/ lunes 13 de mayo de 2019

Sine Qua Non

La redacción, un reto

Aplico en esta colaboración un nuevo formato. Desafío que me lleva por el delicioso y sinuoso camino de una mejor redacción. Para optimizar mi trabajo, debo sintetizar y aplicar métodos cuyo objetivo, amén de la técnica, es lograr comunicarme con ustedes y reflexionar juntos en el género que escogí: El artículo de fondo. Comparto hoy, esos elementos. Con ánimo de explicar cómo se debe lograr un artículo accesible y de interés. De suyo, difícil. No se trata sólo de la pericia, menos de presunción, sino de sensibilidad, inteligencia y temática de interés o actualidad. Eso me propongo lograr.

Un buen artículo requiere de claridad, concisión, sencillez y fases de planeación e investigación, preparando un borrador asentando ideas y lectura de fuentes, según el tema seleccionado. Se debe entender lo indagado, si no el escrito corre el riesgo de no ser digerido por los lectores. Luego, plasmar esa lluvia de ideas y conceptos al mensaje que vamos a comunicar. En este paso, debemos usar un lenguaje claro, sin rebuscamiento, evitar palabras técnicas. La concisión es no abusar de adjetivos o muletillas, cacofonías o barbarismos. Decir lo más, con menos. La sencillez, nace de la naturalidad. Las palabras de uso común, sin caer en la vulgaridad o el empleo de ofensas. Sin perjuicio –creo yo- de inducir al lector a conocer el significado de palabras no tan comunes, porque eso nos lleva a enriquecer nuestro vocabulario. Basta ver como actualmente, las generaciones de las “redes sociales”, desvirtúan el lenguaje más común y cotidiano. Sin olvidar que no es igual hablar, que escribir. Finalmente, revisar las veces necesarias nuestro trabajo, hasta lograr que sea entendible y claro.

LA CONDICIÓN SINE QUA NON: ¿Adiós a la “retórica”? No. Debemos practicar mucho. Escribe claro, quien piensa claro. Se pueden aplicar ésas reglas en cualquier trabajo de redacción, sean escolares, técnicos o profesionales. Tienen la última opinión. Salud, Alegría y Prosperidad.

La redacción, un reto

Aplico en esta colaboración un nuevo formato. Desafío que me lleva por el delicioso y sinuoso camino de una mejor redacción. Para optimizar mi trabajo, debo sintetizar y aplicar métodos cuyo objetivo, amén de la técnica, es lograr comunicarme con ustedes y reflexionar juntos en el género que escogí: El artículo de fondo. Comparto hoy, esos elementos. Con ánimo de explicar cómo se debe lograr un artículo accesible y de interés. De suyo, difícil. No se trata sólo de la pericia, menos de presunción, sino de sensibilidad, inteligencia y temática de interés o actualidad. Eso me propongo lograr.

Un buen artículo requiere de claridad, concisión, sencillez y fases de planeación e investigación, preparando un borrador asentando ideas y lectura de fuentes, según el tema seleccionado. Se debe entender lo indagado, si no el escrito corre el riesgo de no ser digerido por los lectores. Luego, plasmar esa lluvia de ideas y conceptos al mensaje que vamos a comunicar. En este paso, debemos usar un lenguaje claro, sin rebuscamiento, evitar palabras técnicas. La concisión es no abusar de adjetivos o muletillas, cacofonías o barbarismos. Decir lo más, con menos. La sencillez, nace de la naturalidad. Las palabras de uso común, sin caer en la vulgaridad o el empleo de ofensas. Sin perjuicio –creo yo- de inducir al lector a conocer el significado de palabras no tan comunes, porque eso nos lleva a enriquecer nuestro vocabulario. Basta ver como actualmente, las generaciones de las “redes sociales”, desvirtúan el lenguaje más común y cotidiano. Sin olvidar que no es igual hablar, que escribir. Finalmente, revisar las veces necesarias nuestro trabajo, hasta lograr que sea entendible y claro.

LA CONDICIÓN SINE QUA NON: ¿Adiós a la “retórica”? No. Debemos practicar mucho. Escribe claro, quien piensa claro. Se pueden aplicar ésas reglas en cualquier trabajo de redacción, sean escolares, técnicos o profesionales. Tienen la última opinión. Salud, Alegría y Prosperidad.

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