/ domingo 2 de enero de 2022

Sol Y Sombras

Terminó el año 2021 y no sé usted, pero a mí me parece que fue un año que nos hizo crecer como seres humanos en cuestión de conciencia social, que necesario era para la humanidad una zarandeada de estas dimensiones, hoy nadie puede decir que no sabe que ocurre, personas de todos los niveles sociales saben cómo cuidarse de la pandemia, cuántos han muerto, cómo se contagia, qué hacer y qué no.

¿Porque somos mejores ahora? Tal vez porque recuperamos el valor de las cosas que no tienen precio, la salud, la vida, el abrazo, el contacto físico, hoy a pesar de las carencias económicas, la reflexión en la mayoría de las cenas de fin de año, fue agradecer por la salud, por la vida, y seguro llorar por el recuerdo de aquellos que se fueron en este 2021, por ellos, por los profesionales de la salud y por todos los que han arriesgado su vida en este largo proceso, nuestro reconocimiento.

Leía con interés en las últimas horas, cómo reacciona nuestro cuerpo cuando está sometido durante largos periodos de tiempo a emociones negativas como el miedo, la incertidumbre, el caos, resulta que producimos una sustancia llamada cortisol, el exceso de cortisol aumenta la presión arterial, promueve las enfermedades crónicas del corazón, infartos, problemas cardio y cerebro vasculares, cuando los niveles de cortisol suben se hace difícil conciliar el sueño y más aún lograr un sueño profundo, ¿se sintió así en algún momento del año pasado?, seguro que sí, pues es difícil racionalizar la preocupación y no dejar de sugestionarnos preguntándonos si ya nos dio Covid, si nos va a dar, si nos vamos a morir y más.

Otros más ligeros en su personalidad, prefieren no acercarse a las pruebas y suponer que es mejor no estar tan al pendiente, los menos, espero, han decidido incluso arriesgarse a no elegir la vacuna, creyendo que todo era parte de un complot mundial, y al final no les ha quedado de otra que recurrir a ella, en la mayoría de los casos, después de haber sufrido la enfermedad.

Hay un poco de todo, independientemente de la manera en que usted haya afrontado en 2021 esta situación, quiero proponerle aplique una nueva estrategia este año, la cual además de hacerle sentir mejor, logrará bajar sus niveles de cortisol y entonces mejorará su estado de salud.

Una psicóloga española, descubrió que después de un episodio de altísimo estrés, cuando llego a amamantar a su hijo recién nacido, casi de manera inmediata, su cuerpo recuperó la calma, así que se dedicó a investigar y descubrió que lo que bajó sus niveles de cortisol, fue la estimulación de la oxitocina.

¿Y qué es? es una hormona producida normalmente en el cerebro y que colabora durante el parto para que las mujeres logren dar a luz, pero como no vamos a parir reiteradamente para producirla, o estar lactando para sentirnos mejor, hay muchas actividades más que pueden desintoxicarnos del cortisol excesivo que ha producido nuestro cuerpo, en muchos meses de estrés.

A la oxitocina se le conoce como la hormona de la empatía, la hormona de los abrazos, estos deben durar al menos ocho segundos, para producirla puedes mirar a alguien a los ojos y escucharlo, sin el teléfono celular enfrente, alegrarte por las cosas buenas que te cuenta le han pasado, dedicar tiempo para hacer felices a otros, esto ayudará a producirla.

Además es la hormona de los vínculos emocionales, de eso que nos hace disfrutar el tiempo con ciertas personas, a estas personas los expertos les llaman “personas vitamina”, si conoces a alguien así, búscale, y conversa con ella, esas personas que te dan paz, te escuchan, sonríen, se emocionan por ti y sobre todo que den abrazos que te hagan sentir tan bien, que sepas estas produciendo la hormona de la empatía.

Y entonces dirás, como le voy a abrazar si hay covid y además el omicrón está llegando a Guanajuato, pues quédate con tu cubre boca puesto y no te aísles de un buen abrazo, de esos que te reacomodan las piezas fuera de lugar y que son muy reparadores, busquemos la manera de generar más cosas positivas que negativas este año.

Reflexiono sobre esto, porque grandes amigos se fueron por un infarto este año, muy jóvenes, otros están por ser intervenidos a causa de afecciones en el corazón en próximos días, me he enterado con mucha sorpresa de los reiterados casos de gente que su corazón ha dejado de funcionar, hay que cuidarlo por dentro y por fuera.

El libro de proverbios en la biblia, habla de eso, Proverbios 4.23 dice: “sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él, mana la vida”; y aunque entendemos que la expresión es tan amplia como su entendimiento alcance, podemos proponernos cuidarlo en el aspecto físico, para iniciar, después aumentar los estímulos positivos en el tema emocional y por último alimentarlo de cosas que nos hagan sentir muy bien.

Solo se trata de una recomendación para este año que comienza, y en el que más que vivir con miedo, deberíamos enfrentar la vida con la pasión y el gusto de vivir, tomando en cuenta todo lo que perdimos y aferrándonos a aquello que nos queda.

De mi parte es todo un placer compartir con usted querido lector, estas breves líneas cada domingo, le envío un respetuoso y fortísimo abrazo de ocho segundos, de esos que producen oxitocina.

