CELAYA, Gto.- (OEM-Informex).- La erradicación del machismo llevará todavía mucho tiempo, porque está muy arraigado no sólo en los hombres, sino también es aceptado por muchas mujeres sumisas, no sólo de la zona urbana, sino también de comunidades.
Así lo dio la contadora pública, Azucena Díaz Ramírez, quien comentó que, en los últimos días, con motivo al “Un día sin nosotras”, ha escuchado las historias más creíbles del pueblo mexicano, que muestran que aún falta mucho para combatir el machismo, por ejemplo, que el esposo de una compañera le dio permiso que descanse el próximo lunes 9, pero que antes, el día domingo, le deje la comida lista y la ropa planchada.
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“Parece broma, pero también parece absurdo que no ha de faltar la feminista que levanta el puño y salga a la calle para manifestarse contra la violencia hacia la mujer, cuando en su casa no le dan el día de descanso a la sirvienta”, comentó Días Ramírez, vecina de Nuevo Residencial.
Entre otras historias que ha escuchado, es que algunos hijos de madres conocidas han deducido que se ha inventado un nuevo Día de las Madres, porque consideran que la mayoría se tomarán el día como asueto, pero, como sucede en tal festividad, es la madre o la abuela, la que termina haciendo la comida; o bien, no faltará el momento en que el hijo le pida algo a la mamá, o que por distintos motivos no participe en marchas y quiera mejor estar con su familia.
Comentó que la idea de Un Día sin Nosotras, es un fácil plagio de la película “un día sin mexicanos”, pero calificó de bueno el intento para dignificar a la mujer, pero consideró que falta mucho más allá de manifestaciones para cambiar la cultura de la violencia en todos los aspectos hacia las mujeres, como en las empresas, en los centros comerciales, en hospitales, por señalar algunas actividades, en donde no se le permitirá a la mujer salir a marchar.
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Aclaró que está de acuerdo con el movimiento, pero miles de microempresarias, comerciantes ambulantes, encargadas de sus tiendas, decidirán, seguramente, en atender su negocio, porque necesitan para sacar para la comida.
Por otro lado, consideró que el verdadero respeto que debe existir hacia una mujer, es porque también se lo debe ganar, “por ejemplo, que no permita que en el trabajo se le margine o se le haga de menos, y para evitar cualquier humillación, la mujer tiene que capacitarse y tener una actitud, no soberbia, sino una actitud que exija al demás respeto hacia su persona, porque de otra manera, cómo. En la mujer también está la responsabilidad de valorarse por los dones externos, como la maternidad, así como los dones internos, la gran capacidad de amar a la familia”.
Por último, comentó que ha conocido hogares en donde no se habla de feministas y ni de machismo, porque en esos hogares hay un respeto hacia las mujeres como hacia los hombres, y tanto los hijos como el padre comparten el quehacer de la casa con la madre, “y de esa manera, así como el salir todos a trabajar, dignifica al ser humano, no sólo a la mujer empoderada, ni de manera aislada al hombre que mantiene a la familia, como lo era antes, sino en un sano equilibrio de convivencia familiar con derechos y responsabilidades por igual; no uno más, no uno menos, sino como una verdadera pareja”.
