/ domingo 17 de abril de 2022

Una Mirada a tus Ojos

OBSERVEMOS Y CUIDEMOS LA VISTA DE LOS NIÑOS

Conocer si nuestros hijos pequeños tienen algún padecimiento en su vista no es cosa fácil, más aún cuando el niño todavía no habla o apenas comienza a trabajar con su vista en labores que así lo requieren.

Hemos comentado en otros artículos que el bebé, desde que se encuentra en el vientre materno, puede ser afectado de la vista por algunas circunstancias como pueden ser el cuidado nutricional o costumbres de la mamá y el factor hereditario, entre otros.

Tomando también en cuenta que las afectaciones a la vista pueden presentarse en cualquiera edad, cuidemos la visión del niño pequeño que aún no habla, en su desarrollo y crecimiento.

Existen pruebas que los mismos padres pueden realizar y observar las reacciones de su hijo que comienza a entender, por ejemplo, cuando se le enseña al bebé un juguete. Primero observemos la concentración de la vista del niño sobre el objeto y una vez lograda, movamos el juguete hacia varios lados observando el movimiento de sus ojos en seguimiento del objeto. En este camino visual cuidemos las reacciones de los movimientos de los ojos, las que deben guardar simetría de sus pupilas en los cambios.

Otra prueba es provocar un sonido sin que el bebé lo espere y observemos la reacción, que se supone rápida, de los ojos del niño hacia el lugar del sonido, la que también debe guardar la simetría en sus movimientos como en el primer caso.

Cuando el niño ya habla tal vez pueda expresar alguna duda sobre su visión, aunque existe un gran porcentaje de que ello no suceda a menos que el problema sea mayor.

Normalmente los niños en sus primeros años, consideran que lo que ven es correcto, por eso no hay reclamación a pesar de que existiera alguna alteración de la que ni cuenta se dan.

Cuando en la escuela el niño tiene que ocupar los primeros pupitres cerca del maestro para ver lo que se escribe en el pizarrón, es cuando el problema se ha detectado cabalmente. Hasta entonces se vuelve necesaria la consulta con su oftalmólogo. Actualmente las escuelas, previendo esta anomalía cada vez más frecuente en los niños, exigen atinadamente exámenes de la vista a los alumnos desde su inscripción.

En este examen de la vista el niño se dará cuenta de lo que DEBE ver, lo que comparado con lo que VE, tendrá conciencia de su problema y aportará su voluntad para corregirse. No le queda otra.

Cuando el niño se queje de dolor de cabeza, piense que tal vez sea un reclamo de su visión. Dele atención.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.

Dios mediante hasta la próxima...mi correo: rich_ir @ hot mail.com

OBSERVEMOS Y CUIDEMOS LA VISTA DE LOS NIÑOS

Conocer si nuestros hijos pequeños tienen algún padecimiento en su vista no es cosa fácil, más aún cuando el niño todavía no habla o apenas comienza a trabajar con su vista en labores que así lo requieren.

Hemos comentado en otros artículos que el bebé, desde que se encuentra en el vientre materno, puede ser afectado de la vista por algunas circunstancias como pueden ser el cuidado nutricional o costumbres de la mamá y el factor hereditario, entre otros.

Tomando también en cuenta que las afectaciones a la vista pueden presentarse en cualquiera edad, cuidemos la visión del niño pequeño que aún no habla, en su desarrollo y crecimiento.

Existen pruebas que los mismos padres pueden realizar y observar las reacciones de su hijo que comienza a entender, por ejemplo, cuando se le enseña al bebé un juguete. Primero observemos la concentración de la vista del niño sobre el objeto y una vez lograda, movamos el juguete hacia varios lados observando el movimiento de sus ojos en seguimiento del objeto. En este camino visual cuidemos las reacciones de los movimientos de los ojos, las que deben guardar simetría de sus pupilas en los cambios.

Otra prueba es provocar un sonido sin que el bebé lo espere y observemos la reacción, que se supone rápida, de los ojos del niño hacia el lugar del sonido, la que también debe guardar la simetría en sus movimientos como en el primer caso.

Cuando el niño ya habla tal vez pueda expresar alguna duda sobre su visión, aunque existe un gran porcentaje de que ello no suceda a menos que el problema sea mayor.

Normalmente los niños en sus primeros años, consideran que lo que ven es correcto, por eso no hay reclamación a pesar de que existiera alguna alteración de la que ni cuenta se dan.

Cuando en la escuela el niño tiene que ocupar los primeros pupitres cerca del maestro para ver lo que se escribe en el pizarrón, es cuando el problema se ha detectado cabalmente. Hasta entonces se vuelve necesaria la consulta con su oftalmólogo. Actualmente las escuelas, previendo esta anomalía cada vez más frecuente en los niños, exigen atinadamente exámenes de la vista a los alumnos desde su inscripción.

En este examen de la vista el niño se dará cuenta de lo que DEBE ver, lo que comparado con lo que VE, tendrá conciencia de su problema y aportará su voluntad para corregirse. No le queda otra.

Cuando el niño se queje de dolor de cabeza, piense que tal vez sea un reclamo de su visión. Dele atención.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.

Dios mediante hasta la próxima...mi correo: rich_ir @ hot mail.com