/ lunes 5 de agosto de 2019

Una Mirada a tus Ojos

Emergencias

Una emergencia surge cuando surge un imprevisto.

En todo momento estamos expuestos a sufrir imprevistos los que pueden ser sencillos o graves. Cuando el imprevisto afecte el órgano visual la atención debe ser inmediata independientemente de la gravedad del caso ya que el ojo es parte más delicada del cuerpo.

Los imprevistos, que para efecto de este artículo le llamaremos accidente, pueden darse como consecuencia de nuestras actividades cotidianas y de los sucedidos en nuestro entorno.

Hablaremos de emergencias dando entender que son sólo las acciones que debemos tomar mientras se recibe la atención completa requerida.

La atención de una emergencia puede tener como resultado que la persona se sienta bien, pero a pesar de ello se aconseja una auscultación más profunda a fin de evitar consecuencias posteriores que a veces son más delicadas que las causadas por el accidente mismo, debido al tiempo perdido.

El tratamiento de una emergencia debe ser muy escrupuloso en materia de higiene más aún si se realiza es en el medio ambiente y por personas no profesionales.

Citaremos algunas de las emergencias más frecuentes:

CUERPOS EXTRAÑOS DENTRO DEL OJO. Este es el caso más común ya que es producido por las actividades cotidianas y la contaminación del medio ambiente.

Las rebabas originadas por trabajos de carpintería o herrería son muy peligrosas ya que el cuerpo que entra al ojo es de material duro que puede herir al órgano dada su contextura y velocidad con la que penetra. Accidente similar suele darse en trabajos de campo donde el azadón y el pico originan virutas o pequeños desprendimientos así como el trabaj de partir leña que provoca el vuelo de astillas.

Si siente molestias en el ojo causadas por la penetración de un cuerpo extraño, NO SE TALLE, NI SE PRESIONE el globo ocular, puede causar heridas graves con el objeto mismo que ha penetrado. Parpadee mucho y si puede lave su ojo con agua hervida no caliente, mientras consulta a su médico.

GOLPES EN EL OJO con objetos romos o con punta.

El primero es menos grave. Si no hay sangrado y usted puede ver bien, repose, tome un analgésico y vaya con cuidado a consulta con su oftalmólogo.

En el segundo caso, no pierda tiempo. Cúbrase el ojo con una gasa esterilizada, tómese un analgésico y ocurra de inmediato a consulta. Si hubiera sangrado se supone problema mayor y es de esperar consecuencias. La premura en su consulta es vital.

HERIDAS EN EL OJO resultante de golpes, accidente automovilístico o de trabajo por citar algunas causas. Si el ojo sangra, duele y la persona ha perdido visibilidad, recuéstela siempre con ayuda de otra persona a fin de evitar esfuerzos, aplique una gasa esterilizada en el ojo, SIN COMPRIMIRLO y ocurra de inmediato con su oftalmólogo.

QUEMADURAS como un flamazo del boiler, soldaduras o incendios. Haga reposar al herido, aplique una pomada de antibiótico tópico y dele de tomar un analgésico. De inmediato, con mucho cuidado, traslade a la persona a consulta con su oftalmólogo.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.

Emergencias

Una emergencia surge cuando surge un imprevisto.

En todo momento estamos expuestos a sufrir imprevistos los que pueden ser sencillos o graves. Cuando el imprevisto afecte el órgano visual la atención debe ser inmediata independientemente de la gravedad del caso ya que el ojo es parte más delicada del cuerpo.

Los imprevistos, que para efecto de este artículo le llamaremos accidente, pueden darse como consecuencia de nuestras actividades cotidianas y de los sucedidos en nuestro entorno.

Hablaremos de emergencias dando entender que son sólo las acciones que debemos tomar mientras se recibe la atención completa requerida.

La atención de una emergencia puede tener como resultado que la persona se sienta bien, pero a pesar de ello se aconseja una auscultación más profunda a fin de evitar consecuencias posteriores que a veces son más delicadas que las causadas por el accidente mismo, debido al tiempo perdido.

El tratamiento de una emergencia debe ser muy escrupuloso en materia de higiene más aún si se realiza es en el medio ambiente y por personas no profesionales.

Citaremos algunas de las emergencias más frecuentes:

CUERPOS EXTRAÑOS DENTRO DEL OJO. Este es el caso más común ya que es producido por las actividades cotidianas y la contaminación del medio ambiente.

Las rebabas originadas por trabajos de carpintería o herrería son muy peligrosas ya que el cuerpo que entra al ojo es de material duro que puede herir al órgano dada su contextura y velocidad con la que penetra. Accidente similar suele darse en trabajos de campo donde el azadón y el pico originan virutas o pequeños desprendimientos así como el trabaj de partir leña que provoca el vuelo de astillas.

Si siente molestias en el ojo causadas por la penetración de un cuerpo extraño, NO SE TALLE, NI SE PRESIONE el globo ocular, puede causar heridas graves con el objeto mismo que ha penetrado. Parpadee mucho y si puede lave su ojo con agua hervida no caliente, mientras consulta a su médico.

GOLPES EN EL OJO con objetos romos o con punta.

El primero es menos grave. Si no hay sangrado y usted puede ver bien, repose, tome un analgésico y vaya con cuidado a consulta con su oftalmólogo.

En el segundo caso, no pierda tiempo. Cúbrase el ojo con una gasa esterilizada, tómese un analgésico y ocurra de inmediato a consulta. Si hubiera sangrado se supone problema mayor y es de esperar consecuencias. La premura en su consulta es vital.

HERIDAS EN EL OJO resultante de golpes, accidente automovilístico o de trabajo por citar algunas causas. Si el ojo sangra, duele y la persona ha perdido visibilidad, recuéstela siempre con ayuda de otra persona a fin de evitar esfuerzos, aplique una gasa esterilizada en el ojo, SIN COMPRIMIRLO y ocurra de inmediato con su oftalmólogo.

QUEMADURAS como un flamazo del boiler, soldaduras o incendios. Haga reposar al herido, aplique una pomada de antibiótico tópico y dele de tomar un analgésico. De inmediato, con mucho cuidado, traslade a la persona a consulta con su oftalmólogo.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.