CELAYA, Gto.- Los tratamientos oncológicos, como la quimioterapia y la radioterapia, pueden causar un deterioro significativo en las capacidades físicas, psicológicas, cognitivas y sociales de los pacientes con cáncer, debido a que estos no solo atacan las células cancerígenas, sino que también afectan las células sanas del cuerpo, por tal motivo, Andrea Juárez Ojeda, licenciada en Terapia Física y Rehabilitación en la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC) Guanajuato, mencionó que es esencial la rehabilitación física al llevar dicho tratamiento para mitigar los efectos adversos.
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Juárez Ojeda explicó que no solo se busca mejorar las capacidades físicas, sino también apoyar el bienestar cognitivo y social de los niños, por lo tanto, el ejercicio terapéutico, que se realiza antes, durante y después del tratamiento oncológico, es fundamental.
“Antes de su tratamiento oncológico es importante hacer el ejercicio terapéutico para que no pierdan mucha fuerza o mucha capacidad cardiovascular; durante su tratamiento oncológico se van manteniendo sus capacidades y, posteriormente a eso, se trata más de mantener sus capacidades mejorando su calidad de vida”.
Refirió que uno de los principales retos que enfrentan los pacientes es la pérdida de fuerza, resistencia y coordinación, así como la disminución de la capacidad cardiovascular y, es que asegura que después de recibir su tratamiento oncológico, experimentan dificultades con actividades cotidianas, como bañarse, vestirse o jugar, debido a la fatiga y debilidad muscular.
En estos casos, dijo, se implementan ejercicios de fuerza, resistencia y coordinación, además de técnicas de respiración que no solo benefician al sistema cardiovascular, sino que también ayudan a reducir el estrés y la ansiedad, los cuales son comunes en estos pacientes debido a las estancias hospitalarias y la fatiga.
De igual forma, comentó que los fisioterapeutas también se encargan de apoyarlos en su dolor y el control de su energía por los tratamientos, por lo que, “es importante darles un descanso necesario después de sus tratamientos fuertes. Como recomendación para los papás que tienen niños con este padecimiento, yo les recomiendo que no los dejen mucho tiempo en cama y, si es así, que los motiven a mover sus manos, sus piernas y su cuerpo completo”.
“Si el paciente se puede parar y hacer sus actividades de la vida diaria, los invito a que dejen que ellos las hagan de manera independiente, que hagan sus actividades como bañarse, comer y jugar, eso nos va a ayudar a que no haya un mayor deterioro muscular y de su resistencia cardiovascular”.
Finalmente, destacó que la rehabilitación física, junto con el tratamiento oncológico son una herramienta indispensable para mejorar la calidad de vida de los niños con cáncer y ayudarlos a retomar su normalidad de manera gradual y segura.