/ martes 29 de octubre de 2019

Sine Qua Non

¿Razones de peso?

El escritor y periodista Carlos Monsiváis, en sus críticas llamaba a Guanajuato, considerado al Centro y Bajío de la República: “El cinturón del rosario”, en razón de que aquí hay un 95% aproximado de fieles a la Religión Católica Romana. Mientras, por ejemplo, para el Sureste –incluido Tabasco- el porcentaje de católicos anda en un 56% más o menos.

El dato viene a colación por la “simpatía” que deja ver el Presidente de México, por las religiones protestantes, ya en su lenguaje, sus mensajes –no tan encriptados- y su “postura política de amor al prójimo y el perdón a los <pecadores>” léase narcos y demás lacras. Sumada la circunstancia legal: La coalición electoral “Juntos Haremos Historia”, en que precisamente, el PES, es ligado a dichas confesiones no católicas. Se dice en datos del INEGI que hay alrededor de 20 millones de mexicanos en las religiones protestantes. Forman parte de los 88.7 millones de electores, de los cuáles 32 millones en números redondos, votaron por AMLO. ¿Mera coincidencia?

LA CONDICIÓN SINE QUA NON: No niego el derecho del Presidente a inclinarse por cualquier confesión religiosa, eso es de su incumbencia personal y ahí debería quedar. Lo que nos interesa a los mexicanos es que debe gobernar y bien, para todos, sin distinción religiosa. Sin olvidar la premisa universal del Juarismo, al que tanto invocaba antes de sentarse en la “Silla del Águila”: El Laicismo. Porque lo contrario ahondará el divisionismo que impulsó para llegar a donde está hoy. No necesitamos la “etiqueta de conservadores”, no como lo dice en sus mensajes. No somos enemigos de los demás mexicanos. ¿Por ello no viene a Guanajuato, el Presidente? Aquí no hay “santa inquisición”. En esta tierra todavía corre el ánimo, el espíritu de la Libertad y el pensamiento libre. Y sobre todo, sabemos convivir con quienes piensen distinto. No hay pues razones para que AMLO nos tilde como sus “enemigos” y debe abonar a resolver los problemas de inseguridad, para empezar. Tienen mis estimados, la última opinión. Salud, Alegría y Prosperidad.

¿Razones de peso?

El escritor y periodista Carlos Monsiváis, en sus críticas llamaba a Guanajuato, considerado al Centro y Bajío de la República: “El cinturón del rosario”, en razón de que aquí hay un 95% aproximado de fieles a la Religión Católica Romana. Mientras, por ejemplo, para el Sureste –incluido Tabasco- el porcentaje de católicos anda en un 56% más o menos.

El dato viene a colación por la “simpatía” que deja ver el Presidente de México, por las religiones protestantes, ya en su lenguaje, sus mensajes –no tan encriptados- y su “postura política de amor al prójimo y el perdón a los <pecadores>” léase narcos y demás lacras. Sumada la circunstancia legal: La coalición electoral “Juntos Haremos Historia”, en que precisamente, el PES, es ligado a dichas confesiones no católicas. Se dice en datos del INEGI que hay alrededor de 20 millones de mexicanos en las religiones protestantes. Forman parte de los 88.7 millones de electores, de los cuáles 32 millones en números redondos, votaron por AMLO. ¿Mera coincidencia?

LA CONDICIÓN SINE QUA NON: No niego el derecho del Presidente a inclinarse por cualquier confesión religiosa, eso es de su incumbencia personal y ahí debería quedar. Lo que nos interesa a los mexicanos es que debe gobernar y bien, para todos, sin distinción religiosa. Sin olvidar la premisa universal del Juarismo, al que tanto invocaba antes de sentarse en la “Silla del Águila”: El Laicismo. Porque lo contrario ahondará el divisionismo que impulsó para llegar a donde está hoy. No necesitamos la “etiqueta de conservadores”, no como lo dice en sus mensajes. No somos enemigos de los demás mexicanos. ¿Por ello no viene a Guanajuato, el Presidente? Aquí no hay “santa inquisición”. En esta tierra todavía corre el ánimo, el espíritu de la Libertad y el pensamiento libre. Y sobre todo, sabemos convivir con quienes piensen distinto. No hay pues razones para que AMLO nos tilde como sus “enemigos” y debe abonar a resolver los problemas de inseguridad, para empezar. Tienen mis estimados, la última opinión. Salud, Alegría y Prosperidad.

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