/ miércoles 26 de agosto de 2020

Una Mirada a tus Ojos

Las Vitaminas

Las vitaminas y los minerales son dos conceptos muy conocidos debido a la intensa publicidad que se les hace dentro del comercio alimentario como complemento de la alimentación básica.

La recomendación de que NO SE AUTOMEDIQUE siempre será vigente, pero es tanta la publicidad que se hace para el consumo de vitaminas y minerales, que la advertencia de no automedicarse cobra doble interés. Muchísimos productos alimenticios de origen industrial, se anuncian y promueven como enriquecidos por estos dos elementos, aunque su participación en la fórmula sea de baja dosis.

Lo que sí no puede aceptarse sin que haya la intervención médica de por medio, en la ingesta directa del producto como tal, en su estado de fórmula de laboratorio. En este caso si es necesario el control profesional, no se automedique ni haga caso a las recomendaciones de otras personas.

En el artículo de hoy trataremos sólo lo relativo a las vitaminas.

El nombre de “vitaminas” se debe al científico Casimir Funk quien en el año de 1912 obtuvo un concentrado de salvado de maíz que eliminaba el desarrollo de una enfermedad denominada “beriberi”. La razón del nombre es la composición de dos palabras: el prefijo “vita” que significa vida y el sufijo “amina” debido al nitrógeno amínico que contenía. En estudios posteriores se llegó a la conclusión de que los organismos no sólo requieren de proteínas, glúcidos, grasas y minerales para su crecimiento normal, sino que el nuevo elemento llamado vitaminas iba a ser igualmente esencial.

El cuerpo recibe las vitaminas en dos formas: las contenidas en los alimentos de nuestra dieta diaria y por la ingesta de productos industriales recetados por su médico como complemento alimenticio cuando se detecta un desbalanceo en la salud integral de la persona. El sistema visual, como parte del cuerpo humano, no queda exento de padecer las irregularidades.

En el primer caso, las vitaminas que contienen los alimentos en forma compuesta de nuestra dieta diaria, tendrán que ser sometidas al proceso de digestión para poder ser utilizadas.

En el segundo caso, vitaminas prescritas por su médico, tienen su valor propio y debe procederse de acuerdo a las instrucciones recibidas.

El automedicarse es correr riesgos. En el caso de las vitaminas, sí éstas no son necesarias en virtud de que su dieta esté balanceada, el exceso puede provocar daños y en el mejor de los casos las vitaminas que no nos necesarias se desperdiciarán ya que el cuerpo mismo las rechaza.

Las vitaminas propias para el organismo de la vista son la A, B1, B2, B6, B12, C y E. Las veremos el próximo martes.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.

Dios mediante hasta la próxima…..mi correo: rich_ir @ hot mail.com

Las Vitaminas

Las vitaminas y los minerales son dos conceptos muy conocidos debido a la intensa publicidad que se les hace dentro del comercio alimentario como complemento de la alimentación básica.

La recomendación de que NO SE AUTOMEDIQUE siempre será vigente, pero es tanta la publicidad que se hace para el consumo de vitaminas y minerales, que la advertencia de no automedicarse cobra doble interés. Muchísimos productos alimenticios de origen industrial, se anuncian y promueven como enriquecidos por estos dos elementos, aunque su participación en la fórmula sea de baja dosis.

Lo que sí no puede aceptarse sin que haya la intervención médica de por medio, en la ingesta directa del producto como tal, en su estado de fórmula de laboratorio. En este caso si es necesario el control profesional, no se automedique ni haga caso a las recomendaciones de otras personas.

En el artículo de hoy trataremos sólo lo relativo a las vitaminas.

El nombre de “vitaminas” se debe al científico Casimir Funk quien en el año de 1912 obtuvo un concentrado de salvado de maíz que eliminaba el desarrollo de una enfermedad denominada “beriberi”. La razón del nombre es la composición de dos palabras: el prefijo “vita” que significa vida y el sufijo “amina” debido al nitrógeno amínico que contenía. En estudios posteriores se llegó a la conclusión de que los organismos no sólo requieren de proteínas, glúcidos, grasas y minerales para su crecimiento normal, sino que el nuevo elemento llamado vitaminas iba a ser igualmente esencial.

El cuerpo recibe las vitaminas en dos formas: las contenidas en los alimentos de nuestra dieta diaria y por la ingesta de productos industriales recetados por su médico como complemento alimenticio cuando se detecta un desbalanceo en la salud integral de la persona. El sistema visual, como parte del cuerpo humano, no queda exento de padecer las irregularidades.

En el primer caso, las vitaminas que contienen los alimentos en forma compuesta de nuestra dieta diaria, tendrán que ser sometidas al proceso de digestión para poder ser utilizadas.

En el segundo caso, vitaminas prescritas por su médico, tienen su valor propio y debe procederse de acuerdo a las instrucciones recibidas.

El automedicarse es correr riesgos. En el caso de las vitaminas, sí éstas no son necesarias en virtud de que su dieta esté balanceada, el exceso puede provocar daños y en el mejor de los casos las vitaminas que no nos necesarias se desperdiciarán ya que el cuerpo mismo las rechaza.

Las vitaminas propias para el organismo de la vista son la A, B1, B2, B6, B12, C y E. Las veremos el próximo martes.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.

Dios mediante hasta la próxima…..mi correo: rich_ir @ hot mail.com