/ domingo 3 de marzo de 2019

Sine qua non

Socarronería Política

“La paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia la debilidad del fuerte.” (Immanuel Kant, Filósofo Alemán, 1724-1804)

Se hace cotidiano

El “nuevo estilo” de la información masiva, en política, ahora es a partir de las conferencias matutinas del Presidente de la República Mexicana. Se llega a decir que incluso, le ha quitado “rating” a las televisoras que tradicionalmente, nos inundaban con sus “noticieros”, con o sin sustancia, o con apego o no, a la verdad.

¿Será ésa una estrategia de don Andrés Manuel, para ir desgranando el “poder” que produce la información? No olvidemos que en tiempos recientes, al menos las dos poderosas empresas televisoras en México, que no necesito nombrar, tenían la encomienda de fomentar y exaltar estrategias contra el avance de un hombre considerado como “un peligro para México”. Aunque hoy, los empresarios y socios mayoritarios de esas empresas, están a “romper un piñón” con el Presidente, incluso han ofertado a éste, una asesoría en negocios en lo que corresponde a la visión de ése rubro, que según ellos, debe tener cualquier gobernante –y sobre todo, el Presidente, dado su peculiar estilo de ver lo empresarial, con todo y lo difuso que resulte para algunos, tal postura-

¿Entonces cómo vamos los ciudadanos a tener una información útil, veraz, oportuna? No debemos suponer y menos dar por hecho, que lo manifestado cada mañana temprano, en las conferencias del Presidente, a veces aderezadas por algunos colaboradores, sea una verdad absoluta, diáfana, sin cortapisas o mejor aún, objetiva –aún dentro de la subjetividad- antes debemos prevenir las siguientes consideraciones: 1.- En primer lugar, don Andrés Manuel, no es un comunicador propiamente dicho en relación al trabajo profesional de cualquier medio de comunicación masivo, no es reportero, columnista, editorialista, etc., -incluso ha mostrado desconfianza y hasta desdén, por algunos medios o por ciertos periodistas; 2.- Sus fuentes no son siempre acertadas, alguien le pasa información y así la transmite, lo que ha generado errores y confusiones; 3.- Su postura primordial es su propia visión política, de ahí que emite calificativos, opiniones personales para determinadas situaciones, o hechos que vayan afectando su postulado; 4.- Nos ha estado “soltando información” antes reservada, en particular sobre el ejercicio de los expresidentes y otros funcionarios, que los vincula con la corrupción –lo que por otra parte, va abriendo los ojos ciudadanos, pero trae más encono y hasta confusión, pues no se vislumbra sanción-

LA CORRUPCIÓN

A todas esas noticias, que más bien son comentarios del señor Presidente, hay una reacción, por una parte la molestia de los mexicanos bien nacidos; el repudio y calificativos de extranjeros que ya nos tienen como el País en que nuestro “oxígeno es la corrupción”; la diatriba de los “ofendidos”, principalmente de Felipillo y el neocacique de San Cristóbal, quienes merecen un monumento a la “bellaquería política”; pero, ¿Qué? Nos seguimos preguntando. Para algunos analistas se trata de una simple estrategia de AMLO para ir abonando el terreno –que en realidad ni falta hace- para tener un clima propicio en la “encuesta” sobre sí queremos o no, que se persiga judicialmente a ése tipo de mega-corruptos. Y lo digo no porque sea mi estilo el “amarillismo” o la difamación, abusando de mi libertad de expresión y opinión. No, simplemente es por causa de que son hechos notorios y públicos, que no requieren demostración: El enriquecimiento desmedido e injustificado de tales sujetos aludidos y su impunidad, aderezada de burla y un alto desdén por los mexicanos y nuestras Leyes e Instituciones.

LA REALIDAD

Una mayoría aplastante de mexicanos, por supuesto que querrá sean llevados a la picota judicial, tales personajes nefastos. No se necesita ninguna consulta, ni “calentar la gallera”. Se requiere que el nuevo Fiscal General, se ponga a realizar su trabajo, tanto en lo que ya existe, como en lo que vaya resultando. Hay expedientes de indagación, pero tal parece que han “desaparecido”, por ello, los dos expresidentes aludidos, están muy engallados, en particular el neocacique. No es trascedente que el Presidente, no esté expresamente facultado para ordenar denuncias o querellas, pero sí tiene obligación de pedir se investigue a fondo, no sólo comentar hechos o situaciones, recordemos que juró velar, cumplir y hacer cumplir la Constitución Federal y las Leyes que de ella resulten. Andar anunciando tales conductas, sin acción judicial, da tiempo y modo para seguir eludiendo la justicia.

