CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- El Instituto de Arte y Cultura de Celaya, a través del Museo de Celaya, Historia Regional, se vistió de manteles largos al recibir la donación de la pintura titulada “La Favorita” obra del maestro Aurelio Agustín Rojas, realizada en técnica de acrílico sobre tela, con dimensiones de 95 cm de alto por 135 de ancho, del año 2005, la cual fue entregada por el señor José Trinidad Martínez Ramírez.
Durante el acto de entrega de la obra, estuvieron presentes Dagoberto Serrano Sánchez, director del Instituto de Arte y Cultura de Celaya (INSMACC) y Rafael Soldara Luna, coordinador d3l Museo de Celaya Historia Regional, así como José Trinidad Martínez, quienes firmaron el documento que da certeza legal al museo como propietario de la obra.
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Es importante señalar que, con esta donación, el Museo de Celaya aumenta su acervo, ofreciéndole a las visitantes novedades tanto en salas como en exposiciones, eventos virtuales y demás actividades, siendo esta pieza una obra que permite incorporar el arranque industrial en Celaya a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
SOBRE LA PINTURA:
La. Obra donada al Museo de Celaya Historia Regional, es una pintura con Vista panorámica de “La Favorita”, una de las destilerías más importantes de México, la cual llegó a Celaya en el año de 1898; en los terrenos que rodean al casco de la fábrica, se localiza el cruce de las vías del ferrocarril; sembraban maíz, debido a que era la materia prima con la que trabajaban y podían lograr la producción de cinco millones de litros de alcohol de 100 grados que reportaban anualmente y que se distribuían en el mercado nacional y extranjero, mencionando que En sus instalaciones, arribaron las tropas constitucionalistas durante Las Batallas de Celaya.
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Donan acervo de Mariana Yampolsky
Cabe destacar que La favorita vio a lo largo de sus años, el paso de diferentes eventos en Celaya, desde la bonanza industrial por la que pasaba Celaya, los duros años de la Revolución Mexicana, el desabasto de granos en la región y ya clausurada, lo que se mantiene de su antiguo casco, ha visto crecer a la mancha urbana al grado de que esta se pierde entre la zona habitacional, que solo fungió el rol de fábrica, no de hacienda, como se llega a relatar por algunos celayenses.