/ domingo 5 de abril de 2020

México en espera del programa económico que enfrente la crisis con realismo: Romero Hicks

Ya no es tiempo de ganadores o perdedores. El único gran perdedor sería el país por falta de generosidad y de la participación de todos.

GUANAJUATO, Gto.- (OEM-Informex).- Apenas cumplidos los primeros 15 meses de la nueva administración, México, junto con el resto del mundo, ha llegado al momento de replantear su estrategia fallida de crecimiento por una fórmula eficaz que enfrente el desafío del coronavirus y, al mismo tiempo, siente las bases para la recuperación del ingreso familiar, el empleo, el aparato productivo, la infraestructura nacional, la distribución de la riqueza y la población en general; no hay más tiempo para improvisaciones, ocurrencias o caprichos irrealizables.

Así lo manifestó el coordinador de los diputados de Acción Nacional en San Lázaro, Juan Carlos Romero Hicks, quien urgió a que la ruta que se trace esta tarde por el Ejecutivo debe ser sensible pragmática e ir al fondo de la recesión en la que se encuentra el país; se trata de salvar a México no a un cuestionable proyecto político.



Que quede claro: esta crisis de coronavirus no ha venido como anillo al dedo y si debemos impedir que se convierta en soga al cuello.

“Tenemos claro que es la hora de aportar la mejor versión de todos con unidad, solidaridad y el trabajo conjunto sin importar ideologías o corrientes políticas. La gravedad de la situación actual descarta la vieja ecuación de ganadores y perdedores. Aquí el país perderá al final por falta de un liderazgo personal e institucional y por la falta de generosidad”, dijo.

En Acción Nacional estamos ciertos de que los problemas prioritarios son hoy:

• De salud pública.

• De crisis económica.

• De conflictiva social por la pobreza, las deficiencias en la educación y los grupos vulnerables.

• De gobernanza por la inseguridad y la falta de respeto al Estado de Derecho.

Aseguró que el reto es salvar a la economía formal e informal, inyectar recursos no condicionados para atender la pobreza que existe en el país. Para evitar la muerte de las micro, pequeñas y medianas empresa de donde vive la mayoría de los mexicanos.

Es un hecho que la política económica propuesta para este año ha sido rebasada por la crisis internacional. Prácticamente ninguna de las variables consideradas oficialmente en un inicio siguen vigentes. El mismo documento de la Secretaría de Hacienda sobre Pre-criterios de la Política 2021 confirma que ni el precio estimado de petróleo, ni la inflación, ni el déficit, el financiamiento, la paridad, las tasas de interés y, sobre todo, el crecimiento del Producto Interno Bruto guarda relación con lo autorizado en diciembre pasado.

En pocas palabras, resulta inaplazable revisar a fondo el Plan Nacional de Desarrollo publicado el pasado 15 de julio.



Hizo un llamado para que, a partir de esta realidad, se haga un replanteamiento y establecer una política económica realista que ponga en sintonía la acción del gobierno federal, los estatales, los municipales, los congresos locales, el Congreso de la Unión, pero igualmente al sector productivo, a los sindicatos, a los intelectuales y universidades, al sector campesino y a toda la sociedad en su conjunto.

Las propuestas concretas las ha planteado ya el Comité Ejecutivo Nacional del PAN, así como el grupo parlamentario de Acción Nacional en el Congreso y no pueden esperar más.

1) Apoyo inmediato a las micro, pequeñas y mediana empresas, a través de créditos y financiamientos pagaderos a dos años con el compromiso de no realizar despidos. Y apoyar con microcréditos al sector de autoempleo formal e informal.

2) Impulso de un paquete de ayuda e incentivos fiscales para aumentar la liquidez, evitar pérdida de empleos y reactivar la economía.

3) Subsidio temporal para el pago de las cuotas obrero-patronales del IMSS y el INFONAVIT para el pago de créditos hipotecarios del trabajador que perdió su empleo por la crisis, así como en el alquiler de locales para las MiPyMES.

4) Establecer un seguro emergente de desempleo mediante un apoyo económico que respalde a quienes pierden su fuente de ingreso por la pandemia sin importar si pertenecen al sector formal o informal de la economía.

5) En apoyo a la economía familiar suspender por tres meses el pago de los derechos del servicio de agua y energía eléctrica y garantizar el abasto de alimentos básicos.

6) Suspender las millonarias obras inviables del aeropuerto, la refinería y el Tren Maya.

