/ jueves 4 de junio de 2020

Una Mirada a tus Ojos

Deficiencias en la Lágrima

En las dos últimas colaboraciones dejamos visto que el ojo seco, una de las alteraciones más frecuentes y molestas del órgano visual, tiene su origen básicamente en dos factores: la insuficiencia en el volumen del líquido lacrimal que no alcanza a lubricar el ojo y el desequilibrio en los componentes de dicha lágrima.

Dijimos también que a pesar de que la lágrima exista en volumen aceptable en el órgano visual, la descomposición en su estructura puede ser factor que provoque deficiencias su la lubricación del ojo y genere la presencia del ojo seco.

Veamos nuevos conceptos que se relacionan con el mal funcionamiento de la lágrima: mucina, conjuntiva y lípidos.

La mucina igual que los lípidos, es un componente de la lágrima de tipo aceitoso. Ya conocimos que la lágrima se forma de tres capas: la superior y la inferior son grasosas las que además de lubricar el ojo lo protegen de la evaporación del agua que es el componente intermedio.

La conjuntiva es un tejido sumamente fino y transparente que cubre la esclera (la parte blanca del ojo) y protege al órgano de su exposición al medio ambiente.

Si la conjuntiva adolece de insuficiencia de vitamina A, puede causar la alteración en la secreción adecuada de la mucina teniendo como consecuencia una mala composición de la lágrima y la presencia del ojo seco como consecuencia.

Existe además un elemento que sin tener que ver directamente con la composición de la lágrima, si afecta a la distribución de ésta en el globo ocular en su función de lubricación: las alteraciones en los párpados.

El parpadeo frecuente no permite la ruptura de la lágrima sobre el globo ocular teniéndolo constantemente lubricado, además de que es vital para eliminar los restos grasosos de la mucina y los lípidos contaminados y en su movimiento de abrir y cerrar, los párpados ejercen la función de una correcta distribución de la lágrima.

Si los párpados adolecen de alguna irregularidad en su superficie, esa función de distribuir la lágrima no será lo suficientemente aceptable por lo que puede suponerse a la larga, de la presencia del ojo seco.

Alguna otra irregularidad como pueden ser cicatrices o erosiones en la superficie corneal, pueden tener los mismos efectos negativos que ya vimos.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.

Dios mediante hasta la próxima…..mi correo: rich_ir @ hot mail.com

Deficiencias en la Lágrima

En las dos últimas colaboraciones dejamos visto que el ojo seco, una de las alteraciones más frecuentes y molestas del órgano visual, tiene su origen básicamente en dos factores: la insuficiencia en el volumen del líquido lacrimal que no alcanza a lubricar el ojo y el desequilibrio en los componentes de dicha lágrima.

Dijimos también que a pesar de que la lágrima exista en volumen aceptable en el órgano visual, la descomposición en su estructura puede ser factor que provoque deficiencias su la lubricación del ojo y genere la presencia del ojo seco.

Veamos nuevos conceptos que se relacionan con el mal funcionamiento de la lágrima: mucina, conjuntiva y lípidos.

La mucina igual que los lípidos, es un componente de la lágrima de tipo aceitoso. Ya conocimos que la lágrima se forma de tres capas: la superior y la inferior son grasosas las que además de lubricar el ojo lo protegen de la evaporación del agua que es el componente intermedio.

La conjuntiva es un tejido sumamente fino y transparente que cubre la esclera (la parte blanca del ojo) y protege al órgano de su exposición al medio ambiente.

Si la conjuntiva adolece de insuficiencia de vitamina A, puede causar la alteración en la secreción adecuada de la mucina teniendo como consecuencia una mala composición de la lágrima y la presencia del ojo seco como consecuencia.

Existe además un elemento que sin tener que ver directamente con la composición de la lágrima, si afecta a la distribución de ésta en el globo ocular en su función de lubricación: las alteraciones en los párpados.

El parpadeo frecuente no permite la ruptura de la lágrima sobre el globo ocular teniéndolo constantemente lubricado, además de que es vital para eliminar los restos grasosos de la mucina y los lípidos contaminados y en su movimiento de abrir y cerrar, los párpados ejercen la función de una correcta distribución de la lágrima.

Si los párpados adolecen de alguna irregularidad en su superficie, esa función de distribuir la lágrima no será lo suficientemente aceptable por lo que puede suponerse a la larga, de la presencia del ojo seco.

Alguna otra irregularidad como pueden ser cicatrices o erosiones en la superficie corneal, pueden tener los mismos efectos negativos que ya vimos.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.

Dios mediante hasta la próxima…..mi correo: rich_ir @ hot mail.com