MINERALES
Los minerales, al igual que las vitaminas, son elementos que auxilian al cuerpo humano a guardar una estabilidad en su funcionamiento general, coadyuvando con los distintos órganos en su correcta función particular.
Los minerales pueden darse a nuestro cuerpo en dos formas: a través de los alimentos en nuestra dieta diaria o por medio de medicamentos prescritos por un doctor.
Los minerales que se dan a través de los alimentos, sufren el proceso propio de la nutrición: ingestión, masticación, deglución y digestión gástrica e intestinal.
Le energía que contienen los alimentos ingeridos es transformada por el proceso nutricional, en energía metabólica con el auxilio del oxígeno que ayuda a las células a incorporar, mediante reacciones químicas, las moléculas del elemento procesado a la propia estructura de la célula o bien para sintetizar otros conceptos de su función.
Si la nutrición no es la debida, se manifestará por medio de signos y síntomas generados por las anormalidades bioquímicas que provocan alteraciones en las funciones de los órganos afectados. El órgano de la vista, por lo mismo, no queda exento de presentar anormalidades en sus funciones.
El requerimiento de los minerales es normalmente en bajas cantidades por lo que también se les conoce como “micronutrimentos”. Estos compuestos no tienen la capacidad de ser depósitos de energía ni contribuyen a la estructura del cuerpo, su papel es ser elemento importante en el metabolismo celular, en las funciones corporales y como protección antioxidante.
Los minerales como el yodo y el selenio, tienen la cualidad de atravesar fácilmente las membranas celulares, se absorben bien y son transportados rápidamente por el organismo. Su eliminación se hace por medio de la orina.
Minerales como el cinc, cobre, hierro, cromo y magnesio son regulados por el proceso de absorción, la cual es baja.
Para su transporte seguro en la circulación como en el interior de las células, se unen a proteínas específicas. Su eliminación se realiza tanto en la materia fecal como en la orina.
Si estos minerales se dan en alimentos elaborados, congelados o descongelados por medios industriales, pueden perder su efectividad.
Los minerales y las vitaminas son fáciles de automedicarse dada la facilidad con que se recomiendan de persona a persona, más la publicidad indiscriminada que se les hace y el concepto erróneo de considerarlos inocuos en caso de que no le sirviera como la persona espera. El exceso en su ingesta o dosis inadecuadas, las vitaminas y los minerales pueden causar mucho daño.
Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.
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