/ lunes 24 de diciembre de 2018

Una mirada a tus ojos

El martes pasado abordamos en tema de la presbicia conocida también como vista cansada, alteración que se da con la edad y que consiste en que el envejecimiento de ciertas partes del ojo, hacen que éstas pierdan su elasticidad, dejen de funcionar adecuadamente y la persona deje de ver en forma nítida las imágines que mira de cerca.

Vemos a las personas retirarse de los ojos el objeto que se desea mirar y de broma se les dice que los brazos no le alcanzan para ver. La solución es graduarse lentes con adición, pero, ¡ojo!, no lupas que se anuncian como “lentes para ver de cerca” ya que éstos a la larga dañan la visión de la persona.

La rehabilitación de la visión cuando se trata de vista cansada tiene dos alternativas: los procedimientos NO quirúrgicos como es la graduación de lentes y los quirúrgicos que consisten en el cambio del cristalino. En virtud de que este último procedimiento es muy importante y requiere para su explicación un espacio mayor, veremos ahora sólo el primero.

Por obvias razones, la adaptación de lentes tiene su origen en una revisión del órgano visual que realiza el oftalmólogo para detectar el grado de vista de la persona y si el médico encuentra alguna anormalidad vendrá el diagnóstico de la causa, sus consecuencias, los riesgos actuales y a futuro, diagnósticos que se realizan con el auxilio de estudios, algunos de ellos computarizados, de cuyo resultado dependerá el tratamiento sugerido.

Si el paciente ve bien los objetos retirados y su problema es sólo definir los objetos cercanos, estamos en el cuadro clásico de presbicia. La graduación entonces será la adecuada para “ver de cerca” con la graduación requerida para cada ojo ya que es frecuente que un ojo requiera de más ayuda que el otro.

Esa es la razón del porqué se aconseja no usar “lentes lupas para ver de cerca” ya que la visión de paciente permanecerá igual en su problema, haciendo trabajar más a un ojo que al otro con consecuencias no deseables.

Si como consecuencia de los estudios se detecta que la persona tiene dificultad para ver de cerca y de lejos, la recomendación tiene dos opciones: la primera: graduarse unos lentes para ver de cerca y otros para ver de lejos; la segunda, graduarse lentes bifocales que son los que una sola mica tienen la graduación para ver de lejos (parte superior de la mica) y la de ver de cerca (parte inferior de la mica).

Los lentes bifocales tienen cuando menos tres presentaciones: en una se destaca a simple vista la graduación para ver de cerca, el invisible en la que se disimula el aumento de la visión cercana y el progresivo, estructurado en múltiples graduaciones muy finas de aumento progresivo en el que el propio ojo encontrará la solución a sus requerimientos.

Existen también lentes de contacto bifocales que eliminan la montura de las micas.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.

Dios mediante hasta el próximo lunes…..mi correo: rich_ir @ hot mail.com

El martes pasado abordamos en tema de la presbicia conocida también como vista cansada, alteración que se da con la edad y que consiste en que el envejecimiento de ciertas partes del ojo, hacen que éstas pierdan su elasticidad, dejen de funcionar adecuadamente y la persona deje de ver en forma nítida las imágines que mira de cerca.

Vemos a las personas retirarse de los ojos el objeto que se desea mirar y de broma se les dice que los brazos no le alcanzan para ver. La solución es graduarse lentes con adición, pero, ¡ojo!, no lupas que se anuncian como “lentes para ver de cerca” ya que éstos a la larga dañan la visión de la persona.

La rehabilitación de la visión cuando se trata de vista cansada tiene dos alternativas: los procedimientos NO quirúrgicos como es la graduación de lentes y los quirúrgicos que consisten en el cambio del cristalino. En virtud de que este último procedimiento es muy importante y requiere para su explicación un espacio mayor, veremos ahora sólo el primero.

Por obvias razones, la adaptación de lentes tiene su origen en una revisión del órgano visual que realiza el oftalmólogo para detectar el grado de vista de la persona y si el médico encuentra alguna anormalidad vendrá el diagnóstico de la causa, sus consecuencias, los riesgos actuales y a futuro, diagnósticos que se realizan con el auxilio de estudios, algunos de ellos computarizados, de cuyo resultado dependerá el tratamiento sugerido.

Si el paciente ve bien los objetos retirados y su problema es sólo definir los objetos cercanos, estamos en el cuadro clásico de presbicia. La graduación entonces será la adecuada para “ver de cerca” con la graduación requerida para cada ojo ya que es frecuente que un ojo requiera de más ayuda que el otro.

Esa es la razón del porqué se aconseja no usar “lentes lupas para ver de cerca” ya que la visión de paciente permanecerá igual en su problema, haciendo trabajar más a un ojo que al otro con consecuencias no deseables.

Si como consecuencia de los estudios se detecta que la persona tiene dificultad para ver de cerca y de lejos, la recomendación tiene dos opciones: la primera: graduarse unos lentes para ver de cerca y otros para ver de lejos; la segunda, graduarse lentes bifocales que son los que una sola mica tienen la graduación para ver de lejos (parte superior de la mica) y la de ver de cerca (parte inferior de la mica).

Los lentes bifocales tienen cuando menos tres presentaciones: en una se destaca a simple vista la graduación para ver de cerca, el invisible en la que se disimula el aumento de la visión cercana y el progresivo, estructurado en múltiples graduaciones muy finas de aumento progresivo en el que el propio ojo encontrará la solución a sus requerimientos.

Existen también lentes de contacto bifocales que eliminan la montura de las micas.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.

Dios mediante hasta el próximo lunes…..mi correo: rich_ir @ hot mail.com