CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- El gremio de árbitros de futbol está de luto, luego de que Filiberto Jesús Cerda Vázquez se adelantara con el Todo Poderoso a la edad de 48 años, y quien desde muy joven tuvo el amor por el arbitraje.
Expresó: “El gusto por el arbitraje, le nace en la colonia Del Bosque, donde vivíamos; en aquellos tiempos en un programa de gobierno, “Solidaridad”, se realizaron torneos de futbol, él quiso ser árbitro, de esa manera participó y destacó.Mayra Guadalupe Cerda
“Fili”, como era conocido comenzó a los 17 años de edad en la colonia Bosques donde realizaban torneos y luego fue invitado a ser parte del Colegio de Árbitros de Celaya de Andrés Badillo, continuando ejerciendo esta profesión en diferentes colegios siendo el último de ellos el de Germán Arredondo, pero también organizaba la Liga de Futbol 7 en la Deportiva Miguel Aleman Valdés.
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Filiberto Jesús Cerda Vázquez nació un 16 de noviembre de 1971, sobreviviéndole sus padres Miguel Cerda Alvarado y María Guadalupe Vázquez Martínez, así como su esposa María Concepción González Cuevas sus hijos Miguel de 18 años y Ana, de 14 años y sus hermanos Luis Miguel, Marco Antonio, Víctor Manuel, Benjamín, Mayra Guadalupe y Héctor Ernesto.
Se inició a los 17 años, en un torneo de su colonia; de ahí le surgió el gusto por pitar y durante 31 años lo realizó, posteriormente es invitado por el Colegio de Árbitros de Celaya, de Andrés Badillo y más adelante, de otros colegios a los que prestaba servicio, como el de Germán Arredondo y era el encargado de la Liga de Futbol 7 de la UD Miguel Alemán Valdés.
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Sus hermanos Marco Antonio y Héctor también tuvieron el gusto por el arbitraje, pero también se graduó como licenciado en Sistemas Computacionales, trabajando en la Escuela Secundaria “Felipe Carrillo Puerto” de Apaseo el Alto, dando clases de “ofimática”, caracterizándolo por ser dedicado con sus alumnos inculcándoles el hábito de hacer deporte, en especial el futbol soccer.
Su hermana Mayra Guadalupe Cerda expresó: “El gusto por el arbitraje, le nace en la colonia Del Bosque, donde vivíamos; en aquellos tiempos en un programa de gobierno, “Solidaridad”, se realizaron torneos de futbol, él quiso ser árbitro, de esa manera participó y destacó, fue como se inicia y para los 18 años, incluso tuvo una llamada de la Ciudad de México para poder incursionar en el arbitraje profesional, a lo que platicó, con mi mamá y le señaló que terminara su carrera y después lo hiciera, llegó a ser, un gran árbitro en el ámbito amateur, era muy amable, sincero y carismático; era una persona muy sonriente, que le gustaba eso, ser feliz, nos contagiaba, creo que a todos en su manera de ser.
