/ lunes 4 de noviembre de 2019

Sine qua non

El Amor….y la Política

¿Un tema contradictorio, o desligado? Viéndolo con cuidado, tiene coincidencias y vínculos. Advirtamos: Un elemento importante, es la dependencia. En los enamoramientos a la mexicana, un sujeto –o ambos- desde distintas perspectivas, conforme roles y estigmas sociales, consideran: compañía, protección, sustentáculo emocional y económico, asociación, relación sexual y por supuesto procreación. En política, en sus dos componentes naturales, elector y funcionario, esperan: Lealtad, protección social y laboral (apoyo emocional y económico, como efecto), ir de la mano hacia el bienestar. Y en los dos casos, al igual puede haber: desilusión, rompimiento, odio, echado de culpas; y reconciliación.

¿Qué pasa en cada elección? La relación de la pareja, elector y político/funcionario ha recorrido en el tiempo, una relación similar: Escarceo, conquista, relación, conflicto, desilusión y hasta rompimiento, pero al igual, apaciguamiento que permea en la jornada electoral. Un ejemplo demostrado empíricamente, es que a pesar del golpeteo, de la diatriba o molestia y odio, sigue el mismo Partido ganando la elección. Y como en el romance, hay medicación, arreglo y nuevas –en realidad añejas- promesas, en círculo: más de lo mismo.

LA CONDICIÓN SINE QUA NON: Los usos y costumbres románticas a la mexicana, tienen efecto espejo, se ven reflejados en la jornada de las decisiones electorales. Y dirían los psicólogos, que hay una dependencia emocional. Esa situación, podemos concluir que llevó a la actual Presidente de Celaya, a sentarse en la Silla Mayor Municipal. No por amor precisamente, sino por la inseguridad emocional y política de los votantes; agregando el odio o la molestia con el régimen panista, que parecería en la elección, reconciliado con la ciudadanía celayense; aunque hoy, seguimos bajo el mismo sistema, las mismas promesas y claro, su incumplimiento a la vista. Entonces, insisto, el cambio depende de nosotros, no de la “pareja/política/funcionaria”. Salud, Alegría y Prosperidad, dejando la dependencia política.

El Amor….y la Política

¿Un tema contradictorio, o desligado? Viéndolo con cuidado, tiene coincidencias y vínculos. Advirtamos: Un elemento importante, es la dependencia. En los enamoramientos a la mexicana, un sujeto –o ambos- desde distintas perspectivas, conforme roles y estigmas sociales, consideran: compañía, protección, sustentáculo emocional y económico, asociación, relación sexual y por supuesto procreación. En política, en sus dos componentes naturales, elector y funcionario, esperan: Lealtad, protección social y laboral (apoyo emocional y económico, como efecto), ir de la mano hacia el bienestar. Y en los dos casos, al igual puede haber: desilusión, rompimiento, odio, echado de culpas; y reconciliación.

¿Qué pasa en cada elección? La relación de la pareja, elector y político/funcionario ha recorrido en el tiempo, una relación similar: Escarceo, conquista, relación, conflicto, desilusión y hasta rompimiento, pero al igual, apaciguamiento que permea en la jornada electoral. Un ejemplo demostrado empíricamente, es que a pesar del golpeteo, de la diatriba o molestia y odio, sigue el mismo Partido ganando la elección. Y como en el romance, hay medicación, arreglo y nuevas –en realidad añejas- promesas, en círculo: más de lo mismo.

LA CONDICIÓN SINE QUA NON: Los usos y costumbres románticas a la mexicana, tienen efecto espejo, se ven reflejados en la jornada de las decisiones electorales. Y dirían los psicólogos, que hay una dependencia emocional. Esa situación, podemos concluir que llevó a la actual Presidente de Celaya, a sentarse en la Silla Mayor Municipal. No por amor precisamente, sino por la inseguridad emocional y política de los votantes; agregando el odio o la molestia con el régimen panista, que parecería en la elección, reconciliado con la ciudadanía celayense; aunque hoy, seguimos bajo el mismo sistema, las mismas promesas y claro, su incumplimiento a la vista. Entonces, insisto, el cambio depende de nosotros, no de la “pareja/política/funcionaria”. Salud, Alegría y Prosperidad, dejando la dependencia política.

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