Habitantes de El Naranjillo en lucha constante por preservar zona arqueológica 

Ya van varios intentos para fraccionar el lugar desde 2007

Vicente Ruiz | El Sol del Bajío

  · sábado 7 de agosto de 2021

Los cerros Redondo y La Liebre guardan testimonios de asentamientos prehispánicos. | Foto: Archivo | El Sol del Bajío

JUVENTINO ROSAS, Gto. (OEM-Informex).- Con casi una hectárea de extensión de terreno donde existen vestigios arqueológicos, divididos entre los cerros Redondo y Las Liebres, los habitantes de la comunidad El Naranjillo han defendido durante 14 años los intentos de fraccionar, y borrar con ello su patrimonio histórico por particulares en complicidad con autoridades ejidales.


Rocas desparramadas por el saqueo en lo que fueron centros ceremoniales. | Foto: Archivo | El Sol del Bajío




Desde 2007, vecinos han alertado a los tres niveles de gobierno sobre la intención de autoridades ejidales de fraccionar dos cerros, ubicados dentro de un área natural con vestigios prehispánicos.


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De hecho, afirman habitantes de la comunidad, se han puesto en venta los terrenos e incluso se han comenzado a trazar notificaciones.

El INAH tiene entre sus registros esta área con más de nueve mil metros cuadrados como "zona arqueológica e histórica", en la misma hay evidencia de centros ceremoniales y petroglifos y otros testimonios de culturas ancestrales.

En el Cerro Redondo así como el de La Liebre se han encontrado vestigios prehispánicos y hace tiempo, por tradición oral, ha trascendido que existió un asentamiento otomí, dejando centros ceremoniales y construcciones, las que con el tiempo se han cubierto al crecer la maleza.

El área mencionada representa una gran reserva natural, que debe conservarse por su tipo de flora endémica que en otros lugares ya no es posible ver, además de la fauna silvestre que aun predomina en esos espacios.

Todo comenzó cuando en 2007 la autoridad ejidal tomó la decisión de marcar lotes en parte de la zona arqueológica, ante ellos, un grupo de habitantes realizaron la primera denuncia en la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (Propaeg) que quedó asentada en Julio de 2007.


Horadaciones en las rocas son vestigios de culturas prehispánicas. | Foto: Archivo | El Sol del Bajío


En los siguientes seis años los vecinos estuvieron cuidando la zona luego, en 2013, un nuevo Comisariado Ejidal volvió a dar seguimiento a la venta de terrenos en la misma zona, ahora apoyándose en un abogado agrario, quienes trataron de convencer a las personas con la promesa que obtendrían sus terrenos escriturados en seis meses.



En las rocas de los cerros de La Liebre y Redondo hay vestigios de culturas antiguas. | Foto: Archivo | El Sol del Bajío


Así, realizaron la venta de nuevos lotes y reparto sin autorización del municipio, argumentaban equivocadamente que ninguna instancia gubernamental puede pasar por encima del ejido.

En junio del 2013, presentaron los opositores a este hecho una nueva denuncia, ahora con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), así como con el municipio, evitándose el desmonte y los daños colaterales.


Las estructuras arqueológicas en El Naranjillo están cubiertas por la maleza. | Foto: Archivo | El Sol del Bajío


Tres años después, en 2016, otro nuevo comisariado puso a la venta el resto del sitio que faltaba por vender, quedando trazado en su totalidad el Cerrito de La Liebre, incluyendo la parte de arriba donde se encuentra la Santa Cruz, lugar tradicional de los habitantes donde cada año para Semana Santa, hacen la representación de la Crucifixión de Jesús, otra costumbre de la comunidad, que lleva décadas realizándose.

Para 2018 la gente defensora del lugar se reunió con el municipio y se llegó a la conclusión de llegar al rescate de la zona, ya que sería una buena forma de resaltar el turismo en Juventino Rosas.


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Personal del INAH vino en agosto de 2018 y levantó un reporte de campo y quedando pendiente una próxima visita para el trazo de una poligonal de protección, sin embargo, en febrero del 2019 una parte del sitio fue destruida al ser emparejada con maquinaria pesada.

Los habitantes en conjunto con el municipio, se dieron a la tarea de colocar avisos indicando la protección del área , la prohibición del saqueo arqueológico, así como también prohibición de la destrucción de la flora y fauna del lugar, luego aparecieron los letreros tirados y posteriormente el comisariado junto con el abogado convocaron a una asamblea, en la que acordaron una demanda ante el Tribunal Unitario Agrario, pretendiendo echar abajo el ordenamiento territorial, para poder destruir el sitio y continuar con la venta.

ÚLTIMA INTERVENCIÓN

El último incidente se dio en febrero de este año, cuando la Coordinación de Desarrollo Urbano y Asentamientos Humanos del municipio, intervino para detener el inicio de nuevas obras para un asentamiento irregular en la comunidad El Naranjillo, a fin de evitar afectaciones a la zona arqueológica, ya que existe un pre-registro ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Se dio atención inmediata y se acudió al sitio para detener las obras, ya que además el lugar en el que se encuentra esta intención de desarrollo cuenta con un pre-registro en el INAH, el denominado Cerro Redondo con posibilidad de extenderse al Cerro de las Liebres.

Hubo una reunión con la mesa directiva del ejido para conocer su postura respecto a estas acciones, y también asesorarlo sobre la participación que debe tener el municipio en los nuevos asentamientos que no estén contemplados en sus zonas de tierras de crecimiento, establecidas en las asambleas ejidales.

El municipio sugirió al ejido detener este crecimiento en zonas de tierras de uso común, las que no están establecidas para áreas de asentamiento humano.

También se expresó que en el Programa de Desarrollo Urbano Municipal, se contempla la preservación de este sitio, pero deberá tomarse mayor relevancia para el crecimiento turístico, económico y cultural en la comunidad, en el municipio y en el estado. Han comenzado a darse los pasos para que se haga la declaratoria oficial por el INAH cómo zona arqueológica, ya que se han encontrado numerosos vestigios de una antigua cultura prehispánica.

El gobierno municipal estima en esa zona es posible impulsar un complejo arqueológico, natural y cultural que comprendiera: Cerrito de las Liebres, Cerro Redondo, Los Monos, La alberca de Romero y las cascadas de Mandujano hasta llegar a la cuenca alta del Rio Temascatío, y que esta a su vez se contemplará dentro de las rutas arqueológicas y turísticas del estado.