CELAYA, Gto.- Con una misa de exequias en el Templo de San Francisco, frailes franciscanos y religiosas dieron el último adiós al padre Fray Efraín Nieves Grimaldi, de la Orden de Frailes Menores (O.F.M.), quien el pasado 11 de abril entregó su vida a Dios. El sacerdote tenía 57 años, 27 años de profesión religiosa y 19 años 10 meses de Ordenación Sacerdotal.
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Antes de comenzar la eucaristía, los frailes recordaron que Fray Efraín nació el 1 de junio de 1966 en la ciudad de Santiago de Querétaro. Fue hijo de J. Rosario Nieves y María del Pueblito Grimaldi. Comenzó su camino en la orden franciscana en la casa de aspirantado San Mateo Apóstol de Coroneo Guanajuato en 1993.
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Terminada la etapa del postulantado vistió el hábito franciscano el 18 de julio de 1995, en el Santuario de Nuestra Señora del Pueblito Querétaro y emitió su primera profesión religiosa el 20 de julio de 1996 en el mismo convento del pueblito. Inmediatamente pasó al Colegio de la Santísima Cruz de los Milagros de Querétaro para realizar sus estudios filosóficos. Luego cursó los estudios teológicos en el Seminario de San Antonio, en El Paso Texas.
Emitió su primera profesión solemne el 27 de julio de 2002. Recibió la ordenación diaconal en el Paso Texas el 10 de octubre de 2002, después fue ordenado sacerdote el 30 de junio de 2004, en Santa Cruz de Juventino Rosas por imposición de las manos del entonces Obispo de la Diócesis de Celaya, Lázaro Pérez Jiménez.
Cabe mencionar que el 11 de abril de este año y luego de recibir los auxilios el fraile falleció en Celaya, aunque no se precisó la causa. Fue velado en la capilla de Nuestra Señora del Apocalipsis ubicada en el claustro del templo de San Francisco y, el 13 de abril se realizó su misa de exequias, presidida por Monseñor Víctor Alejandro Aguilar Ledesma, Obispo de la Diócesis de Celaya.
Del 14 al 22 de abril, sus cenizas permanecerán en Celaya, hasta que concluya el novenario que se llevará acabo a las 19:00 horas. El 23 de abril sus cenizas serán llevadas al Santuario de Nuestra Señora del Pueblito en Querétaro, donde se tendrá una celebración eucarística a las 13:00 horas.
“FRAY EFRAÍN SIEMPRE FUE UN FRAILE OBEDIENTE”, FRAY ENRIQUE
Por otra parte, Fray Enrique Muñoz, ministro Provincial de la Provincia Franciscana de San Pedro y San Pablo de Michoacán, mencionó que la mañana del 11 de abril parecía como otras tantas, sin embargo, fue diferente, ya que después de hablar con Fray Efraín se dio cuenta que sentía su cuerpo más fatigado que de costumbre, por tal motivo, le pidió que dejara de hacer sus labores para que acudiera de inmediato al hospital y así lo hizo.
“Fray Efraín siempre fue un fraile obediente, cuantas veces se le pidió que dejara lo que estaba haciendo y fuera al lugar donde más se le necesitaba, él siempre obedeció, porque obediente es el que escucha la voz de Dios y se desprende de todo lo que tiene para cumplir con la voluntad divina, aunque en ocasiones no se pueda comprender totalmente lo que se nos pide”.
“Cada vez que fray Efraín obedecía daba vuelta a una página de su vida, lo admirable fue que nunca se dejó llevar por el miedo y con absoluta confianza caminaba a donde Dios le llamaba, de acuerdo siempre con la voz de sus superiores. Efraín haces falta en la parroquia, voy Señor. Efraín te pedimos que recibas un convento que recién recuperamos, estoy dispuesto, respondías. Efraín te necesitamos en una casa de formación, con gusto asentías, un último favor fray Efraín podrías servir como secretario y consejero de la provincia, estoy para obedecer respondidas siempre obediente, siempre dispuesto”.
Fray Efraín, destacó, aunque le faltaban las fuerzas del cuerpo, no le faltaban las del alma y, es que, de acuerdo con el padre provincial, el sacerdote decía: “tengo que celebrar la eucaristía, aunque me sienta débil. Yo sé que él era consciente de que quien come la carne de Jesús y bebe su sangre se fortalece interiormente, además puede así ver las cosas con mayor claridad”.
Al conocer que su salud se deterioraba cada vez más, comenzó a despedirse de su familia, de sus amigos y abrazó la vida y la enfermedad con mucha fe y alegría. También fray Enrique recordó que el sacerdote fue peregrino y así murió.
Destacó que “mientras caminaba por la vida tuvo que tomar muchas decisiones y una de ellas, la más importante, había sido seguir de cerca a Jesús, renunció a su familia y al trabajo profesional abrazó la vida franciscana y recibió la gracia del orden sacerdotal. Su ministerio fue muy apreciado, prueba de ello son tantos amigos que tuvo y tiene, desde el día de su muerte y hasta este momento no han dejado de venir a visitar, los recuerdos son parte del corazón y pertenecen a los sentimientos de los buenos amigos”.
“Llegó la hora de partir, ahora él camina alegre y confiado, lleno de buenos recuerdos y de las oraciones de sus hermanos y de sus amigos, lo que más le daría alegría es que Dios acaba de cumplir su promesa, quien come mi cuerpo y bebe mi sangre no morirá para siempre. Vete en paz fray Efraín, seguro te encontrarás con otros hermanos que tanto te apreciaron en esta vida, algunos de tus familiares ya te están esperando y no faltan los amigos que están contentos de verte de nuevo, mira al final es Dios quien te espera”.
“Puedes ver a la santísima virgen y a los ángeles, fuiste devoto y ahora esperan para abrazarte, no podemos ni queremos detenerte, has encontrado el mejor de los caminos ya no mires hacia atrás porque la felicidad está frente a ti, un día también nosotros esperamos encontrar ese camino y de hoy en adelante ya no obedezcas a los hombres, ahora sólo escucha a Dios, sólo Dios, mira ya te espera, sé feliz en tu nueva casa, la que siempre mereciste”, concluyó el padre provincial.
