/ domingo 31 de enero de 2021

Sine Qua Non

Así, a rajatabla, me inquirió un ciudadano –de momento desconocido- que me abordó mientras estaba yo esperando a que llegaran unos amigos, en conocido y acostumbrado restorán en el centro de Celaya. Luego, de la presentación de rigor, desde luego, con las nuevas formas del forzoso protocolo sanitario, me dijo que me conocía por ser un lector asiduo de este medio y que, además, incluso, había votado por mí en los comicios pasados del 2018. Y tras pedirle que me acompañara con un aromático café, la plática que inició improvisada, se tornó interesante y más nutritiva que el almuerzo. Me inquirió la razón de que no me senté finalmente en la curul local, para mi sorpresa estaba al tanto de las vicisitudes electorales que viví, pues tuvo razón al decir que gané, al menos, en la representación de primera y segunda minoría. Y después de nuestra amistosa plática, hablamos de la situación política, de que los Partidos Políticos parecen estar “heridos de muerte”, de que los ciudadanos ya no creen en la política y menos, en los políticos, o de que saltan a la palestra muchos aspirantes improvisados, y claro, no faltó el tema de la inseguridad. Finalmente, no hubo tiempo para responder la pregunta inicial, pero quedamos de seguir en otro momento con el tema. De verdad les digo, mis estimados lectores, que es así una forma muy relevante de abrevar para mantener viva esta columna, ya que a veces, me parece “predicar en el desierto, o arar en el viento”. Dado que la primaria intención es motivar la sana reflexión, pero, al igual la acción.

Total, que no se quedó en el aire la inquietud. Sin embargo, está el asunto de los Partidos Políticos, no niego estar acorde en algunos puntos ideológicos, incluso, de aquéllos que parecían antagónicos y que ahora, esa línea es cada día más tenue en el contexto político actual, aunque es preciso decir con todas las letras que, está el problema de fondo: Hay quienes dicen tener el perfil y estar más que puestos –como ejemplo, está el personaje que ya es candidato por Celaya, ahora abiertamente con AN- y ven a la política como un negocio mercantil, para en su momento, allegarse de ganancias no muy confesables. Una buena parte de los ciudadanos bien nacidos, lo sabe o de menos lo intuye, pero finalmente, no mueven un dedo. Y claro, que las razones para no intervenir o interferir en contra de tales “políticos”, es el miedo a sufrir alguna consecuencia. En fin.

Por lo tanto, en primer término, quien aspire tendrá que lograr la candidatura, que, en el caso del Partido en el Poder Federal, con todo y sus problemas domésticos en Guanajuato, han lanzado una fórmula inusitada y diría que hasta de alto riesgo: Las encuestas. Porque en los demás institutos políticos, siguen la vieja regla del “dedazo” y por supuesto, en Celaya, no es la excepción con AN y los demás. Luego, ya con la candidatura en la bolsa –desde luego, situación relativa- viene lo más difícil: Vencer a la maquinaria muy aceitada del Partido en el Poder en Guanajuato, hoy, hegemónico de manera incongruente, pues antes sacar al PRI por lo mismo, fue su bandera electoral y se han perfeccionado. En ese ínter electoral, está el hecho de que al igual, es necesario hacer valer el voto ciudadano, convencer de que es la única manera de sacar al PAN, pero, con la certeza de no caer en los mismos errores y abusos. Y por supuesto, trazar un plan conveniente para contraer la problemática social, en este caso, revisar leyes, adecuarlas, adicionarlas, en fin, hacerlas útiles. En otra colaboración, abundaré con más precisión, hoy me limita el espacio.

LA CONDICIÓN SINE QUA NON: Cualquier político se debe, a los ciudadanos, ser y estar acorde al Orden Público y al Interés Social, respetar la Carta Magna y demás leyes, estar preparado mental, física e intelectualmente, -no alcanzan sólo las ganas, en esta coyuntura cívica-, actuar con ética, ser honesto y combatir la corrupción, como motivación y ejes principales. Lo demás se dará por añadidura. Cuídense mucho, mis estimados y agradezco infinitamente sigan considerando, esta colaboración como congruente, a ustedes lo debo.

