/ domingo 10 de enero de 2021

Sine qua non

Año electoral pandémico

Es entendible y hasta natural la efervescencia política por el proceso electoral, que como sabemos, ya está en curso. Por el momento, son las precandidaturas o candidaturas y la polémica que surge, incluso, en algunos casos la diatriba o la inconformidad. Sin que falten quienes crean que caminan sobre el agua, o que, si no se muestran, se les van a “quemar las habas.” Es obvio, en política no hay 100% y menos, perfección.

A todo eso, la vitrina en que se exhiben los aspirantes puede resultar frágil y no siempre transparente. Las reglas y normas estatutarias de cada Partido Político, se ponen a prueba prácticamente, algunas son elásticas, otras no tanto, pero al momento que vivimos, no hay cabida para lo inflexible de otros tiempos.

Un ejemplo, como ya he señalado antes, viéndolo de manera positiva, ha sido sin lugar a dudas abrir la puerta para que los ciudadanos, de alguna manera, intervengan o participen en la selección de candidatos o precandidatos, y más allá para que sean propuestos o seleccionados algunos actores políticos, que no son precisamente partidistas en alguno de los diversos Partidos que hoy están en el juego.

Salta a la vista, MORENA, con todo y su circunstancia, es el único que toma el riesgo de esa apertura, sin menoscabo de sus alianzas estratégicas con otros Partidos, incluso, de los acomodos que no acaban de asentarse en pleno año electoral.

Los otros Institutos de representación cívica –no olvidemos que esa es la esencia constitucional, aunque en los Partidos, se olvida- siguen con sus decisiones unilaterales y en el colmo, haciendo lo que ayer o hace un rato criticaban duramente. ¿Incongruencia? ¿Desesperación? ¿Una nueva forma de hacer “política”? Las excusas sobran. La realidad es que los Partidos se desmoronan, dan “manotazos de ahogado”, incluso, como se dice coloquialmente: Hasta “patadas al pesebre”. En fin.

LA CONDICIÓN SINE QUA NON: Una cosa es cierta, que a querer o no, hay un proyecto que sigue su marcha forzada. Sí, la famosa 4T, que muchos aquí parece que no asimilan, entienden o aceptan. Y claro, cualquier postura es o debe ser respetable. También es verdad, ha tenido sus fallas. Pero, ¿Qué hacemos de manera propositiva, el grueso de los ciudadanos guanajuatenses? Y ahora en los momentos del proceso electoral, ¿Qué ofrecen ya algunos adelantados? Rollo y es que así estamos acostumbrados. Por desgracia y, sin comentar el pasado más próximo (antes, durante y después del 2018 electoral), escuchamos ya, fórmulas para hacer que Celaya, sea una mejor ciudad, aunque no se diga lo esencial: Qué, Cómo y con Qué. Peor aún, discursos anacrónicos, desgastados, incongruentes y fuera de las verdaderas funciones y alcances de los representantes populares. Así pues, con una furibunda pandemia de por medio, y una raquítica visión cívica, ciudadanos y por ahora algunos aspirantes a políticos y otros que quieren ser reelegidos en sus cargos, están más o menos prestos para desahogar las etapas del proceso electoral. ¿Por cuál se va a decir, estimado lector? Mientras a esperar que precandidaturas y luego candidaturas, se hagan oficiales y, entonces sí, el ciudadano tendrá la última palabra. Hay que cuidarse mucho, la virulencia del Covid, está en un pico álgido, con todo y que López Gatell, se haya ido de vacaciones.

Año electoral pandémico

Es entendible y hasta natural la efervescencia política por el proceso electoral, que como sabemos, ya está en curso. Por el momento, son las precandidaturas o candidaturas y la polémica que surge, incluso, en algunos casos la diatriba o la inconformidad. Sin que falten quienes crean que caminan sobre el agua, o que, si no se muestran, se les van a “quemar las habas.” Es obvio, en política no hay 100% y menos, perfección.

A todo eso, la vitrina en que se exhiben los aspirantes puede resultar frágil y no siempre transparente. Las reglas y normas estatutarias de cada Partido Político, se ponen a prueba prácticamente, algunas son elásticas, otras no tanto, pero al momento que vivimos, no hay cabida para lo inflexible de otros tiempos.

Un ejemplo, como ya he señalado antes, viéndolo de manera positiva, ha sido sin lugar a dudas abrir la puerta para que los ciudadanos, de alguna manera, intervengan o participen en la selección de candidatos o precandidatos, y más allá para que sean propuestos o seleccionados algunos actores políticos, que no son precisamente partidistas en alguno de los diversos Partidos que hoy están en el juego.

Salta a la vista, MORENA, con todo y su circunstancia, es el único que toma el riesgo de esa apertura, sin menoscabo de sus alianzas estratégicas con otros Partidos, incluso, de los acomodos que no acaban de asentarse en pleno año electoral.

Los otros Institutos de representación cívica –no olvidemos que esa es la esencia constitucional, aunque en los Partidos, se olvida- siguen con sus decisiones unilaterales y en el colmo, haciendo lo que ayer o hace un rato criticaban duramente. ¿Incongruencia? ¿Desesperación? ¿Una nueva forma de hacer “política”? Las excusas sobran. La realidad es que los Partidos se desmoronan, dan “manotazos de ahogado”, incluso, como se dice coloquialmente: Hasta “patadas al pesebre”. En fin.

LA CONDICIÓN SINE QUA NON: Una cosa es cierta, que a querer o no, hay un proyecto que sigue su marcha forzada. Sí, la famosa 4T, que muchos aquí parece que no asimilan, entienden o aceptan. Y claro, cualquier postura es o debe ser respetable. También es verdad, ha tenido sus fallas. Pero, ¿Qué hacemos de manera propositiva, el grueso de los ciudadanos guanajuatenses? Y ahora en los momentos del proceso electoral, ¿Qué ofrecen ya algunos adelantados? Rollo y es que así estamos acostumbrados. Por desgracia y, sin comentar el pasado más próximo (antes, durante y después del 2018 electoral), escuchamos ya, fórmulas para hacer que Celaya, sea una mejor ciudad, aunque no se diga lo esencial: Qué, Cómo y con Qué. Peor aún, discursos anacrónicos, desgastados, incongruentes y fuera de las verdaderas funciones y alcances de los representantes populares. Así pues, con una furibunda pandemia de por medio, y una raquítica visión cívica, ciudadanos y por ahora algunos aspirantes a políticos y otros que quieren ser reelegidos en sus cargos, están más o menos prestos para desahogar las etapas del proceso electoral. ¿Por cuál se va a decir, estimado lector? Mientras a esperar que precandidaturas y luego candidaturas, se hagan oficiales y, entonces sí, el ciudadano tendrá la última palabra. Hay que cuidarse mucho, la virulencia del Covid, está en un pico álgido, con todo y que López Gatell, se haya ido de vacaciones.

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