El gobierno de México mantendrá una Línea de Crédito Flexible (LCF) con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por un monto de 35 mil millones de dólares, con el fin de preservar la estabilidad económica y financiera del país.
En un comunicado en conjunto, el Banco de México (Banxico) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dieron a conocer que el país mantendrá la LCF debido a los riesgos que prevalecen en la economía global.
“El entorno externo sigue presentando incertidumbre y riesgos. Entre ellos destacan los derivados de la dinámica de la economía global y de la volatilidad en los mercados financieros relacionados con el apetito por activos de las economías emergentes”, explicaron ambas instituciones.
De acuerdo con una revisión hecha por el FMI, México puede acceder a esta LCF debido a su buen historial de políticas macroeconómicas, al igual que por sus marcos económicos y políticos de los últimos años.
Sin embargo, el FMI advirtió que la actividad económica en México se está moderando, en parte, debido a la política monetaria restrictiva, y que el consumo privado y la inversión están desacelerándose, al igual que el crecimiento del empleo.
Otros aspectos señalados por el organismo internacional fueron que el país tiene un adecuado nivel de reservas internacionales, las finanzas públicas y el sistema financiero están en buen estado, así como el nivel de la deuda externa es sostenible.
Con esta línea crediticia el país puede reforzar su reserva de activos internacionales, en caso de que haya algún choque externo, con el fin de preservar la estabilidad económica y financiera.
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México cuenta con la LCF del FMI desde 2009, pero en 2017 anunció su retiro gradual de dicho mecanismo, el cual está condicionado a los riesgos económicos externos que pudieran presentarse.
“Continuará la estrategia gradual y ordenada de salida de la LCF, anunciada en 2017, adaptándose al entorno de riesgos que se presente. Las autoridades refrendan su compromiso con políticas macroeconómicas prudentes que contribuyan a la estabilidad financiera y al crecimiento económico sostenible e incluyente”, concluyeron Banxico y la SHCP.
