CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- La peor muerte es el olvido que inicia cuando se dejan de colocar flores en la tumba, cuando se acumula polvo y tierra sobre la lápida, y cuando los familiares olvidan el nombre y el rostro del difunto.
En el Panteón Norte se cuenta con 20 mil tumbas, de las cuales mil 200 están abandonadas; el Día de Muertos pasan desapercibidas y nadie coloca una flor ni por misericordia al alma que no dejó la suficiente herencia de amor que mereciera siquiera una oración en su nombre.
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Melchor Ramírez Ramírez, encargado del Panteón Norte, comentó que unas mil 200 tumbas están en abandono o no son visitadas, y los motivos son muchos, como el hecho de que hay familiares que ya son grandes y no tienen la manera de visitar el panteón.
Amplió que también hay generaciones que no recibieron la tradición de visitar a sus difuntos, otros se cambian de lugar de residencia y si llegan a visitar la tumba es de forma esporádica.
También influye el laso familiar y el amor que hubo entre los integrantes de la familia para que el difunto sea visitado.
Aclaró que todas las tumbas en el Panteón Norte están a perpetuidad, por lo que se continuarán respetando acudan o no los familiares.
“Lo que nosotros, los encargados del Panteón Norte, hacemos, es mantener limpio, retirar las plantas, maleza y pasto para que la naturaleza no deteriore las tumbas, porque incluso la gente planta algunas especies de árboles, como fue el caso de una familia que colocó un pequeño cactus, dejaron de asistir, y cuando volvieron, el cactus ya estaba de un metro de altura, y lo dejaron crecer al grado que dañó la jardinera”, comentó.
De las mil 200 tumbas abandonas, algunas de ellas son tumbas antiguas, pero también hay tumbas de finales del siglo pasado y ya no son visitadas, y las tumbas abandonadas se ven más tristes y solas cuando a un lado hay flores que parientes amorosos dejan a sus difuntos que quisieron tanto en vida como después de muertos.