CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- La tristeza se apoderó del Miguel Alemán Valdés, ya que la diablura oaxaqueña de Diego Rafael Jiménez al 33’ sentenció el primer episodio de la semifinal en territorio cajetero, dado que el resultado generó caras largas y varias desilusiones en la afición celayense que sueña todavía en ver a su equipo en la gran final del ASCENSO MX.
Así que la individualidad del dorsal ‘11’ de Alebrijes de Oaxaca marcó el rumbo del duelo futbolístico, luego de arrojar un bien testerazo en la cabaña ubicada en la cabecera norte selló el triunfo 1-0 y de esta forma llevarse la mínima ventaja al juego de vuelta que se estará jugando el sábado a las 19:00 horas en el estadio del Tecnológico de Oaxaca (ITO).
Mencionar que antes del arranque de las acciones del primer episodio, se vivió un minuto de silencio en memoria del expropietario del Club Deportivo Guadalajara, Jorge Vergara.
Los más diez mil aficionados observaron una velada gris para el balompié celayense, en donde los Toros del Club Celaya no pudieron descifrar ayer el orden futbolístico de los superlíderes del Torneo de Apertura 2019 y en la gran parte del encuentro parecía que la plantilla astada estaba jugando un partido correspondiente al torneo regular.
Lo poco destacable de la primera mitad fue el servició que generó Maurice Cova a sus compañeros, la cual fue desperdiciada a la hora de chutar sin dirección a la portería de la cabecera sur.
Sin embargo, después se les vino la noche al Club Celaya en el primer duelo de semifinal, cuando Diego Jiménez anotó en un momento importante al 33’.
El delantero cerró con la testa una gran triangulación para marcar el tanto que le dio la victoria a los oaxaqueños en Celaya.
Para el tiempo complementario, los Toros se encasillaron en mandarle una abundancia de centros a los delanteros, a causa de la poca claridad futbolística de Michelle Benítez, Carlos Camacho, Emiliano Osuna y Carlos Rosel, el aparato futbolístico apostó por el juego aéreo.
El Club Celaya saltó al terreno defensivamente con Abraham Riestra, Daniel Cervantes y Juan Felipe Aguirre. En la media cancha jugó Ignacio Torres, Michelle Benítez, Carlos Rosel, Carlos Camacho y Maurice Cova. El ataque lo conformó Martín Zúñiga y Ricardo Marín. La portería cajetera la protegió Luis Robles.
Para poder vivir otra gran final como la que se gozó el 4 de mayo de 1996, el conjunto de ‘Pity’ Altamirano tendrá que anotar 2-0 en el juego de vuelta y lo más positivo es que no reciba anotación en el estadio ITO.
