/ lunes 19 de noviembre de 2018

Una Mirada a tus Ojos

Ya dejamos sentado que cuando hablamos de enfermedades orbitarias no es que el área ósea se vea alterada sino nos referimos a las afectaciones del ojo dentro de su órbita.

Son muchas las causas que pueden originar las enfermedades orbitarias con consecuencias de sencillas a graves.

Una de ellas, la existencia de tumores, será las que veamos hoy.

El tumor puede ser benigno o maligno.

En el primer caso, el crecimiento del tumor es lento por lo que nos permite atracarlo en cuanto es detectado.

Los síntomas de la enfermedad: son dolores del ojo, visión alterada que puede generar ver doble la imagen y deterioro notable de la visión.

En estos casos los estudios computarizados que ordena el oftalmólogo al órgano visual, son de vital importancia ya que nos permiten detectar y conocer los tumores y su categoría.

Por ejemplo, el estudio que se conoce como “ecografía”, nos permite conocer el estado del ojo desde dentro, esto es, desde el nervio óptico que es la parte más interna, hasta la superficie del globo ocular.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año.


Otro estudio, la “campimetría” nos señala entre otras cosas la presencia del tumor; con resultados similares el estudio de “resonancia magnética” nos muestra la existencia de dicho tumor.

Los estudios periódicos de la vista, aunque la persona no los considere necesarios por sentirse bien, son un elemento fundamental para prever o si es el caso, conocer, la enfermedad desde sus primeros síntomas y permitir el diseño de un tratamiento adecuado para hacer más lento su desarrollo o si es posible, encontrar la curación.

También la parte ósea de la órbita puede infectarse.

Cuando cavidades en el cráneo similares a la órbita, como son los senos paranasales que se encuentran tanto en la frente como en la nariz sufren infección, ésta misma puede alcanzar a afectar la órbita.

También las infecciones dentarias como nasales pueden repercutir en daño a la órbita caso que se conoce con el nombre médico “celulitis preseptal” que se presenta con una tumuración alrededor de la órbita que duele al ser tocada.

Los niños menores de 5 años son susceptibles de enfermarse por infección en los “senos etmodiales” enfermedad que se presenta con un crecimiento del ojo hacia adelante, generalmente con dolor e inflamación de párpados y conjuntiva.

Todas estas afectaciones son curables. Su tratamiento oportuno nos facilitará obtener soluciones favorables en corto tiempo.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.


Dios mediante hasta el próximo lunes


Ya dejamos sentado que cuando hablamos de enfermedades orbitarias no es que el área ósea se vea alterada sino nos referimos a las afectaciones del ojo dentro de su órbita.

Son muchas las causas que pueden originar las enfermedades orbitarias con consecuencias de sencillas a graves.

Una de ellas, la existencia de tumores, será las que veamos hoy.

El tumor puede ser benigno o maligno.

En el primer caso, el crecimiento del tumor es lento por lo que nos permite atracarlo en cuanto es detectado.

Los síntomas de la enfermedad: son dolores del ojo, visión alterada que puede generar ver doble la imagen y deterioro notable de la visión.

En estos casos los estudios computarizados que ordena el oftalmólogo al órgano visual, son de vital importancia ya que nos permiten detectar y conocer los tumores y su categoría.

Por ejemplo, el estudio que se conoce como “ecografía”, nos permite conocer el estado del ojo desde dentro, esto es, desde el nervio óptico que es la parte más interna, hasta la superficie del globo ocular.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año.


Otro estudio, la “campimetría” nos señala entre otras cosas la presencia del tumor; con resultados similares el estudio de “resonancia magnética” nos muestra la existencia de dicho tumor.

Los estudios periódicos de la vista, aunque la persona no los considere necesarios por sentirse bien, son un elemento fundamental para prever o si es el caso, conocer, la enfermedad desde sus primeros síntomas y permitir el diseño de un tratamiento adecuado para hacer más lento su desarrollo o si es posible, encontrar la curación.

También la parte ósea de la órbita puede infectarse.

Cuando cavidades en el cráneo similares a la órbita, como son los senos paranasales que se encuentran tanto en la frente como en la nariz sufren infección, ésta misma puede alcanzar a afectar la órbita.

También las infecciones dentarias como nasales pueden repercutir en daño a la órbita caso que se conoce con el nombre médico “celulitis preseptal” que se presenta con una tumuración alrededor de la órbita que duele al ser tocada.

Los niños menores de 5 años son susceptibles de enfermarse por infección en los “senos etmodiales” enfermedad que se presenta con un crecimiento del ojo hacia adelante, generalmente con dolor e inflamación de párpados y conjuntiva.

Todas estas afectaciones son curables. Su tratamiento oportuno nos facilitará obtener soluciones favorables en corto tiempo.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.


Dios mediante hasta el próximo lunes