FELIZ AÑO 2022.

Terminó el año 2021 y no sé usted, pero a mí me parece que fue un año que nos hizo crecer como seres humanos en cuestión de conciencia social, que necesario era para la humanidad una zarandeada de estas dimensiones, hoy nadie puede decir que no sabe que ocurre, personas de todos los niveles sociales saben cómo cuidarse de la pandemia, cuántos han muerto, cómo se contagia, qué hacer y qué no.

¿Porque somos mejores ahora? Tal vez porque recuperamos el valor de las cosas que no tienen precio, la salud, la vida, el abrazo, el contacto físico, hoy a pesar de las carencias económicas, la reflexión en la mayoría de las cenas de fin de año, fue agradecer por la salud, por la vida, y seguro llorar por el recuerdo de aquellos que se fueron en este 2021, por ellos, por los profesionales de la salud y por todos los que han arriesgado su vida en este largo proceso, nuestro reconocimiento.

Leía con interés en las últimas horas, cómo reacciona nuestro cuerpo cuando está sometido durante largos periodos de tiempo a emociones negativas como el miedo, la incertidumbre, el caos, resulta que producimos una sustancia llamada cortisol, el exceso de cortisol aumenta la presión arterial, promueve las enfermedades crónicas del corazón, infartos, problemas cardio y cerebro vasculares, cuando los niveles de cortisol suben se hace difícil conciliar el sueño y más aún lograr un sueño profundo, ¿se sintió así en algún momento del año pasado?, seguro que sí, pues es difícil racionalizar la preocupación y no dejar de sugestionarnos preguntándonos si ya nos dio Covid, si nos va a dar, si nos vamos a morir y más.

Otros más ligeros en su personalidad, prefieren no acercarse a las pruebas y suponer que es mejor no estar tan al pendiente, los menos, espero, han decidido incluso arriesgarse a no elegir la vacuna, creyendo que todo era parte de un complot mundial, y al final no les ha quedado de otra que recurrir a ella, en la mayoría de los casos, después de haber sufrido la enfermedad.

Hay un poco de todo, independientemente de la manera en que usted haya afrontado en 2021 esta situación, quiero proponerle aplique una nueva estrategia este año, la cual además de hacerle sentir mejor, logrará bajar sus niveles de cortisol y entonces mejorará su estado de salud.

Una psicóloga española, descubrió que después de un episodio de altísimo estrés, cuando llego a amamantar a su hijo recién nacido, casi de manera inmediata, su cuerpo recuperó la calma, así que se dedicó a investigar y descubrió que lo que bajó sus niveles de cortisol, fue la estimulación de la oxitocina.

¿Y qué es? es una hormona producida normalmente en el cerebro y que colabora durante el parto para que las mujeres logren dar a luz, pero como no vamos a parir reiteradamente para producirla, o estar lactando para sentirnos mejor, hay muchas actividades más que pueden desintoxicarnos del cortisol excesivo que ha producido nuestro cuerpo, en muchos meses de estrés.

A la oxitocina se le conoce como la hormona de la empatía, la hormona de los abrazos, estos deben durar al menos ocho segundos, para producirla puedes mirar a alguien a los ojos y escucharlo, sin el teléfono celular enfrente, alegrarte por las cosas buenas que te cuenta le han pasado, dedicar tiempo para hacer felices a otros, esto ayudará a producirla.

Además es la hormona de los vínculos emocionales, de eso que nos hace disfrutar el tiempo con ciertas personas, a estas personas los expertos les llaman “personas vitamina”, si conoces a alguien así, búscale, y conversa con ella, esas personas que te dan paz, te escuchan, sonríen, se emocionan por ti y sobre todo que den abrazos que te hagan sentir tan bien, que sepas estas produciendo la hormona de la empatía.

Y entonces dirás, como le voy a abrazar si hay covid y además el omicrón está llegando a Guanajuato, pues quédate con tu cubre boca puesto y no te aísles de un buen abrazo, de esos que te reacomodan las piezas fuera de lugar y que son muy reparadores, busquemos la manera de generar más cosas positivas que negativas este año.

Reflexiono sobre esto, porque grandes amigos se fueron por un infarto este año, muy jóvenes, otros están por ser intervenidos a causa de afecciones en el corazón en próximos días, me he enterado con mucha sorpresa de los reiterados casos de gente que su corazón ha dejado de funcionar, hay que cuidarlo por dentro y por fuera.

El libro de proverbios en la biblia, habla de eso, Proverbios 4.23 dice: “sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él, mana la vida”; y aunque entendemos que la expresión es tan amplia como su entendimiento alcance, podemos proponernos cuidarlo en el aspecto físico, para iniciar, después aumentar los estímulos positivos en el tema emocional y por último alimentarlo de cosas que nos hagan sentir muy bien.

Solo se trata de una recomendación para este año que comienza, y en el que más que vivir con miedo, deberíamos enfrentar la vida con la pasión y el gusto de vivir, tomando en cuenta todo lo que perdimos y aferrándonos a aquello que nos queda.

De mi parte es todo un placer compartir con usted querido lector, estas breves líneas cada domingo, le envío un respetuoso y fortísimo abrazo de ocho segundos, de esos que producen oxitocina.

FELIZ AÑO 2022.

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