CATARATA
El ojo, a semejanza de una cámara fotográfica, tiene un sistema compuesto de dos lentes transparentes que le permite ubicar y enfocar las imágenes; un lente, el exterior, se conoce como córnea y otro en la parte interna que se conoce como cristalino.
El lente natural que se conoce como córnea, está en contacto con el ambiente, visible a simple vista delante del iris que como ya sabemos, es la parte que da color al ojo; el cristalino, que está atrás del iris, tiene la cualidad de adaptar su forma en su función de enfocar de cerca el objeto que se mira.
Por razón natural el cristalino al envejecer se endurece y pierde en consecuencia dicha facultad de adaptación por lo que el enfoque de objetos cercanos al ojo se hace cada vez más problemático presentándose la alteración que se conoce con el nombre de presbicia o vista cansada.
También por motivo de la edad, el cristalino puede ir perdiendo su transparencia y la opacidad que se forma, que se conoce como catarata, impide el paso de la luz a la retina por lo que la visión de la persona se hace borrosa. En este caso estamos en presencia de la catarata senil.
Además del motivo anterior, existen otros factores por los que puede generarse la catarata como es el caso de traumatismos o en forma congénita (al nacer) o como consecuencia de otras enfermedades como la diabetes o la ingesta de determinados medicamentos o la exposición prolongada a la luz ultravioleta, entre otros.
La afectación de la vista como consecuencia de la catarata no puede corregirse con gafas, es necesaria la operación quirúrgica consistente en sustituir el lente natural opaco por uno artificial transparente, operación ambulatoria que no requiere que el paciente se hospitalice ya que una vez operado puede de inmediato regresar a su casa para los cuidados posteriores.
El oftalmólogo, mediante estudios especializados, podrá dar el diagnóstico de la existencia de la catarata. Cuando ésta ya existe, el uso de gafas puede ser de ayuda temporal por corto tiempo, pero como el crecimiento de la catarata es constante, a pesar de ser lento, llegará el momento de que la cirugía sea inminente. El hecho de dejar pasar tiempo puede hacer más complicado el tratamiento y operación.
La catarata puede darse en uno o en los dos ojos; el oftalmólogo estudiará la conveniencia de operar primero un ojo y después el otro o de acuerdo a las circunstancias que requiera el estado del paciente.
Posteriormente veremos los tipos de catarata que hay y su tratamiento.
Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.
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