EL PÁRPADO
El párpado es una parte muy importante del sistema ocular. Cualquier alteración que sufra se verá reflejada con la misma intensidad en el funcionamiento de la visión y puede tener consecuencias que se llegan a tipificar como enfermedades.
Una de las principales funciones del párpado es la de distribuir uniformemente la lágrima sobre la superficie del globo ocular, hidratándolo.
En cada parpadeo la lágrima debe cubrir íntegramente el ojo sin dejar espacios secos ya que éstos son causa de algunas enfermedades.
Veamos qué tipos de alteraciones pude sufrir el párpado que generen el mal funcionamiento del sistema.
El párpado, por necesidad del cumplimiento de sus funciones, tiene que estar pegado al globo ocular. Esto sucede gracias a la función de dos elementos: los ligamentos constituidos por el tarso y los tendones internos del párpado.
Cuando éstos pierden su fuerza, independiente del origen que lo cause, los parpados van dejando paulatinamente su posición contra el ojo, comienzan a perder su forma y se separan del globo ocular.
Esta alteración se hace más notoria en el párpado inferior el que pierde su estabilidad horizontal, se va separando del ojo debido a la flaccidez de los músculos y en el avance del daño tiende a enrollarse lo que puede ser hacia fuera o hacia dentro de su propia estructura. Si el párpado se enrolla hacia fuera se conoce como “ectropión” y si es hacia dentro, se le llama “entropión”.
La primera consecuencia del párpado fláccido es que no alcanza a distribuir uniformemente la lágrima sobre la superficie del globo ocular dejando expuestos espacios sin lubricar lo que provoca en primer término el llamado “ojo seco” que ya hemos visto en colaboraciones pasadas.
Otro caso: por alguna alteración, la persona siente comezón en el ojo y en lugar de buscar el origen y atacarlo, se contenta con el alivio momentáneo de tallárselo lo que puede provocar una infección que termina inflamando el párpado cuya cura requiere de un tratamiento oftálmico.
Otro más: cuando algún cuerpo extraño penetra en el ojo, lo más inmediato que sucede es que la persona se lo talle buscando el alivio momentáneo. Esto es peor que el caso anterior ya que el cuerpo que ha penetrado representa un algo riesgo de infección y la provocación de ralladuras y lesiones tanto en el globo ocular como en los párpados. Lo prudente en este caso es extraer del ojo el cuerpo extraño.
Por último: el párpado, como el cuerpo, envejece. Esta suele ser la causa de la pérdida de fuerza de los ligamentos y la flaccidez consecuente del párpado.
Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.
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