Así, a rajatabla, me inquirió un ciudadano –de momento desconocido- que me abordó mientras estaba yo esperando a que llegaran unos amigos, en conocido y acostumbrado restorán en el centro de Celaya. Luego, de la presentación de rigor, desde luego, con las nuevas formas del forzoso protocolo sanitario, me dijo que me conocía por ser un lector asiduo de este medio y que, además, incluso, había votado por mí en los comicios pasados del 2018. Y tras pedirle que me acompañara con un aromático café, la plática que inició improvisada, se tornó interesante y más nutritiva que el almuerzo. Me inquirió la razón de que no me senté finalmente en la curul local, para mi sorpresa estaba al tanto de las vicisitudes electorales que viví, pues tuvo razón al decir que gané, al menos, en la representación de primera y segunda minoría. Y después de nuestra amistosa plática, hablamos de la situación política, de que los Partidos Políticos parecen estar “heridos de muerte”, de que los ciudadanos ya no creen en la política y menos, en los políticos, o de que saltan a la palestra muchos aspirantes improvisados, y claro, no faltó el tema de la inseguridad. Finalmente, no hubo tiempo para responder la pregunta inicial, pero quedamos de seguir en otro momento con el tema. De verdad les digo, mis estimados lectores, que es así una forma muy relevante de abrevar para mantener viva esta columna, ya que a veces, me parece “predicar en el desierto, o arar en el viento”. Dado que la primaria intención es motivar la sana reflexión, pero, al igual la acción.

Total, que no se quedó en el aire la inquietud. Sin embargo, está el asunto de los Partidos Políticos, no niego estar acorde en algunos puntos ideológicos, incluso, de aquéllos que parecían antagónicos y que ahora, esa línea es cada día más tenue en el contexto político actual, aunque es preciso decir con todas las letras que, está el problema de fondo: Hay quienes dicen tener el perfil y estar más que puestos –como ejemplo, está el personaje que ya es candidato por Celaya, ahora abiertamente con AN- y ven a la política como un negocio mercantil, para en su momento, allegarse de ganancias no muy confesables. Una buena parte de los ciudadanos bien nacidos, lo sabe o de menos lo intuye, pero finalmente, no mueven un dedo. Y claro, que las razones para no intervenir o interferir en contra de tales “políticos”, es el miedo a sufrir alguna consecuencia. En fin.

Por lo tanto, en primer término, quien aspire tendrá que lograr la candidatura, que, en el caso del Partido en el Poder Federal, con todo y sus problemas domésticos en Guanajuato, han lanzado una fórmula inusitada y diría que hasta de alto riesgo: Las encuestas. Porque en los demás institutos políticos, siguen la vieja regla del “dedazo” y por supuesto, en Celaya, no es la excepción con AN y los demás. Luego, ya con la candidatura en la bolsa –desde luego, situación relativa- viene lo más difícil: Vencer a la maquinaria muy aceitada del Partido en el Poder en Guanajuato, hoy, hegemónico de manera incongruente, pues antes sacar al PRI por lo mismo, fue su bandera electoral y se han perfeccionado. En ese ínter electoral, está el hecho de que al igual, es necesario hacer valer el voto ciudadano, convencer de que es la única manera de sacar al PAN, pero, con la certeza de no caer en los mismos errores y abusos. Y por supuesto, trazar un plan conveniente para contraer la problemática social, en este caso, revisar leyes, adecuarlas, adicionarlas, en fin, hacerlas útiles. En otra colaboración, abundaré con más precisión, hoy me limita el espacio.

LA CONDICIÓN SINE QUA NON: Cualquier político se debe, a los ciudadanos, ser y estar acorde al Orden Público y al Interés Social, respetar la Carta Magna y demás leyes, estar preparado mental, física e intelectualmente, -no alcanzan sólo las ganas, en esta coyuntura cívica-, actuar con ética, ser honesto y combatir la corrupción, como motivación y ejes principales. Lo demás se dará por añadidura. Cuídense mucho, mis estimados y agradezco infinitamente sigan considerando, esta colaboración como congruente, a ustedes lo debo.

ÚLTIMASCOLUMNAS