demandas fueron incorporadas como derechos humanos de índole social, en la Constitución Política mexicana de 1917, en el artículo 123.

El trabajo, pues, además de dignifica al ser humano y permitirle realizarse para acercarse a la consecución de su felicidad, es útil para abonar en la obtención del bien de la república, del bien común; sin embargo, los trabajadores dependen de los patrones quienes, en algunas ocasiones, suelen presionar, amedrentar y obligar al trabajador a prestar sus servicios en condiciones indebidas. Por tal motivo, surgieron los sindicatos, es decir, las agrupaciones de trabajadores con el objetivo de defender sus intereses profesionales, económicos y laborales de su membresía. Los sindicatos tienen la representación de los trabajadores ante el patrón y ante la autoridad laboral.

La semana pasada Silao de la Victoria estuvo en la vitrina pública, a la expectación nacional y extranjera de lo que ocurriría en una empresa ensambladora automotriz pues, en un hecho inédito, los trabajadores (cerca de seis mil) participaron en un proceso de legitimación del contrato colectivo de trabajo, suscrito por un sindicato perteneciente a la Confederaciones de Trabajadores Mexicanos. Cabe señalar que esta votación obedece a una reposición del procedimiento realizado en abril, pues aquella fue objetada por diversos agentes norteamericanos y trabajadores disidentes, a la luz de Tratado de Libre Comercio México, Estados Unidos y Canadá.

Se trató de un proceso de democracia sindical: participó el Instituto Nacional Electoral con la organización de la elección y la Organización Internacional del Trabajo como observador de la misma. Los trabajadores decidieron no reconocer el contrato suscrito, por tanto, deberá suscribirse otro, el cual deberá ser aprobado por los trabajadores.

Este proceso democrático tiene muchas aristas, dimensiones e intereses. Guste o no Estados Unidos estuvo presente. Veremos qué ocurre en el futuro, no solamente en Silao de la Victoria sino en otras empresas y con otros sindicatos.

Rescato el nuevo sindicalismo en beneficio colectivo. El hecho reportado bien puede calificarse como un hito. Hago votos para que los sindicatos sean realmente representativos y hagan lo que les dicta su naturaleza: trabajar a favor de sus agremiados, pues, ya lo dice el adagio: la unión hace la fuerza.

Esperemos que las condiciones laborales se fortalezcan de manera razonable y sin detrimento económico para el patrón. Es un acto de justicia. Vamos avanzando en la consolidación de la vía civilizada para resolver conflictos, en este caso, en materia del trabajo, mediante el diálogo y el correcto ejercicio de potestades públicas realizado por distintas instituciones.

germanrodriguez32@hotmail.com