Hoy, la sonrisa seductora de ese hombre que robó suspiros en la década de los 70 y 80 se apagó. Tras varios meses luchando, Andrés García perdió la batalla; fue este 4 de abril cuando el actor dio su último suspiro.
"Andrés García, el amor de mis amores, está descansando", escribió Margarita Portillo, viuda del actor, a través de redes sociales.
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En la misma publicación, Portillo detalló que el actor recibió una transfusión el pasado 2 de abril y ese mismo día regresó a su casa. Sin embargo, su salud estaba muy deteriorada, por lo que el lunes recibió la extremaunción.
"Se fue en paz y de una manera que le agradezco a Dios. Andrés abandonó este plano terrenal a las 15:07 horas (de este martes)", agregó la viuda del actor.
Andrés García logró conquistar a miles de mujeres en su juventud, su galanura era su mejor carta de presentación en un inicio, sin embargo, su tenacidad por conseguir lo que tanto deseaba lo llevó a ser uno de los iconos de la actuación y del entretenimiento en México.
Si bien todos reconocen que su pasión por los escenarios era grande, también lo era su carácter; y es que cualquiera que se acercara a Andrés García, podía salir o muy bien o muy mal.
Andrés García logró lo que quiso en su vida, tuvo a las mujeres más bellas a su lado, algunos hijos reconocidos, contratos millonarios para telenovelas y películas, propiedades en distintas partes de la República, así como la fama mundial.
Nació un 24 de mayo de 1941 en Santo Domingo, República Dominicana; él fue uno de los tres hijos en total, junto con Antonio y Rosa.
Su papá, Andrés García Lacalle, combatió en la Primera Guerra Mundial como militar, mientras que su mamá, Francisca García Acevedo, estuvo al pendiente de su familia.
Cuando Andrés cumplió los 12 años, su familia se mudó a Chile; luego, a los 17 llegó a México, con el fin de juntarse con la familia de su padre quienes se alojaban en tierras mexicanas.
Su primera noche la pasó en un hotel por el Monumento a la Revolución, en la colonia Tabacalera; tiempo después la familia se mudó a la colonia Narvarte, donde Andrés vivió sus primeras experiencias de adolescente.
Estudió la preparatoria en el Colegio Luis Vives y para la Universidad logró entrar a la UNAM, en donde comenzó estudiando Medicina.
Sin embargo, por instrucciones del papá, optó por cambiarse de carrera a Médico Veterinario. Aunque comenzó con gran satisfacción, poco a poco la frustración de no hacer lo que le gustaba lo comenzó a dominar.
Andrés ansiaba ser adulto, ya había probado las mieles que daba el dinero, en primera instancia como peleador callejero, en ocasiones con guantes, otras más sin ellos.
Sin saber qué hacer de su vida, Andrés García se independizó y vivió un tiempo cerca de la Glorieta de Insurgentes, hasta que cambió su residencia a Acapulco, Guerrero, en donde comenzó como instructor de buceo y vendedor de libros.
Fue en Acapulco donde lo descubrieron y le ofrecieron la posibilidad de desarrollarse frente a una cámara. Su primer proyecto fue Chanoc, en 1967, bajo la dirección de Rogelio A. González. Le siguieron cintas como La noche del halcón y Los asesinos, ambos en 1968, seguido de Las tres magníficas, Los juniors y El cínico, en 1970.
“Don Andrés tuvo una carrera muy exitosa, tristemente padeció enfermedades complicadas para él en sus últimos días, pero él formó parte de la cultura popular mexicana. Trabajé con él poco, sí fue súper difícil, pero a la vez una experiencia muy enriquecedora para mí, lo recordaré con mucho cariño.
“Fue difícil en cuanto al trato porque pues sí era un hombre de mucho carácter, complicado, fuerte, llevar la fiesta en paz no era nada fácil”, aseguró el productor Reynaldo López en entrevista.
Adorado por las mujeres
Mientras su carrera crecía, sus amoríos también. De acuerdo con sus propias palabras, únicamente tuvo a cuatro esposas en el medio. Sandra Vale fue la primera, quien además le dio a sus dos primeros hijos: Leonardo y Andrés.
