/ viernes 24 de junio de 2022

Una Mirada a tus Ojos

LOS NIÑOS Y SUS OJOS

La semana pasada hablamos del problema visual que amenaza a los niños nacidos prematuramente y la gran posibilidad de afrontarlo con éxito si se atiende a tiempo.

Sin embargo el problema en general de los niños en materia de su visión, rebasa al supuesto anterior cuyo riesgo es previsible.

Tanto por el desconocimiento de cómo debe ver como por la dificultad de identificar y expresar un problema, los niños crecen sin darse cuenta que tienen irregularidad en su vista hasta que suceden hechos que prenden el foco de alarma en los papás. Mientras eso pasa, pensamos que todo está en orden.

Un primer indicio es su calidad de aprendizaje cuando sabemos que nuestro niño es más inteligente de lo que avanza. Se nos reporta la distracción del niño en la escuela y en ocasiones tal referencia merece una regaño o castigo de nuestra parte para él, que en fondo no sabe qué sucede. Probablemente nuestro hijo no nos diga nada.

Es aconsejable en estos casos platicar con el chico, escuchar su versión y ponderar sus comentarios. Podemos saber que nuestro hijo no avanza lo que quisiéramos, porque no alcanza a ver lo que el maestro escribe en el pizarrón. Si el muchacho es voluntarioso, pedirá que lo sienten más cerca pero si no le llega esta idea, se conforma con lo que puede avanzar sin darse cuenta de que es su vista la que no le ayuda y sin querer ni menos saberlo, admite su retraso como cosa normal.

En ocasiones el niño se queja de dolor de cabeza sobre todo cuando lee o se pone a estudiar, con la secuela de que le produce sueño. Ante tal panorama suponemos que el niño requiere de un estudio de su vista y recurrimos al oftalmólogo.

Sólo sabiendo el niño QUÉ es lo que debe ver, sabrá decirnos SI LO QUE VE es correcto.

Favorablemente, algunas escuelas han creado conciencia del problema y tienen establecido un programa obligatorio de examen de la vista a sus alumnos.

Seguramente que la receta será el uso de anteojos, lo que no a todos caerá bien. Las mujercitas por motivos de vanidad, algunos hombres por motivo de verse restringidos un tanto cuanto en sus juegos normalmente rudos y en general por el temor de ser motivo de burla de sus compañeros, se hacen resistentes a tal receta.

Sin embargo, si se les concientiza que en ocasiones el uso de lentes realza la personalidad o define perfiles, la negación puede reducirse hasta llegar a la aceptación plena.

Existen también los lentes de contacto que eliminan el uso de los anteojos.

Para los jóvenes deportistas existen lentes de protección llamados gogles que les permitirán hacer su deporte con menor riesgo.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.

Dios mediante hasta la próxima...mi correo: rich_ir @ hot mail.com

LOS NIÑOS Y SUS OJOS

La semana pasada hablamos del problema visual que amenaza a los niños nacidos prematuramente y la gran posibilidad de afrontarlo con éxito si se atiende a tiempo.

Sin embargo el problema en general de los niños en materia de su visión, rebasa al supuesto anterior cuyo riesgo es previsible.

Tanto por el desconocimiento de cómo debe ver como por la dificultad de identificar y expresar un problema, los niños crecen sin darse cuenta que tienen irregularidad en su vista hasta que suceden hechos que prenden el foco de alarma en los papás. Mientras eso pasa, pensamos que todo está en orden.

Un primer indicio es su calidad de aprendizaje cuando sabemos que nuestro niño es más inteligente de lo que avanza. Se nos reporta la distracción del niño en la escuela y en ocasiones tal referencia merece una regaño o castigo de nuestra parte para él, que en fondo no sabe qué sucede. Probablemente nuestro hijo no nos diga nada.

Es aconsejable en estos casos platicar con el chico, escuchar su versión y ponderar sus comentarios. Podemos saber que nuestro hijo no avanza lo que quisiéramos, porque no alcanza a ver lo que el maestro escribe en el pizarrón. Si el muchacho es voluntarioso, pedirá que lo sienten más cerca pero si no le llega esta idea, se conforma con lo que puede avanzar sin darse cuenta de que es su vista la que no le ayuda y sin querer ni menos saberlo, admite su retraso como cosa normal.

En ocasiones el niño se queja de dolor de cabeza sobre todo cuando lee o se pone a estudiar, con la secuela de que le produce sueño. Ante tal panorama suponemos que el niño requiere de un estudio de su vista y recurrimos al oftalmólogo.

Sólo sabiendo el niño QUÉ es lo que debe ver, sabrá decirnos SI LO QUE VE es correcto.

Favorablemente, algunas escuelas han creado conciencia del problema y tienen establecido un programa obligatorio de examen de la vista a sus alumnos.

Seguramente que la receta será el uso de anteojos, lo que no a todos caerá bien. Las mujercitas por motivos de vanidad, algunos hombres por motivo de verse restringidos un tanto cuanto en sus juegos normalmente rudos y en general por el temor de ser motivo de burla de sus compañeros, se hacen resistentes a tal receta.

Sin embargo, si se les concientiza que en ocasiones el uso de lentes realza la personalidad o define perfiles, la negación puede reducirse hasta llegar a la aceptación plena.

Existen también los lentes de contacto que eliminan el uso de los anteojos.

Para los jóvenes deportistas existen lentes de protección llamados gogles que les permitirán hacer su deporte con menor riesgo.

Una recomendación: consulte a su oftalmólogo cuando menos una vez al año. No se automedique: cada paciente tiene requerimientos particulares.

Dios mediante hasta la próxima...mi correo: rich_ir @ hot mail.com