André Marín y José Ramón Fernández trabajaron juntos durante casi 20 años en Imevisión, pero lo que el propio Joserra considera una traición rompió todo tipo de lazos entre ambos, aunque hubo una ocasión en la que lograron hacer las paces y darse un abrazo en televisión nacional.
¿Qué pasó con André Marín y José Ramón Fernández?
Cuando José Ramón Fernández era el jefe de deportes en TV Azteca, él mismo era quien designaba quién cubría cada fuente y quiénes iban a las transmisiones de los partidos. Entre sus ‘alumnos’ preferidos estaban David Faitelson, Antonio Rosique, Christian Martinoli, Luis García, Ciro Procuna y André Marín.
No obstante, cuando Joserra contrajo diverticulosis (una enfermedad que perfora el intestino y corre peligro de que entre alimento), André Marín buscó la oportunidad de quedarse con su puesto, hablaba con los altos mandos de la empresa y decía que José Ramón tenía adicción a las drogas y que planeaba una salida de talentos masiva para ESPN junto con Rafael Puente y Faitelson. Sin embargo, al ver que no pudo quedarse con su lugar, fue a buscar trabajo a Televisa.
“Un día me encontré a Emilio Azcárraga y él me dijo ‘te van a traicionar, te lo están preparando’, y así como lo dijo, sucedió, tal cual'”, afirmó José Ramón. El objetivo de Marín era poder quedarse con todo el poder que tenía Joserra pero quien se quedó con su puesto fue Pablo Latapí.
El día que José Ramón Fernández y André Marín se abrazaron en televisión nacional
Cuando ocurrió el sismo del 2017 en la Ciudad de México, en Univisión hicieron una transmisión especial con comentaristas de Televisa, TV Azteca, ESPN y Fox Sports. Édgar Martínez le preguntó a José Ramón por una experiencia con André, y él contó cómo él era quien llevaba los claves de los partidos internacionales. Marín se desarrolló primero fuera de cámara y después tuvo la oportunidad de salir a reportear.
Después, Martínez le cedió la palabra a Marín para saber si tenía algo que decirle a José Ramón, y al respuesta fue: “la primera, no contesté nada. La segunda, nunca contestaré nada. La tercera, soy un tipo agradecido, y lo que sé, me lo voy a llevar a la tumba, ¿te parece?”. Seguido de ello, ambos se levantaron y se abrazaron en señal de respeto, con aplausos de los demás presentes.
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