EN EL TERRUÑO

En especial petición ciudadana de una buena parte de los celayenses bien nacidos, hay que recordarle a la señora Paniagua, que deje atrás la simulación y la política de distracción: Con eso de crear aquí un nosocomio para alienados, no por el hecho mismo, sino por tener los celayenses otras prioridades, como por ejemplo, el eficaz combate a la inseguridad pública, que sufrimos todos los días. Con todo y los 13 millones que recibirá para ése rubro de “la seguridad”, porque dinero y más dinero… es mal “consejero”. Y entonces la gente pregunta: ¿Qué pasará ya que va a entrar la “Guardia Nacional”? Hace mucha falta la congruencia y la coordinación entre las diversas fuerzas del orden. Y se ve de tiempo ha, que la señora Elvira, es especialista en aquello de allegarse o gestionar recursos públicos o empréstitos, desde que era Diputada Local y ahora, pues sigue en la misma tónica, pero por desgracia, no se ven buenos resultados para la ciudadanía. Ello, por supuesto sin soslayar que sí se necesita del recurso económico para implementar y desarrollar políticas públicas, el punto de inconformidad es que no hay claridad, ni menos, rendición de cuentas y menos aún, eficacia gubernativa. Esa es pues, la vox populi.

LA CONDICIÓN SINE QUA NON

Sin duda alguna que una parte álgida de la anunciada –y retardada- transición a que se comprometió don Andrés Manuel, es el combate a la corrupción y ya, no sólo en el discurso, sino en la acción en serio, a fondo y con toda la legalidad y profesionalismo. Es posible que el Presidente tenga prisa, por eso va “despacio”, como aludo en el epígrafe de hoy. Pero no debe haber ninguna especie de juego político, ni politizar la acción de la Justicia. Se debe pues, aplicar la Ley. Muy especialmente, esperamos –y claro, necesitamos- los mexicanos, tener una reparación del daño patrimonial a la Nación: Justicia Restitutoria, como ya he mencionado en este espacio, porque hay de dónde recuperar.

Mis estimados lectores, como siempre, tienen ustedes la última opinión. Salud, Alegría y Prosperidad.

Socarronería Política

“La paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia la debilidad del fuerte.” (Immanuel Kant, Filósofo Alemán, 1724-1804)

Se hace cotidiano

El “nuevo estilo” de la información masiva, en política, ahora es a partir de las conferencias matutinas del Presidente de la República Mexicana. Se llega a decir que incluso, le ha quitado “rating” a las televisoras que tradicionalmente, nos inundaban con sus “noticieros”, con o sin sustancia, o con apego o no, a la verdad.

¿Será ésa una estrategia de don Andrés Manuel, para ir desgranando el “poder” que produce la información? No olvidemos que en tiempos recientes, al menos las dos poderosas empresas televisoras en México, que no necesito nombrar, tenían la encomienda de fomentar y exaltar estrategias contra el avance de un hombre considerado como “un peligro para México”. Aunque hoy, los empresarios y socios mayoritarios de esas empresas, están a “romper un piñón” con el Presidente, incluso han ofertado a éste, una asesoría en negocios en lo que corresponde a la visión de ése rubro, que según ellos, debe tener cualquier gobernante –y sobre todo, el Presidente, dado su peculiar estilo de ver lo empresarial, con todo y lo difuso que resulte para algunos, tal postura-

¿Entonces cómo vamos los ciudadanos a tener una información útil, veraz, oportuna? No debemos suponer y menos dar por hecho, que lo manifestado cada mañana temprano, en las conferencias del Presidente, a veces aderezadas por algunos colaboradores, sea una verdad absoluta, diáfana, sin cortapisas o mejor aún, objetiva –aún dentro de la subjetividad- antes debemos prevenir las siguientes consideraciones: 1.- En primer lugar, don Andrés Manuel, no es un comunicador propiamente dicho en relación al trabajo profesional de cualquier medio de comunicación masivo, no es reportero, columnista, editorialista, etc., -incluso ha mostrado desconfianza y hasta desdén, por algunos medios o por ciertos periodistas; 2.- Sus fuentes no son siempre acertadas, alguien le pasa información y así la transmite, lo que ha generado errores y confusiones; 3.- Su postura primordial es su propia visión política, de ahí que emite calificativos, opiniones personales para determinadas situaciones, o hechos que vayan afectando su postulado; 4.- Nos ha estado “soltando información” antes reservada, en particular sobre el ejercicio de los expresidentes y otros funcionarios, que los vincula con la corrupción –lo que por otra parte, va abriendo los ojos ciudadanos, pero trae más encono y hasta confusión, pues no se vislumbra sanción-

