CELAYA, Gto.- (OEM-Informex):- Por inseguridad, e incluso por el miedo a que algunas de las empleadas sufrieran un secuestro, la joven empresaria Cinthia Carreño Pacheco, cerró su restaurante por tercera ocasión; pero ahora continuará ejerciendo su carrera como licenciada en gastronomía; además, se capacitará dentro de los restaurantes de hoteles de gran prestigio, en donde no exista el riesgo de ser asaltadas como le sucedió en sus anteriores proyectos.
Después de egresar de la carrera de Gastronomía de la Universidad de Celaya, Cinthya Carreño Pacheco, de 26 años, trabaja en un prestigiado hotel de la ciudad, lo que le permite reunir fondos, a la vez que asiste a exposiciones de ánimes de cultura oriental.
Con el capital necesario, abrió su primer restaurante de cocina japonesa sobre la avenida Francisco Juárez, en donde recreó el espacio con personajes de dibujos animados, pero también ofrecía juegos de mesa para que los jóvenes puedan jugar después de comer.
El proyecto, que estaba destinado para jóvenes amantes de los animes, tenía una gran respuesta desde las primeras semanas, porque incluso los muchachos podían divertirse con juegos de consola.
Sin embargo, cumplidos los seis meses, se vieron en la necesidad de cerrar, porque las dos empleadas fueron asaltadas, dentro del establecimiento, y aunque nadie salió con lesiones, fueron atendidas por especialistas para controlar la crisis nerviosa.
Siete meses después se retomó el proyecto, en la calle Benito Juárez, pero se cerró porque era un espacio compartido; ahí sólo duraron seis meses.
Una vez más, continuó el restaurante en la Plaza Ejecutiva, que se encuentra en la calle Ignacio Zaragoza, 109, con el mismo proyecto de cocina japonesa, con variantes, como meseras disfrazadas de sirvientas y personajes de caricaturas, en donde la filosofía es ser atentas con el cliente; se siguieron ofreciendo los juegos de mesa, los videojuegos y revistas.
En los primeros meses se registró una gran respuesta, pero la asistencia bajó notablemente por los recientes conflictos de inseguridad, no sólo por los operativos contra el robo de combustible y la reacción violenta de los huachicoleros, sino por las muertes de las jóvenes estudiantes.
El temor de las meseras fue creciendo, y ha sido por protección a las trabajadoras, que se decidió cerrar el establecimiento; nuevamente por inseguridad
Ahora, muchos negocios han asumido la modalidad de llevar comida a casa, porque al cliente le es más fácil pagar 10 pesos más por el envío, que arriesgarse a salir a la calle y ser asaltados”, lamentó.
Cinthia Carreño Pacheco afirmó que ya no podrá continuar como emprendedora, pero considera que ha cumplido con su proyecto que nació en la misma universidad; ahora quiere capacitarse más dentro de su carrera, mejorando sus técnicas de la comida italiana y española, que también sabe elaborar.
Para concluir, Carreño Pacheco dijo que espera y pronto se acabe el problema de inseguridad en Celaya, porque no es la única que cierra su negocio por el temor al asalto; y cuando haya vuelto la tranquilidad, entonces espera volver para abrir su negocio.