Vale viajó a Acapulco con varios amigos, de diversión, ahí quedó flechada por la mirada de Andrés, con quien ocho días después contrajo matrimonio, un 21 de abril de 1966.
Su romance sólo duró un aproximado de seis años, ya que, las infidelidades del actor estaban presentes en todo momento y nunca tuvo problema en aceptarlo. Le siguió Sonia Infante, a quien conoció en la cinta Toña Machetes, no hubo hijos de por medio; Marie Claire fue la tercera y Margarita Portillo, la cuarta, que además lo procuró en sus últimos días.
Y de novias, tuvo muchas, entre las que se destacan Carmen Campuzano, Tere Velázquez y se rumoró que hubo algo más entre él y María Félix, La Doña, pero el actor siempre reconoció que hubo sólo una admiración de él hacia ella.
Privilegió el trabajo sobre su vida familiar
En cuanto a sus hijos también reconoció a Andrea García, producto de su amor con María Fernanda Ampudia, pero con ninguno de sus descendientes mantuvo una buena relación, ya que dijo en vida, se enfocó más en triunfar en lo laboral, dejando de lado su faceta paternal.
Sin embargo, en diciembre pasado, su hijo Leonardo publicó en redes un emotivo mensaje: “Andrés García es un hombre de fortaleza, un amigo generoso, el hombre que luchó por todo lo que amó, que ganó múltiples batallas y alcanzó sus sueños, es mi inspiración, mi orgullo, mi padre”.
En ese texto, Leonardo García aseguró que Margarita Portillo les impedía a sus hijos tener contacto con el actor. “No nos comparte la información completa, ni los cuidados que está recibiendo, y asimismo cuando está con ella no nos da acceso a visitarlo.
“La única información que esporádicamente obtenemos acceso es la que esta persona hace pública en medios de comunicación exponiéndolo de manera dolosa dañando su integridad, su imagen y eso como familia nos duele y nos lastima”, expresó Leonardo.
La imagen de Andrés García en la pantalla
Los proyectos de Andrés García fueron muchos: Mi nombre es Sergio, Soy alcohólico (1981), Pedro Navaja (1984), El hijo de Pedro Navaja (1986) y melodramas como El privilegio de amar (1998), Mujeres engañadas (1999) y Siempre te amaré (2004) formaron parte de sus participaciones en pantalla, sin olvidar también su largo camino en La hora pico (2000).
“Fue un hombre fuerte, que marcó una historia en la televisión, en el teatro, en el cine, en México. Leía que le pedía a Dios más tiempo y realmente sí, se lo merecía”, expresó Consuelo Duval en entrevista.
“Para nosotros fue un parteaguas, él era la figura estrella del programa y nosotros apenas éramos actores que estábamos buscando una oportunidad en televisión y el hecho que Andrés haya estado con nosotros, que nos apadrinó y nos brindó fortaleza para que La hora pico empezara a despuntar con esa fuerza que se necesitaba, realmente me siento agradecida con él porque su presencia en esa época fue totalmente un parteaguas”, agregó Lorena de la Garza.
Una vida la extremo
Si bien tuvo muchos éxitos en su vida, Andrés García también protagonizó célebres enfrentamientos. El actor que sacó una pistola en un set de grabación en una bronca, contaba que lo habían mandado golpear, incluso matar en tres ocasiones, de las cuales salió ileso; una de ellas en su casa de Acapulco, según relató.
Se rumoraba que el actor conoció a distintos líderes del narcotráfico, pero lo que sí hizo público, fue su amistad con Arturo Durazo Moreno, quien fuera jefe del Departamento de Policía y Tránsito en el entonces Distrito Federal, en el sexenio de José López Portillo.
En cuanto a su salud, a lo largo de su vida se enfrentó al cáncer de piel, de próstata, de huesos y leucemia, enfermedades que superó en su momento; en los últimos años, tuvo problemas con la movilidad de sus piernas, consecuencia de la cirrosis hepática. También padeció fibromialgia, osteoartritis, problemas en la médula, neumonía y anemia.