CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- Triste noticia para el deporte celayense en especial para el arbitraje, tras la pérdida de quien fue pionero y guía para varios árbitros. Hablamos de don Andrés Badillo Rendón, quien a la edad de 85 años partió a su última morada donde seguramente seguirá haciendo lo que más le gustaba, ser árbitro.
Quienes tuvieron el gusto de conocerlo sabrán que fue una institución del arbitraje en esta ciudad, dejando sólidos cimientos de su labor que tuvo en el arbitraje y claro ejemplo a seguir para las nuevas generaciones.
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De oficio carpintero, los fines de semana acudía a jugar en los campos llamados del llano, con el equipo Marmolería Insurgentes, jugando como lateral derecho y teniendo su gusto con el equipo celayense Club de Futbol Piratas, pero esto sería el inicio de comenzar una carrera en el arbitraje.
Durante muchos años perteneció al Colegio de Árbitros de Celaya, y fue gracias al arbitraje que se ganó infinidad de amistades, convirtiéndose en un árbitro que los jugadores lo respetaban dentro y fuera de la cancha, ya que su labor de llevar el orden en el terreno de juego fue intachable.
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Nacido en esta ciudad un 28 de octubre de 1935, y en su etapa como árbitro poco a poco se le fueron abriendo las puertas, no sólo en la ciudad, sino en la misma región al ser considerado en su momento para encuentros de la Segunda División Profesional.
Eduardo Badillo, nieto de Don Andrés así lo recordó: “Fue muy reconocido por pitar, de hecho llegó a pitar partidos profesionales de fútbol en la Segunda División, no se le dio, después de que en un juego en Guadalajara, entre los equipos de Oro y la Universidad de Guadalajara, en el Estadio Jalisco, expulsó a un jugador de los Leones Negros, tras una agresión y el mismo futbolista, se fue con todo sobre el jugador lesionado, le dio una patada a la altura del pecho, se desató una gresca entre ambos conjuntos y el jugador lesionado, falleció”.
Tal situación se dio a conocer, que, en un momento, otra gran institución, pero del periodismo, Jacobo Zabludovsky, entrevistó al silbante y este le respondió, fiel a su estilo, con las palabras, “los árbitros manejamos el reglamento, más no las reacciones de los jugadores”.
A partir de eso y de ese momento, el silbante celayense, con gran proyección, dedicó renunciar al arbitraje profesional, continuando en su oficio, de carpintería, así como en el arbitraje amateur, donde retomaría su carrera y se haría de un prestigio que le significó ser presidente del Colegio de Árbitros de Celaya en un par de periodos, además de apoyar como dirigente del colegiado a varios prospectos y años más tarde, ya retirado de manera activa, ser nombrado “presidente vitalicio” del mismo, hasta sus últimos días.
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“Como abuelo siempre nos dio buenos consejos para encausar nuestra vida. En cuanto al ámbito del fútbol fue mucho muy reconocido en el ámbito amateur, el apellido Badillo no es muy común y cada que jugábamos y dábamos su nombre, nos preguntaban que si él era familiar nuestro. Fue una persona muy reconocida en el arbitraje amateur no sólo de Celaya sino de la región”, agregó, su nieto.
Varios árbitros que en su momento pitaban a la par de Don Andrés, lo recuerdan con gran cantidad de enseñanzas no solo en el oficio del arbitraje sino en la vida común, quien fue un hombre alegre, buen padre, buen abuelo y sobre todo buena persona que aportó mucho al arbitraje, ganándose el cariño de la familia futbolera por su profesionalismo y rectitud, valores fundamentales dentro de este deporte.
Contrajo matrimonio Beatriz Serrano, con quien procreó a sus hijos, Margarita, Noé, Agustín, Irene, Rubén, Benjamín, Beatriz y Mayela; además de haber sido abuelo de por lo menos 30 nietos y varios bisnietos, quienes lo despedirán en lo que fue su hogar ubicada en la calle 20 de noviembre número 437. Que descanse en paz Don Andrés Badillo Rendon.
