/ lunes 23 de diciembre de 2019

Sine qua non

Hiperbole

Los griegos la definieron como una forma retórica para exagerar cualidades, defectos de personas y objetos o temas. Y la política, mis estimados lectores es tierra fértil para el uso o abuso de la “hipérbole”. Hasta hoy, no ha surgido personaje que no la haya practicado para, al menos intentar, no digamos lograr sus propósitos personales o de grupo.

Qué agregar al discurso sobre las bondades de la mentada 4-T amloísta. No trato tampoco de aseverar que AMLO es culpable de todos nuestros males o retrocesos. Sería “hiperbólico”. Pero si le preguntamos a cualquier mujer a cargo de la administración o manutención familiar, qué opina del precio del gas, seguro es que dirá que es muy caro y para colmo, qué no baja sustancialmente de precio. ¿Por qué es así? ¿Se debe a los precios internacionales y entonces no podemos hacer mayor cosa? ¿Se trata de un precio alejado de su costo real? ¿Es impuesto con un sistema monopólico? ¿Es así, de plano bajo una economía política neoliberal? Y puedo agregar todas las demás inquisiciones que ustedes hagan. La lista y temas, es larga.

LA CONDICIÓN SINE QUA NON: Claro, dirán, es época navideña, muchas mercancías suben sus precios, ah, y es tiempo de reflexión, de perdón, de reconciliación, de buenas vibras y mensajes alentadores, de caridad, etc. Sin embargo, la realidad, como siempre, nos pega en pleno rostro.

Cristo nos dejó un mensaje sencillo y claro: Amen a su prójimo, como así mismos. Una fórmula que ha sido casi imposible de que hayamos entendido y menos cumplido, con la que cualquier retórica hiperbólica no funcionaría. Ello es porque no somos capaces de amarnos nosotros mismos y tal condición nos incapacita para amar a otros y de allí, después todo se complica.

La solución es y seguirá: ¡Depende de cada uno lograr cambios positivos! Invitemos con la cordialidad navideña a todo político: Pónganse en los zapatos de las personas, sobre todo de los menos favorecidos (Por ejemplo, qué sentirían estar sin gas, por no poder pagarlo). Mis estimados, el propósito en adelante debe ser: ¡Primero cambiar cada uno! Salud, Alegría y Prosperidad. Felices Fiestas.

Hiperbole

Los griegos la definieron como una forma retórica para exagerar cualidades, defectos de personas y objetos o temas. Y la política, mis estimados lectores es tierra fértil para el uso o abuso de la “hipérbole”. Hasta hoy, no ha surgido personaje que no la haya practicado para, al menos intentar, no digamos lograr sus propósitos personales o de grupo.

Qué agregar al discurso sobre las bondades de la mentada 4-T amloísta. No trato tampoco de aseverar que AMLO es culpable de todos nuestros males o retrocesos. Sería “hiperbólico”. Pero si le preguntamos a cualquier mujer a cargo de la administración o manutención familiar, qué opina del precio del gas, seguro es que dirá que es muy caro y para colmo, qué no baja sustancialmente de precio. ¿Por qué es así? ¿Se debe a los precios internacionales y entonces no podemos hacer mayor cosa? ¿Se trata de un precio alejado de su costo real? ¿Es impuesto con un sistema monopólico? ¿Es así, de plano bajo una economía política neoliberal? Y puedo agregar todas las demás inquisiciones que ustedes hagan. La lista y temas, es larga.

LA CONDICIÓN SINE QUA NON: Claro, dirán, es época navideña, muchas mercancías suben sus precios, ah, y es tiempo de reflexión, de perdón, de reconciliación, de buenas vibras y mensajes alentadores, de caridad, etc. Sin embargo, la realidad, como siempre, nos pega en pleno rostro.

Cristo nos dejó un mensaje sencillo y claro: Amen a su prójimo, como así mismos. Una fórmula que ha sido casi imposible de que hayamos entendido y menos cumplido, con la que cualquier retórica hiperbólica no funcionaría. Ello es porque no somos capaces de amarnos nosotros mismos y tal condición nos incapacita para amar a otros y de allí, después todo se complica.

La solución es y seguirá: ¡Depende de cada uno lograr cambios positivos! Invitemos con la cordialidad navideña a todo político: Pónganse en los zapatos de las personas, sobre todo de los menos favorecidos (Por ejemplo, qué sentirían estar sin gas, por no poder pagarlo). Mis estimados, el propósito en adelante debe ser: ¡Primero cambiar cada uno! Salud, Alegría y Prosperidad. Felices Fiestas.

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