/ domingo 9 de diciembre de 2018

SINE QUA NON

¡No me dejen solo!

“No sabemos lo que queremos y aun así somos responsables de lo que somos, eso es un hecho.” (Jean-Paul Charles Aymard Sartre (1905-1980) filósofo, escritor, activista político y crítico literario francés, exponente del existencialismo y marxismo humanista).

ANTES Y DESPUÉS

Sin dejar de lado sobre todo en política, qué no estamos al 100% de confianza, de aceptación o de rechazo. Es parte de nuestro sistema democrático –con todo y sus fallas, a veces garrafales- y en particular, un reflejo de lo que hemos vivido al menos desde 1968: La demagogia, el neoliberalismo de Estado, la corrupción de políticos, los fraudes electorales y un largo y penoso etcétera.

Hemos visto a don Andrés Manuel López Obrador en campaña electoral y/o política, al menos desde 2006 a nivel nacional. Hay claroscuros de percepción en los mexicanos sobre las estrategias y mensajes del ahora sí, Presidente de la República. Debemos ver su evolución, con una constante política: La lucha contra la corrupción y por ende, contra lo que él llama “la mafia del poder”. Nos pareció a muchos que se marcaba un deslinde, muy especialmente con una postura que nos confundió: “La política del perdón.” Más siendo un hecho notorio y público, los manejos sucios y criminales de ciertos actores en el gobierno federal y de algunos Estados Federativos.

Otra vez, don Andrés Manuel, en su peculiar estilo, nos sorprende en sus discursos del 1 de diciembre, uno ante el Congreso General y el otro, en la mayor tribuna popular, el zócalo de la ciudad de México; retoma enjundioso temas álgidos: El combate a la corrupción y al neoliberalismo. Vuelve al origen de la verdadera democracia, la participación popular con la arenga: ¡No me dejen solo!

Así, habrá escrutinio para que el Pueblo decida en marzo de 2019, si vamos o no contra los expresidentes corruptos -ya vistos así en el imaginario ciudadano- lo cual vaticina el resultado de la auscultación. Sin soslayar y esperando que se mejorará el método y la sustancia: El castigo judicial y político, que la mayoría de los mexicanos exige. Muy importante es que el Presidente de la República, igual haga considerar al Poder Legislativo, que hasta hoy en México, NO EXISTE el delito de la corrupción, como tal, aunque sí haya elementos en la ideología jurídica, de ciertos delitos, pero en ningún tipo penal está la palabra corrupción.

Sin embargo, el debate legislativo deja por el momento fuera otro rubro de relevancia, aparejado con la comisión de delitos penales: La prescripción, aún laxa en los temas mencionados. Y por cierto, corre una noticia de qué se actualiza denuncia ante el Tribunal Internacional de la Haya, contra EPN por corrupción sistemática, aunque no hay más que la radicación, falta saber si es procedente. La ONG, “Congreso Nacional Ciudadano”, consideró que el expresidente, no “merece el perdón o la amnistía” que provocó algunas desilusiones o confusión.

Entonces, acusar de indecisión, o cambio de postura política, al Presidente López Obrador, ha resultado anticipado y equivocado. Claro, se debe a ésa ya natural y arraigada desconfianza que menciono en aquí. ¿Se trató simplemente de una estrategia? ¿Ganar terreno a la “mafia del poder”, con las mismas herramientas qué ésta viene usando?

EN GUANAJUATO: “foco rojo”

En la penosa y preocupante posición de la escala delincuencial, la peligrosidad, la violencia desatada, los homicidios; ahora, para colmo, a nivel nacional la Entidad llegó a los primeros lugares en la sustracción ilegal de combustibles, (Huachicol, le dicen coloquialmente) y al igual un lugar por debajo de Puebla y Jalisco, en robo al ferrocarril; mientras el gobernador impone fiscal general a modo (“fiscal carnal”). Que más allá de su capacidad profesional, ha sido rebasado por la realidad de la ineficacia. ¿Tal empecinada decisión es asumir “costo político” por Diego Sinhué? Ése riesgo es a título personal y no alcanza para justificar el mantener a Zamarripa Aguirre. No trascenderá para la seguridad de los habitantes y menos para las víctimas que, fallecidas no tienen segunda oportunidad, como Carlos Zamarripa, ni “precio gubernativo”, como pretende Diego Sinhué Rodríguez Vallejo.