7) Prórroga del pago provisional del ISR en los sectores más dañados como el turístico, el aeronáutico, el de logística y el de transporte, así como en apoyo a las entidades federativas.

GUANAJUATO, Gto.- (OEM-Informex).- Apenas cumplidos los primeros 15 meses de la nueva administración, México, junto con el resto del mundo, ha llegado al momento de replantear su estrategia fallida de crecimiento por una fórmula eficaz que enfrente el desafío del coronavirus y, al mismo tiempo, siente las bases para la recuperación del ingreso familiar, el empleo, el aparato productivo, la infraestructura nacional, la distribución de la riqueza y la población en general; no hay más tiempo para improvisaciones, ocurrencias o caprichos irrealizables.

Así lo manifestó el coordinador de los diputados de Acción Nacional en San Lázaro, Juan Carlos Romero Hicks, quien urgió a que la ruta que se trace esta tarde por el Ejecutivo debe ser sensible pragmática e ir al fondo de la recesión en la que se encuentra el país; se trata de salvar a México no a un cuestionable proyecto político.



Que quede claro: esta crisis de coronavirus no ha venido como anillo al dedo y si debemos impedir que se convierta en soga al cuello.

“Tenemos claro que es la hora de aportar la mejor versión de todos con unidad, solidaridad y el trabajo conjunto sin importar ideologías o corrientes políticas. La gravedad de la situación actual descarta la vieja ecuación de ganadores y perdedores. Aquí el país perderá al final por falta de un liderazgo personal e institucional y por la falta de generosidad”, dijo.

En Acción Nacional estamos ciertos de que los problemas prioritarios son hoy:

• De salud pública.

• De crisis económica.

• De conflictiva social por la pobreza, las deficiencias en la educación y los grupos vulnerables.

• De gobernanza por la inseguridad y la falta de respeto al Estado de Derecho.

Aseguró que el reto es salvar a la economía formal e informal, inyectar recursos no condicionados para atender la pobreza que existe en el país. Para evitar la muerte de las micro, pequeñas y medianas empresa de donde vive la mayoría de los mexicanos.

Es un hecho que la política económica propuesta para este año ha sido rebasada por la crisis internacional. Prácticamente ninguna de las variables consideradas oficialmente en un inicio siguen vigentes. El mismo documento de la Secretaría de Hacienda sobre Pre-criterios de la Política 2021 confirma que ni el precio estimado de petróleo, ni la inflación, ni el déficit, el financiamiento, la paridad, las tasas de interés y, sobre todo, el crecimiento del Producto Interno Bruto guarda relación con lo autorizado en diciembre pasado.

En pocas palabras, resulta inaplazable revisar a fondo el Plan Nacional de Desarrollo publicado el pasado 15 de julio.



Hizo un llamado para que, a partir de esta realidad, se haga un replanteamiento y establecer una política económica realista que ponga en sintonía la acción del gobierno federal, los estatales, los municipales, los congresos locales, el Congreso de la Unión, pero igualmente al sector productivo, a los sindicatos, a los intelectuales y universidades, al sector campesino y a toda la sociedad en su conjunto.

Las propuestas concretas las ha planteado ya el Comité Ejecutivo Nacional del PAN, así como el grupo parlamentario de Acción Nacional en el Congreso y no pueden esperar más.

1) Apoyo inmediato a las micro, pequeñas y mediana empresas, a través de créditos y financiamientos pagaderos a dos años con el compromiso de no realizar despidos. Y apoyar con microcréditos al sector de autoempleo formal e informal.

2) Impulso de un paquete de ayuda e incentivos fiscales para aumentar la liquidez, evitar pérdida de empleos y reactivar la economía.

3) Subsidio temporal para el pago de las cuotas obrero-patronales del IMSS y el INFONAVIT para el pago de créditos hipotecarios del trabajador que perdió su empleo por la crisis, así como en el alquiler de locales para las MiPyMES.

4) Establecer un seguro emergente de desempleo mediante un apoyo económico que respalde a quienes pierden su fuente de ingreso por la pandemia sin importar si pertenecen al sector formal o informal de la economía.

5) En apoyo a la economía familiar suspender por tres meses el pago de los derechos del servicio de agua y energía eléctrica y garantizar el abasto de alimentos básicos.

6) Suspender las millonarias obras inviables del aeropuerto, la refinería y el Tren Maya.

7) Prórroga del pago provisional del ISR en los sectores más dañados como el turístico, el aeronáutico, el de logística y el de transporte, así como en apoyo a las entidades federativas.

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