LA CORRUPCIÓN

A todas esas noticias, que más bien son comentarios del señor Presidente, hay una reacción, por una parte la molestia de los mexicanos bien nacidos; el repudio y calificativos de extranjeros que ya nos tienen como el País en que nuestro “oxígeno es la corrupción”; la diatriba de los “ofendidos”, principalmente de Felipillo y el neocacique de San Cristóbal, quienes merecen un monumento a la “bellaquería política”; pero, ¿Qué? Nos seguimos preguntando. Para algunos analistas se trata de una simple estrategia de AMLO para ir abonando el terreno –que en realidad ni falta hace- para tener un clima propicio en la “encuesta” sobre sí queremos o no, que se persiga judicialmente a ése tipo de mega-corruptos. Y lo digo no porque sea mi estilo el “amarillismo” o la difamación, abusando de mi libertad de expresión y opinión. No, simplemente es por causa de que son hechos notorios y públicos, que no requieren demostración: El enriquecimiento desmedido e injustificado de tales sujetos aludidos y su impunidad, aderezada de burla y un alto desdén por los mexicanos y nuestras Leyes e Instituciones.

LA REALIDAD

Una mayoría aplastante de mexicanos, por supuesto que querrá sean llevados a la picota judicial, tales personajes nefastos. No se necesita ninguna consulta, ni “calentar la gallera”. Se requiere que el nuevo Fiscal General, se ponga a realizar su trabajo, tanto en lo que ya existe, como en lo que vaya resultando. Hay expedientes de indagación, pero tal parece que han “desaparecido”, por ello, los dos expresidentes aludidos, están muy engallados, en particular el neocacique. No es trascedente que el Presidente, no esté expresamente facultado para ordenar denuncias o querellas, pero sí tiene obligación de pedir se investigue a fondo, no sólo comentar hechos o situaciones, recordemos que juró velar, cumplir y hacer cumplir la Constitución Federal y las Leyes que de ella resulten. Andar anunciando tales conductas, sin acción judicial, da tiempo y modo para seguir eludiendo la justicia.

EN EL TERRUÑO

En especial petición ciudadana de una buena parte de los celayenses bien nacidos, hay que recordarle a la señora Paniagua, que deje atrás la simulación y la política de distracción: Con eso de crear aquí un nosocomio para alienados, no por el hecho mismo, sino por tener los celayenses otras prioridades, como por ejemplo, el eficaz combate a la inseguridad pública, que sufrimos todos los días. Con todo y los 13 millones que recibirá para ése rubro de “la seguridad”, porque dinero y más dinero… es mal “consejero”. Y entonces la gente pregunta: ¿Qué pasará ya que va a entrar la “Guardia Nacional”? Hace mucha falta la congruencia y la coordinación entre las diversas fuerzas del orden. Y se ve de tiempo ha, que la señora Elvira, es especialista en aquello de allegarse o gestionar recursos públicos o empréstitos, desde que era Diputada Local y ahora, pues sigue en la misma tónica, pero por desgracia, no se ven buenos resultados para la ciudadanía. Ello, por supuesto sin soslayar que sí se necesita del recurso económico para implementar y desarrollar políticas públicas, el punto de inconformidad es que no hay claridad, ni menos, rendición de cuentas y menos aún, eficacia gubernativa. Esa es pues, la vox populi.

LA CONDICIÓN SINE QUA NON

Sin duda alguna que una parte álgida de la anunciada –y retardada- transición a que se comprometió don Andrés Manuel, es el combate a la corrupción y ya, no sólo en el discurso, sino en la acción en serio, a fondo y con toda la legalidad y profesionalismo. Es posible que el Presidente tenga prisa, por eso va “despacio”, como aludo en el epígrafe de hoy. Pero no debe haber ninguna especie de juego político, ni politizar la acción de la Justicia. Se debe pues, aplicar la Ley. Muy especialmente, esperamos –y claro, necesitamos- los mexicanos, tener una reparación del daño patrimonial a la Nación: Justicia Restitutoria, como ya he mencionado en este espacio, porque hay de dónde recuperar.

Mis estimados lectores, como siempre, tienen ustedes la última opinión. Salud, Alegría y Prosperidad.

ÚLTIMASCOLUMNAS