LA CONDICIÓN SINE QUA NON

La mayoría de diputados en el nuevo Congreso de Guanajuato, (21 panistas), avalan la decisión de Miguel Márquez, que le pasó la “pelota caliente” al gobernador en turno. La gran pregunta: ¿Por qué? Hemos visto y algunos lo han vivido en carne propia, es decir, la ineficacia del Lic. Zamarripa en la Procuraduría del Estado, es manifiesta, entonces por qué mantenerlo ahora en la nueva figura anticorrupción y por nueve años más. Olvidan los panistas en el Poder que todo cargo es temporal, supeditado a los resultados.

Si el gobernador ha dicho que sufrirá o correrá el riesgo a su “decisión”, bien podemos entender los guanajuatenses que se abre la puerta para el juicio político y que los diputados azules, en lugar de abonar acciones versus la corrupción, parece que la avalan.

Además, debemos sopesar el hecho de que haya 21 diputados de un sólo Partido, de un total de 22 electos por voto directo, es sospechoso y contradictorio en cualquier régimen que se precie realmente de ser democrático. Una hegemonía “ganada” con argucias, compra de votos, o amenaza de pérdida de algunas ayudas a los ciudadanos y familias menesterosas. ¿Cómo negar lo obvio? Los congresistas deben sopesar muy bien sus decisiones, si hay duda razonable sobre cómo llegaron a una curul, al menos deben salvar la situación, como se dice: “Para sacarse la espina”.

El gobernador, no debe desdeñar la opinión pública, más en asuntos de tal gravedad como el combate a la corrupción, la impunidad y la delincuencia. No debe obedecer a posturas de interés particular o de su grupo político, sino por el contrario, atender los reclamos sociales con atingencia a éstos.

El Presidente de la República, nos dice que se aplicará en el combate al “huachicol”, en Guanajuato, lo que es urgente, incluso no nada más para nuestra propia seguridad, dados los efectos “colaterales” o como quiera que resulten las víctimas, sino por el daño patrimonial que significa a la Federación. ¿Será visto como “paliativo” por el gobernador de Guanajuato?

Bueno, debemos esperar que don Diego Sinhué, gracias a una lucidez política, recapitule, después de los deslices políticos y el rechazo popular contra su empeño en la designación del fiscal general, sobre todo, porque el verdadero riesgo es para la sociedad. Y que al igual que al Presidente de México, tenga la certeza de que en las acciones de gobierno bien hechas, no lo dejaremos solo. Tienen ustedes, mis estimados y bien ponderados lectores, la última opinión. Salud, Alegría y Prosperidad.

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¡No me dejen solo!

“No sabemos lo que queremos y aun así somos responsables de lo que somos, eso es un hecho.” (Jean-Paul Charles Aymard Sartre (1905-1980) filósofo, escritor, activista político y crítico literario francés, exponente del existencialismo y marxismo humanista).

ANTES Y DESPUÉS

Sin dejar de lado sobre todo en política, qué no estamos al 100% de confianza, de aceptación o de rechazo. Es parte de nuestro sistema democrático –con todo y sus fallas, a veces garrafales- y en particular, un reflejo de lo que hemos vivido al menos desde 1968: La demagogia, el neoliberalismo de Estado, la corrupción de políticos, los fraudes electorales y un largo y penoso etcétera.

Hemos visto a don Andrés Manuel López Obrador en campaña electoral y/o política, al menos desde 2006 a nivel nacional. Hay claroscuros de percepción en los mexicanos sobre las estrategias y mensajes del ahora sí, Presidente de la República. Debemos ver su evolución, con una constante política: La lucha contra la corrupción y por ende, contra lo que él llama “la mafia del poder”. Nos pareció a muchos que se marcaba un deslinde, muy especialmente con una postura que nos confundió: “La política del perdón.” Más siendo un hecho notorio y público, los manejos sucios y criminales de ciertos actores en el gobierno federal y de algunos Estados Federativos.

Otra vez, don Andrés Manuel, en su peculiar estilo, nos sorprende en sus discursos del 1 de diciembre, uno ante el Congreso General y el otro, en la mayor tribuna popular, el zócalo de la ciudad de México; retoma enjundioso temas álgidos: El combate a la corrupción y al neoliberalismo. Vuelve al origen de la verdadera democracia, la participación popular con la arenga: ¡No me dejen solo!

Así, habrá escrutinio para que el Pueblo decida en marzo de 2019, si vamos o no contra los expresidentes corruptos -ya vistos así en el imaginario ciudadano- lo cual vaticina el resultado de la auscultación. Sin soslayar y esperando que se mejorará el método y la sustancia: El castigo judicial y político, que la mayoría de los mexicanos exige. Muy importante es que el Presidente de la República, igual haga considerar al Poder Legislativo, que hasta hoy en México, NO EXISTE el delito de la corrupción, como tal, aunque sí haya elementos en la ideología jurídica, de ciertos delitos, pero en ningún tipo penal está la palabra corrupción.

