/ viernes 6 de septiembre de 2019

Tren de Salvación

“Que pobreza no es vileza mientras no hace cosas malas”. Lope De Vega.

Entraban en pánico. La niña no se podía sentar, menos parar. Su mamá rechazó los bocadillos y el agua que le ofrecían. Tenía miedo perder a su hija, la tomó en sus brazos y auxiliada la llevó al hospital.

Rick Champion relata en un artículo publicado: “desconsolada junto a la cama del hospital, la pobre mujer empezó a llorar “Casi me arrepiento de haber venido”. “Mamá, si necesitas dinero, vende mi ropa” La niña lo repetía desde que partieron de Guatemala.

El doctor pregunta ¿solo habla español? entiendo, soy hombre de muchas sorpresas. La niña ve la aguja con miedo, iniciaba el tratamiento.

Venían del refugio “La Asunción” En una caja había muchos rosarios que cada uno se ponía en el cuello. El técnico en Rayos X, se lo retiró, la niña se aferraba. “Cariño, te lo devolveré en cuanto termine”.

“Tengo frio mamá”, sucede cuando ponemos el suero con medicina, dice la enfermera.

“Cúbrela con esta cobija” En la pantalla puso videos para entretenerla, ambas, madre e hija por fin sonrieron. La mamá le daba panecillos y hielo. La niña mejoraba.

Horas después la deshidratación y fiebre desaparecían. El médico regresa con el expediente, instrucciones a seguir y el alta del hospital. ¿Estás contenta ahora? sí, responde la mamá, no tenemos nada de esto en Guatemala. Aquí todo el mundo nos ha tratado con respeto, Dios se lo pague doctor.

¿Tienen hambre? nunca habían visto tanta comida saludable que les ofrecían. Tomen lo que quieran, les indicó Rick, un hombre filántropo de California que había ido al Paso Texas en plan de ayuda y observador para promover apoyo a los migrantes en situación de riesgo extremo. La niña repetía el color de las manzanas, “roja, verde, amarilla.” En Guatemala también las tenemos, las rojas son las más sabrosas, decía su mamá.

En la casa de la Asunción, donde obtuvieron refugio les consiguieron un patrocinador de Nueva York. La aciaga travesía desde Chimaltenango hasta cruzar la frontera ilegalmente, por arte de magia ahora todo era seda y alegría.

Rick continúa: esperamos el tren que las llevaría a su destino. Mamá pregunta ¿es como la bestia?, no, no, ahora viajarán como pasajeros a gusto. La niña, emocionada dijo: en la Iglesia cantábamos “El tren de la Salvación”

Llega el Amtrak, el tren estadounidense que también fue su salvación”

*Rick Champion es un querido y viejo amigo, Mathematics, Biotechnology. Que ha dado gran parte de su vida a favor de los pobres a través de la Fundación “Amigos Anonimous” que mi esposa (q.e.p.d.) y yo nos honramos en pertenecer desde su origen en el año 1963.

“Que pobreza no es vileza mientras no hace cosas malas”. Lope De Vega.

Entraban en pánico. La niña no se podía sentar, menos parar. Su mamá rechazó los bocadillos y el agua que le ofrecían. Tenía miedo perder a su hija, la tomó en sus brazos y auxiliada la llevó al hospital.

Rick Champion relata en un artículo publicado: “desconsolada junto a la cama del hospital, la pobre mujer empezó a llorar “Casi me arrepiento de haber venido”. “Mamá, si necesitas dinero, vende mi ropa” La niña lo repetía desde que partieron de Guatemala.

El doctor pregunta ¿solo habla español? entiendo, soy hombre de muchas sorpresas. La niña ve la aguja con miedo, iniciaba el tratamiento.

Venían del refugio “La Asunción” En una caja había muchos rosarios que cada uno se ponía en el cuello. El técnico en Rayos X, se lo retiró, la niña se aferraba. “Cariño, te lo devolveré en cuanto termine”.

“Tengo frio mamá”, sucede cuando ponemos el suero con medicina, dice la enfermera.

“Cúbrela con esta cobija” En la pantalla puso videos para entretenerla, ambas, madre e hija por fin sonrieron. La mamá le daba panecillos y hielo. La niña mejoraba.

Horas después la deshidratación y fiebre desaparecían. El médico regresa con el expediente, instrucciones a seguir y el alta del hospital. ¿Estás contenta ahora? sí, responde la mamá, no tenemos nada de esto en Guatemala. Aquí todo el mundo nos ha tratado con respeto, Dios se lo pague doctor.

¿Tienen hambre? nunca habían visto tanta comida saludable que les ofrecían. Tomen lo que quieran, les indicó Rick, un hombre filántropo de California que había ido al Paso Texas en plan de ayuda y observador para promover apoyo a los migrantes en situación de riesgo extremo. La niña repetía el color de las manzanas, “roja, verde, amarilla.” En Guatemala también las tenemos, las rojas son las más sabrosas, decía su mamá.

En la casa de la Asunción, donde obtuvieron refugio les consiguieron un patrocinador de Nueva York. La aciaga travesía desde Chimaltenango hasta cruzar la frontera ilegalmente, por arte de magia ahora todo era seda y alegría.

Rick continúa: esperamos el tren que las llevaría a su destino. Mamá pregunta ¿es como la bestia?, no, no, ahora viajarán como pasajeros a gusto. La niña, emocionada dijo: en la Iglesia cantábamos “El tren de la Salvación”

Llega el Amtrak, el tren estadounidense que también fue su salvación”

*Rick Champion es un querido y viejo amigo, Mathematics, Biotechnology. Que ha dado gran parte de su vida a favor de los pobres a través de la Fundación “Amigos Anonimous” que mi esposa (q.e.p.d.) y yo nos honramos en pertenecer desde su origen en el año 1963.