/ viernes 11 de septiembre de 2020

Una Mirada a tus Ojos

La Visión de los Bebés

En repetidas ocasiones hemos mencionado que los problemas de vista no respetan edades. Vemos a niños con lentes y a personas mayores leyendo sin necesidad de ellos. Por ello la importancia de los exámenes periódicos con su oftalmólogo.

Son muchos los factores que pueden incurrir para que la vista se vea afectada, incluyendo a los bebés recién nacidos, situación por demás preocupante porque ellos, los bebés, no pueden hablar ni siquiera sentir que están mal de su vista.

Existen problemas con embarazos de padres alcohólicos que surgen desde el vientre de la madre o factores hereditarios, que provocan que desde el primer momento de su vida el bebé padezca de su visión.

Esta reflexión es tendiente a que los padres de familia deben estar atentos con la vista de sus hijos, desde pequeños, cuando ellos no pueden manifestarse. Si bien es cierto que al pasar los años el niño pueda indicarles a sus padres que tiene problema con su vista, también lo es que no debemos permitir tal situación que representa pérdida de tiempo valioso para atacar el problema.

Más vale prever que curar.

Qué bueno cuando el niño puede manifestar las molestias que siente en sus ojos, lo que será una gran ayuda para los padres, pero mientras esto no llegue a suceder serán los padres quienes que tengan que ingeniar prácticas para estar chequeando la visión de los bebés.

Existen juegos tendientes a ello: se le obliga al bebé a seguir el movimiento de una pelotita o de algo que le llame la atención o provocar algún sonido cerca de él y observar si el bebé busca con la vista el origen del mismo y en ambos casos observar el movimiento simétrico de los dos ojos o darle objetos de distintas formas y tamaños, cuidando que el niño determine las distancias y abra sus deditos debidamente para tomarlos con la mano, lo que frecuentemente se practica con objetos colgantes frente a él, en su cuna.

Se recomienda a los padres, como acto normal dentro de la convivencia, fijarse en los movimientos normales de los ojos de su bebé cuando miran a su alrededor y estar al tanto que no haya desviaciones cuando cambie su punto de mirada hacia otro objeto distinto al que está mirando.

Estas recomendaciones no infieren un tiempo de los padres destinado para ello, sino que deben ser actos rutinarios en la vida normal de la familia mientras el niño pueda manifestarse por sí solo.

El niño tiene toda una vida por delante y cualquier esfuerzo que se haga para su bienestar y desarrollo representará, además del cumplimiento de una obligación, un motivo de satisfacción familiar.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.

Dios mediante hasta la próxima …..mi correo: rich_ir @ hot mail.com

La Visión de los Bebés

En repetidas ocasiones hemos mencionado que los problemas de vista no respetan edades. Vemos a niños con lentes y a personas mayores leyendo sin necesidad de ellos. Por ello la importancia de los exámenes periódicos con su oftalmólogo.

Son muchos los factores que pueden incurrir para que la vista se vea afectada, incluyendo a los bebés recién nacidos, situación por demás preocupante porque ellos, los bebés, no pueden hablar ni siquiera sentir que están mal de su vista.

Existen problemas con embarazos de padres alcohólicos que surgen desde el vientre de la madre o factores hereditarios, que provocan que desde el primer momento de su vida el bebé padezca de su visión.

Esta reflexión es tendiente a que los padres de familia deben estar atentos con la vista de sus hijos, desde pequeños, cuando ellos no pueden manifestarse. Si bien es cierto que al pasar los años el niño pueda indicarles a sus padres que tiene problema con su vista, también lo es que no debemos permitir tal situación que representa pérdida de tiempo valioso para atacar el problema.

Más vale prever que curar.

Qué bueno cuando el niño puede manifestar las molestias que siente en sus ojos, lo que será una gran ayuda para los padres, pero mientras esto no llegue a suceder serán los padres quienes que tengan que ingeniar prácticas para estar chequeando la visión de los bebés.

Existen juegos tendientes a ello: se le obliga al bebé a seguir el movimiento de una pelotita o de algo que le llame la atención o provocar algún sonido cerca de él y observar si el bebé busca con la vista el origen del mismo y en ambos casos observar el movimiento simétrico de los dos ojos o darle objetos de distintas formas y tamaños, cuidando que el niño determine las distancias y abra sus deditos debidamente para tomarlos con la mano, lo que frecuentemente se practica con objetos colgantes frente a él, en su cuna.

Se recomienda a los padres, como acto normal dentro de la convivencia, fijarse en los movimientos normales de los ojos de su bebé cuando miran a su alrededor y estar al tanto que no haya desviaciones cuando cambie su punto de mirada hacia otro objeto distinto al que está mirando.

Estas recomendaciones no infieren un tiempo de los padres destinado para ello, sino que deben ser actos rutinarios en la vida normal de la familia mientras el niño pueda manifestarse por sí solo.

El niño tiene toda una vida por delante y cualquier esfuerzo que se haga para su bienestar y desarrollo representará, además del cumplimiento de una obligación, un motivo de satisfacción familiar.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.

Dios mediante hasta la próxima …..mi correo: rich_ir @ hot mail.com