/ martes 21 de abril de 2020

Una Mirada a tus Ojos

Las Molestias son Síntomas

El cuerpo humano es muy sabio: cuando se siente mal, nos avisa.

Estos avisos del cuerpo humano no siempre son atendidos ni tomados en cuenta. La persona que resiente molestias con mucha frecuencia espera a ver si le pasa sola, piensan que “como llegó se va a ir”, sobre todo cuando la molestia es leve. Esta actitud no es correcta ya que podemos dejar pasar tiempo valioso para curarse si dicha molestia es anuncio de algo que puede llegar a ser severo.

Las molestias en el ojo pueden tener varios orígenes que van desde un aire o una basurita que nos entró al ojo hasta un signo de infección que debe ser atendida de inmediato o una afectación al vítreo.

Cuando la molestia se presenta con comezón, irritación, lagrimeo, inflamaciones, lágrimas serosas que provocan que las pestañas se peguen y otras alteraciones similares, estamos ante la presencia de síntomas que obligan a diseñar un tratamiento oftalmológico adecuado a su mal, para su curación.

Las alteraciones de la vista no siempre se presentan con la misma velocidad, existen unas en las que su desarrollo es lento y otras en las que su desarrollo es progresivo que requieren de atención inmediata para conocer sus orígenes y prever el tratamiento que detenga su avance.

En todos los casos, la atención oportuna es muy importante.

Un factor que hay que cuidar no caer en él, es la automedicación. Con mucha frecuencia los consejos de algún familiar que vivió una situación aparentemente igual, da la receta: “…yo con eso me alivié…” o bien una persona que puede conocer algo de medicina se atreve a recetar sin pensar que el ojo requiere de un atención especializada.

Otro caso muy frecuente es resurtir medicamentos en alguna ocasión se recetaron para un daño igual o similar. Aquí hay que recordar que los tratamientos los diseña el médico de acuerdo al estado general de salud de la persona, mismo que puede diferir de aquel entonces a hoy ya que el cuerpo no siempre está en las mismas condiciones, por ello no es recomendable que se haga.

Si las molestias además de causarle el daño físico la afectan su grado de visión, la atención del oftalmólogo debe ser inmediata.

Un caso que hemos mencionado cuando hablamos afecciones del vítreo, es que en ocasiones se presenta como si en el campo de la visión se ven “mosquitas” o “culebritas” que deben atenderse de inmediato a fin de evitar problemas mayores.

Lo repetimos: las molestias son síntomas, hágales caso.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.

Dios mediante hasta el próximo lunes…..mi correo: rich_ir @ hot mail.com

Las Molestias son Síntomas

El cuerpo humano es muy sabio: cuando se siente mal, nos avisa.

Estos avisos del cuerpo humano no siempre son atendidos ni tomados en cuenta. La persona que resiente molestias con mucha frecuencia espera a ver si le pasa sola, piensan que “como llegó se va a ir”, sobre todo cuando la molestia es leve. Esta actitud no es correcta ya que podemos dejar pasar tiempo valioso para curarse si dicha molestia es anuncio de algo que puede llegar a ser severo.

Las molestias en el ojo pueden tener varios orígenes que van desde un aire o una basurita que nos entró al ojo hasta un signo de infección que debe ser atendida de inmediato o una afectación al vítreo.

Cuando la molestia se presenta con comezón, irritación, lagrimeo, inflamaciones, lágrimas serosas que provocan que las pestañas se peguen y otras alteraciones similares, estamos ante la presencia de síntomas que obligan a diseñar un tratamiento oftalmológico adecuado a su mal, para su curación.

Las alteraciones de la vista no siempre se presentan con la misma velocidad, existen unas en las que su desarrollo es lento y otras en las que su desarrollo es progresivo que requieren de atención inmediata para conocer sus orígenes y prever el tratamiento que detenga su avance.

En todos los casos, la atención oportuna es muy importante.

Un factor que hay que cuidar no caer en él, es la automedicación. Con mucha frecuencia los consejos de algún familiar que vivió una situación aparentemente igual, da la receta: “…yo con eso me alivié…” o bien una persona que puede conocer algo de medicina se atreve a recetar sin pensar que el ojo requiere de un atención especializada.

Otro caso muy frecuente es resurtir medicamentos en alguna ocasión se recetaron para un daño igual o similar. Aquí hay que recordar que los tratamientos los diseña el médico de acuerdo al estado general de salud de la persona, mismo que puede diferir de aquel entonces a hoy ya que el cuerpo no siempre está en las mismas condiciones, por ello no es recomendable que se haga.

Si las molestias además de causarle el daño físico la afectan su grado de visión, la atención del oftalmólogo debe ser inmediata.

Un caso que hemos mencionado cuando hablamos afecciones del vítreo, es que en ocasiones se presenta como si en el campo de la visión se ven “mosquitas” o “culebritas” que deben atenderse de inmediato a fin de evitar problemas mayores.

Lo repetimos: las molestias son síntomas, hágales caso.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.

Dios mediante hasta el próximo lunes…..mi correo: rich_ir @ hot mail.com