CORTAZAR, Gto. (OEM-Informex).- En los últimos años muchos migrantes han resuelto regresar a sus lugares de origen, algunos de ellos dispuestos a emprender sus propios negocios para subsistir, pero no han encontrado eco en las diversas instancias para recibir algún apoyo.
Tal ha sido el caso de Christian Peña, de 38 años, quien abrió un negocio de pizzas en una colonia de Cortazar, el que fue vandalizado por delincuentes y resolvió cerrarlo y buscar abrirlo en otro sitio, pero no tiene los recursos para hacerlo.
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Se reunió con el dirigente del Club de Migrantes Orgullo Guanajuatense, de Houston Texas, Omar Osiel Hernández, a través de quien trata de gestionar un apoyo, pero este último reconoció que hay más interés oficial en atraer inversiones extranjeras que fortalecer a los paisanos que quieren emprender.
Peña dio a conocer su historia como migrante, y explicó que, llevado por un tío, cuando tenía 16 años, se fue a los Estados Unidos en 1999 y laboró en restaurantes especializados de Indianápolis por tres años y medio, desempeñaba dos empleos a la vez, uno matutino y otro vespertino, aprendió a preparar carnes asadas, comida china, pizza, pero además trabajó en la elaboración de alfombras por dos años y medio, y como resultado, ya no tiene cartílago en las rodillas; regresó en 2005.
“Tu pago es que aprendas el oficio”, le decía su tío, explica, ya que se quedó huérfano a los 7 años al morir su padre, de 36 años entonces, y quien era trompetista y a quien Juan Manuel Arpero, hoy reconocido internacionalmente, reconoció como uno de los mejores, llegaron a tocar ambos con artistas de la talla de Olga Breeskin y Ray Coniff.
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Al regresar de los EUA, donde abrazó la fe cristiana, estuvo en un colegio para pastores en Piedras Negras, Coahuila, y logró la Licenciatura en Teología, además de aprender el idioma inglés y así viajó por varios estados.
Refiere que en 2019, estaba dando clases de Teología en el Colegio Cristiano del Centro, en San Luis Potosí, donde se estableció, y a la par resolvió establecer un negocio de pizzas con lo que aprendió en los EUA, hasta que se vino la pandemia y también la desigual competencia con las grandes cadenas como Domino´s y Little Cesars, favoreciendo las autoridades a estas últimas, ya que a ellos los obligaban a cerrar a las 18:00 horas y a las cadenas a las 22:00.
También y como consecuencia de las restricciones por la pandemia no hubo más recursos ya que los fondos de apoyo que recibía de Estados Unidos se agotaron y resolvió renunciar al colegio y regresar a Cortazar el año pasado con su esposa, ya que la vida en San Luis Potosí es mucho más cara.
Como también hizo estudios de diseño gráfico y un diplomado en planeación financiera, no se le dificultó crear sus propios diseños y abrir un negocio de pizzas en el fraccionamiento Punta Real, con el que tuvo mucha aceptación, pero hace poco, al parecer en un intento de robo, le vandalizaron la fachada del local, por lo que se cambió a la colonia Chapingo, donde trata de reabrir, pero para ello requiere de apoyo y hasta ahora no lo ha logrado.
Peña también apoya centros de rehabilitación en Cortazar, ya que desde hace 10 años trabaja con asociaciones que se dedican a esta actividad, incluso recuerda que se abrió con un centro en Santa Rosa de Lima, Villagrán, pero fue incendiado por desconocidos y cerró, también han dado pláticas a alumnos de planteles de secundaria sobre prevención del uso de drogas y sus riesgos.
