“Como nada es tan hermoso que conocer la verdad, nada es más vergonzoso que aprobar la mentira, y tomarla por verdad” (Marco Tulio Cicerón, filósofo latino, jurista, orador y político, 106-43 a.C.)
Por este medio, estimados lectores y amigos, a nombre propio y de mi familia, agradezco las muestras de solidaridad que nos han brindado con motivo del deceso de mi hermano Hugo.
Su fallecimiento fue tan inesperado como trágico para nosotros. El jueves al mediodía, en las oficinas del INE en Durango, se llevó a cabo una emotiva ceremonia que le brindaron sus colaboradores, presidida por el doctor Ciro Murayama Rendón, consejero electoral del Ejecutivo Nacional, quien vino representando al consejero presidente, doctor Lorenzo Córdoba. Luego, a las 4 de la tarde, hubo una misa de honras funerarias, en la catedral de Durango, que estuvo muy concurrida. El gobernador presentó sus condolencias, así como otros funcionarios locales y federales.
El tiempo es inexorable y nosotros, pasamos en este mundo casi en un pestañeo. Mi hermano, aun con plenitud de facultades, luego de 30 años de servicio leal, eficaz y profesional, en una de las Instituciones más trascedentes en la vida política de México, se adelantó y cumplió su destino; honrando el legado que nos dejó nuestro progenitor: Trabajo honrado, cumplir aun contra viento y marea, con carácter y determinación, sin servilismos; respetando siempre el derecho de los demás. En fin.
De la misma manera, agradecemos a esta casa editora bajo la dirección de don Argimiro González Pérez, gran amigo, por su apoyo, y que en éste momento aciago dedicó el viernes 1 de febrero, un espacio para dar una semblanza de nuestro querido consanguíneo. Y pues el mundo sigue su curso, así qué presento a su cara consideración, como es usual, esta colaboración dominical:
CONTEXTO
Hemos estado padeciendo los embates del crimen organizado en varios lustros, hoy particularmente álgido en el problema de la sustracción ilegal de combustibles y al estarse destapando la cloaca, surgen hechos inusitados casi tanto como si se tratara de una novela de Ian Lancaster Fleming, aquél periodista, escritor y oficial británico, conocido por sus novelas de espionaje y su famoso personaje de ficción James Bond. ¿Quién se imaginaba qué desde las plataformas de extracción de petróleo había una especie de “piratería” y de ahí su venta al extranjero? Resulta increíble que buques tanque se estuvieran llevando ilícitamente el crudo, aunque casi todo sospechábamos malos manejos en Pemex, no teníamos la malicia o imaginación para suponer la gran escala del robo y daño a la Nación.
De esa situación surgen dudas razonables: ¿Hasta dónde llegan el desfalco, el robo, los daños? ¿Qué sabe el Presidente de México, de ello? Y sobre todo, ¿Cuándo y hasta dónde seremos informados los mexicanos? ¿Se nos dirá por fin la verdad, la magnitud del problema? ¿Qué hará finalmente don Andrés Manuel, en la solución de esta situación?
LA REALIDAD
Mientras, el mal afamado “huachicol” parece hoy, un asunto además de economía “subterránea”, forjado y fomentado como una espesa cortina para velar la verdad: El gran robo sucede en las altas esferas políticas y de los funcionarios mayores en Pemex. De tal suerte que el informe sobre la credibilidad financiera de la paraestatal, que ha sido emitido por una empresa consultora extranjera, parece razonablemente real. Los mexicanos, sin ser especialistas en el análisis crediticio, por supuesto que damos por sentado que Pemex, no es confiable y sobre todo, qué su crisis se debe precisamente, a los malos manejos, a la corrupción y sigue siendo un recurso financiero público, que ante las cargas y pasivos del gobierno federal, es una “fuente” para mitigar dichos gastos, con todo y qué no es administrativamente correcto. Ésa situación, de sostenerse, hará el “hoyo financiero”, más hondo.
SOLUCIONES
He insistido en concordancia con aquéllos que consideran que Pemex, en realidad es una carga insostenible, más que una solución viable. El actual gobierno federal cree que hay que inyectar capital a la paraestatal para que cumpla su cometido y que alcanza con erradicar la corrupción y combatir el “huachicol” sea de la escala qué sea. Y en tal tesitura, el Presidente se ha molestado por las opiniones de Finch Ratings. Sin embargo, aunque algunas recomendaciones han sido atendidas en formas análogas, a las aquí vertidas, obvio por ser consenso generalizado, como ordenar la intervención de las fuerzas militares (requisa); es urgente: 1. Liquidar a la paraestatal. Ya no es viable y su grado de corrupción, la inercia que ello produce, sólo puede controlarse finiquitando su operación; 2. Dejar la dependencia del petróleo. Es decir, la economía nacional y en particular la microeconomía, debe ir por otros cauces y ello significa fortalecer lo interno: Industria, Agricultura, Empleo; y mejoras salariales, una política fiscal eficaz, lo que no quiere decir aumento de impuestos, sino al contrario, su reducción y redistribución; 3. Establecer las fuentes de energía primordial –mal llamada alternativa- solar, eólica, hidráulica, nuclear, etc., lo que también fortalecería el medio ambiente natural; 4. El tema de la Educación, es toral, a la vez que en realidad no es tan complejo como lo vienen considerando las partes que al final toman decisiones: La SEP, el Presidente y el Sindicato (Cualquiera de los existentes), sin que se tome en cuenta a otro sector primordial, los padres de familia y la sociedad mexicana. La educación pública, es malamente considerada sólo un tema político, pero se minimiza la formación, los programas educativos, la capacitación continua de los profesores y, se tiene la percepción social de que los primeros son los que mandan en perjuicio de los sujetos pasivos, los educandos y sus familias, cuando también deben ser activos; 5. La Seguridad, es otro tema muy relevante. Sí el gobierno federal sostiene por más tiempo su política de no aplicar la fuerza legítima, incluso en casos de flagrancia, creyendo que sólo tales sujetos como por ejemplo, los del “huachicol menor”, actúan por su pobreza, aunque inicialmente sea cierto, es un error que costará mucho, aplicar un mejoral económico, sólo solapara la mal vivencia, no la corregirá. Es una cruda realidad. ¿Cómo aceptar que un procurador general de justicia, delegado aquí; diga a los medios que no sabía del asunto de cierto “cartel huachicolero”? ¿Qué se nos diga qué en el caso del robo de vehículos en Celaya, no es de tal magnitud?
LA CONDICIÓN SINE QUA NON
Estoy consciente de que paliar con el crimen, es una tarea difícil, incluso complejo. Qué sus estrategias deben ser no tanto secretas, sí reservadas; pero los ciudadanos tenemos el derecho a la información y más aún, de saber con toda certeza, la verdad. Tal como nos indica el título de esta colaboración, tomada del Evangelio de San Juan: “Decía, pues, Jesús a los judíos que habían creído en él: «Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres" (Juan 8:31,32) y el epígrafe. ¿Qué pasa en realidad en Pemex? ¿Hasta dónde llega el robo de vehículos en Celaya? La verdad, nos sirve para tomar decisiones acertadas, precisamente sin la opresión de la duda, del miedo. Y las propuestas aquí señaladas, son un ápice, hay que ir pues, al fondo, a la sustancia: El combate a la corrupción, en la que se incluye, la mentira.
Tienen ustedes, mis estimados lectores, como es usual, la última opinión. Salud, Alegría y Prosperidad, con la verdad.
