/ viernes 14 de junio de 2019

Uniforme neutro

Gran polémica la de la semana pasada, cuando se anunció que en Ciudad de México se implementaría el uniforme neutro sin represalias a los infantes, respetando su libre albedrío. Veamos el tema con calma: la razón para la toma de la decisión fue que las niñas quieren jugar y moverse libremente, como los niños y que, además, en tiempo de frío lo padecen sobremanera, por lo que se permitiría que llevaran la ropa con la que se sientan más cómodos, ya sea pantalón de vestir o deportivo; así, tangencialmente, tampoco sancionarían a los niños que decidieran usar falda. Lejos de reportar el hecho noticioso como una gran acción afirmativa a favor de las niñas, se informó y condenó que se permitiera a los niños llevar falda, es decir, no se comunicó lo importante.

El juicio sumario y la condena pública no se hicieron esperar, calificando como degenerados, irracionales, torpes (y similares) a quienes apoyan la medida, preferentemente a quienes coinciden con la 4T. Resulta oportuno replicar lo señalado por el Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán: la propuesta del uniforme neutro es válido solo para las niñas, ya que con esta medida se atenderá a una problemática específica vinculada con la violencia contra las mujeres, desde obligarlas a vestir de determinada manera, hasta matarlas.

En efecto, esta medida se da en un contexto de paridad, cuyo principio ya se encuentra contenido en la Constitución, cuya reforma se publicó en el Diario Oficial de la Federación el pasado 06 de junio de 2019; en la misma sintonía, el mismo día se publicó en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Guanajuato, la Política de igualdad laboral y no discriminación para la Administración Pública del Estado de Guanajuato. En suma: las niñas/mujeres pueden hacer lo mismo que los niños/hombres. El escándalo, entonces, probablemente se debió a que en realidad, buena parte la sociedad mexicana está menos preparada de lo que se cree, para ejercer a plenitud la paridad de género.

Debe aceptarse que a priori pareció una medida rara (¿¡niños con falda!?), pero también, que hay gran influencia de prejuicios, adquiridos durante décadas de educación y cultura orientados a estereotipos y al rol de género.

¿Qué hay de malo que en temporada invernal se permita a las niñas vestir pantalón? ¿Qué, que en verano a los niños, falda? ¿Se vuelven menos mujeres o menos hombres? ¿El sexo está condicionado por la vestimenta, la cual es cultural y atiende a contextos? Leticia Bonifaz Alfonzo (EL UNIVERSAL, 08 de junio de 2019) recuerda el kilt escocés, el pareo tahitiano, el lava lava de la polinesia, la fustanela de griegos y albanos, el Saray en parte de Asia y la túnica de lacandones chiapanecos.

En todo caso, corresponde a los padres orientar a los menores en su forma de vestir, es su deber, su responsabilidad no solo moral sino constitucional (artículo 31, fracción I) velar siempre por su bienestar y su desarrollo, en la inteligencia de que la forma de vestir forma parte, precisamente, del derecho humano correspondiente al libre desarrollo de la personalidad.

Así pues, la discusión de fondo no es si un niño puede usar falda, sino comenzar a ejecutar acciones dirigidas a frenar la violencia contra las mujeres, desde obligarles a usar falda hasta su maltrato, explotación y muerte.

Una enseñanza clara: la inadecuada comunicación provoca desinformación y, por tanto, provoca que cada receptor interprete lo que quiera, víctimas de perjuicios, fobias y animadversiones.

Extra: Sin embargo, aunque la mujer y el hombre son iguales ante la ley, por ministerio constitucional (artículo 4, párrafo primero), la mujer debe proteger la organización y el desarrollo de la familia. Natura se impone y privilegia.

germanrodriguez32@hotmail.com

Gran polémica la de la semana pasada, cuando se anunció que en Ciudad de México se implementaría el uniforme neutro sin represalias a los infantes, respetando su libre albedrío. Veamos el tema con calma: la razón para la toma de la decisión fue que las niñas quieren jugar y moverse libremente, como los niños y que, además, en tiempo de frío lo padecen sobremanera, por lo que se permitiría que llevaran la ropa con la que se sientan más cómodos, ya sea pantalón de vestir o deportivo; así, tangencialmente, tampoco sancionarían a los niños que decidieran usar falda. Lejos de reportar el hecho noticioso como una gran acción afirmativa a favor de las niñas, se informó y condenó que se permitiera a los niños llevar falda, es decir, no se comunicó lo importante.

El juicio sumario y la condena pública no se hicieron esperar, calificando como degenerados, irracionales, torpes (y similares) a quienes apoyan la medida, preferentemente a quienes coinciden con la 4T. Resulta oportuno replicar lo señalado por el Secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán: la propuesta del uniforme neutro es válido solo para las niñas, ya que con esta medida se atenderá a una problemática específica vinculada con la violencia contra las mujeres, desde obligarlas a vestir de determinada manera, hasta matarlas.

En efecto, esta medida se da en un contexto de paridad, cuyo principio ya se encuentra contenido en la Constitución, cuya reforma se publicó en el Diario Oficial de la Federación el pasado 06 de junio de 2019; en la misma sintonía, el mismo día se publicó en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Guanajuato, la Política de igualdad laboral y no discriminación para la Administración Pública del Estado de Guanajuato. En suma: las niñas/mujeres pueden hacer lo mismo que los niños/hombres. El escándalo, entonces, probablemente se debió a que en realidad, buena parte la sociedad mexicana está menos preparada de lo que se cree, para ejercer a plenitud la paridad de género.

Debe aceptarse que a priori pareció una medida rara (¿¡niños con falda!?), pero también, que hay gran influencia de prejuicios, adquiridos durante décadas de educación y cultura orientados a estereotipos y al rol de género.

¿Qué hay de malo que en temporada invernal se permita a las niñas vestir pantalón? ¿Qué, que en verano a los niños, falda? ¿Se vuelven menos mujeres o menos hombres? ¿El sexo está condicionado por la vestimenta, la cual es cultural y atiende a contextos? Leticia Bonifaz Alfonzo (EL UNIVERSAL, 08 de junio de 2019) recuerda el kilt escocés, el pareo tahitiano, el lava lava de la polinesia, la fustanela de griegos y albanos, el Saray en parte de Asia y la túnica de lacandones chiapanecos.

En todo caso, corresponde a los padres orientar a los menores en su forma de vestir, es su deber, su responsabilidad no solo moral sino constitucional (artículo 31, fracción I) velar siempre por su bienestar y su desarrollo, en la inteligencia de que la forma de vestir forma parte, precisamente, del derecho humano correspondiente al libre desarrollo de la personalidad.

Así pues, la discusión de fondo no es si un niño puede usar falda, sino comenzar a ejecutar acciones dirigidas a frenar la violencia contra las mujeres, desde obligarles a usar falda hasta su maltrato, explotación y muerte.

Una enseñanza clara: la inadecuada comunicación provoca desinformación y, por tanto, provoca que cada receptor interprete lo que quiera, víctimas de perjuicios, fobias y animadversiones.

Extra: Sin embargo, aunque la mujer y el hombre son iguales ante la ley, por ministerio constitucional (artículo 4, párrafo primero), la mujer debe proteger la organización y el desarrollo de la familia. Natura se impone y privilegia.

germanrodriguez32@hotmail.com