Sin embargo, el debate legislativo deja por el momento fuera otro rubro de relevancia, aparejado con la comisión de delitos penales: La prescripción, aún laxa en los temas mencionados. Y por cierto, corre una noticia de qué se actualiza denuncia ante el Tribunal Internacional de la Haya, contra EPN por corrupción sistemática, aunque no hay más que la radicación, falta saber si es procedente. La ONG, “Congreso Nacional Ciudadano”, consideró que el expresidente, no “merece el perdón o la amnistía” que provocó algunas desilusiones o confusión.

Entonces, acusar de indecisión, o cambio de postura política, al Presidente López Obrador, ha resultado anticipado y equivocado. Claro, se debe a ésa ya natural y arraigada desconfianza que menciono en aquí. ¿Se trató simplemente de una estrategia? ¿Ganar terreno a la “mafia del poder”, con las mismas herramientas qué ésta viene usando?

EN GUANAJUATO: “foco rojo”

En la penosa y preocupante posición de la escala delincuencial, la peligrosidad, la violencia desatada, los homicidios; ahora, para colmo, a nivel nacional la Entidad llegó a los primeros lugares en la sustracción ilegal de combustibles, (Huachicol, le dicen coloquialmente) y al igual un lugar por debajo de Puebla y Jalisco, en robo al ferrocarril; mientras el gobernador impone fiscal general a modo (“fiscal carnal”). Que más allá de su capacidad profesional, ha sido rebasado por la realidad de la ineficacia. ¿Tal empecinada decisión es asumir “costo político” por Diego Sinhué? Ése riesgo es a título personal y no alcanza para justificar el mantener a Zamarripa Aguirre. No trascenderá para la seguridad de los habitantes y menos para las víctimas que, fallecidas no tienen segunda oportunidad, como Carlos Zamarripa, ni “precio gubernativo”, como pretende Diego Sinhué Rodríguez Vallejo.

LA CONDICIÓN SINE QUA NON

La mayoría de diputados en el nuevo Congreso de Guanajuato, (21 panistas), avalan la decisión de Miguel Márquez, que le pasó la “pelota caliente” al gobernador en turno. La gran pregunta: ¿Por qué? Hemos visto y algunos lo han vivido en carne propia, es decir, la ineficacia del Lic. Zamarripa en la Procuraduría del Estado, es manifiesta, entonces por qué mantenerlo ahora en la nueva figura anticorrupción y por nueve años más. Olvidan los panistas en el Poder que todo cargo es temporal, supeditado a los resultados.

Si el gobernador ha dicho que sufrirá o correrá el riesgo a su “decisión”, bien podemos entender los guanajuatenses que se abre la puerta para el juicio político y que los diputados azules, en lugar de abonar acciones versus la corrupción, parece que la avalan.

Además, debemos sopesar el hecho de que haya 21 diputados de un sólo Partido, de un total de 22 electos por voto directo, es sospechoso y contradictorio en cualquier régimen que se precie realmente de ser democrático. Una hegemonía “ganada” con argucias, compra de votos, o amenaza de pérdida de algunas ayudas a los ciudadanos y familias menesterosas. ¿Cómo negar lo obvio? Los congresistas deben sopesar muy bien sus decisiones, si hay duda razonable sobre cómo llegaron a una curul, al menos deben salvar la situación, como se dice: “Para sacarse la espina”.

El gobernador, no debe desdeñar la opinión pública, más en asuntos de tal gravedad como el combate a la corrupción, la impunidad y la delincuencia. No debe obedecer a posturas de interés particular o de su grupo político, sino por el contrario, atender los reclamos sociales con atingencia a éstos.

El Presidente de la República, nos dice que se aplicará en el combate al “huachicol”, en Guanajuato, lo que es urgente, incluso no nada más para nuestra propia seguridad, dados los efectos “colaterales” o como quiera que resulten las víctimas, sino por el daño patrimonial que significa a la Federación. ¿Será visto como “paliativo” por el gobernador de Guanajuato?

Bueno, debemos esperar que don Diego Sinhué, gracias a una lucidez política, recapitule, después de los deslices políticos y el rechazo popular contra su empeño en la designación del fiscal general, sobre todo, porque el verdadero riesgo es para la sociedad. Y que al igual que al Presidente de México, tenga la certeza de que en las acciones de gobierno bien hechas, no lo dejaremos solo. Tienen ustedes, mis estimados y bien ponderados lectores, la última opinión. Salud, Alegría y Prosperidad.

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