CELAYA, Gto. (OEM-Informex).- La violencia ha aumentado, así como las víctimas, cada vez se muestra más el salvajismo ojalá no se esté haciendo esto una costumbre, expresó Monseñor Benjamín Castillo Plascencia, Obispo de la Diócesis de Celaya, quien asegura que es mentira que la gente puede salir tranquilamente por la noche, así como lo ha indicado varias veces la alcaldesa Elvira Paniagua Rodríguez.
Comentó que todos forman parte de este mundo violento, indicando que los signos de violencia van desde que el automovilista de atrás pita porque no se mueve rápido el de adelante, hasta las acciones “salvajes” al grado de rafaguear a quien esté, incluyendo niños o mujeres embarazadas.Benjamín Castillo Plascencia
“Por lo que se ve, no se puede ir a comer tacos con tranquilidad en cualquier lado, porque mucha gente sin duda fue a comer tacos y ya le tocó, entonces no es cierto, sí se está perdiendo la paz, ya ha habido muchos daño, no se puede seguir hablando de daños colaterales, si llegan y disparan directamente con todos los que están ahí, no son colaterales, algún daño quieren hacer a toda la sociedad”.
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“Me da tristeza que muchos alzan la voz contra las autoridades en lugar de sumarse al trabajo, vamos quitando a las autoridades casi parece que se alegran que haya esos problema para esperar mejores puestos, es importante que nos unamos en contra de la lucha. Yo quisiera insistir en lo de la palabra de este día, conviértanse, el reino de Dios está cerca, es para todos, también para ellos”.
“Yo creo que si no hubiera quien comprara droga, no habría quien vendiera droga, este comercio se ha hecho con participación de otros que parece que se sienten no culpables y son parte de esto, ojalá que deveras logremos superarlo”.
El obispo dijo que todos deben continuar trabajando por la recuperación del tejido social, que no vean estos hechos como algo lejano, sino que empiecen a hacer cambios desde la familia, porque los padres son responsables de sus hijos y por lo tanto de la sociedad, por eso es necesario cooperar por hacer el bien y no el mal.
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Indicó que la violencia incluso ha llegado a la corporación policiaca, situación que ha orillado a muchos a dejar de trabajar en favor de la seguridad, asegurando que, por más que se les aumente el salario, así como las prestaciones, no será suficiente para tener el valor de arriesgar la vida.
El obispo finalizó reiterando “a todos los que estén haciendo esto los invito a que se conviertan, a quienes sean, sin poner nombre”, además de que espera que se guarde el orden normal y no se esté como un estado de guerra aseverando que, “en lugar de estar poniendo dinero, pongamos interés por superar la violencia”.
